Un rostro de cristal

Haumea, un mundo cubierto de hielo cristalino brillando en las profundidades del espacio.

El Sistema Solar es ahora mucho más grande que hace apenas un par de décadas...o lo que es lo mismo, el conocimiento que tenemos sobre nuestro hogar planetario a crecido de forma exponencial junto con los avances tecnológicos en el campo de la observación. La frontera que antes marcaba Plutón es un recuerdo del pasado y mucho más alla se extiende un reino de mundos extraodinarios cuya naturaleza apenas estamos empezando a conocer. Y entre ellos encontramos a Haumea, sin duda uno de los más extraños y que ahora vuelve a ser noticia.

Utilizando el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile, y su espectrómetro SINFONI, un equipo astronómico internacional revela ahora la curiosa superficie tanto de Haumea como del mayor de sus lunas, Hi’iaka, que esta cubierta de hielo cristalino, brillando en la oscuridad como un diamate...lo que resulta notable, porque debería ser hielo "amorfo", desorganizado por la radiación solar. Que no sea así indica la presencia de una fuente de calor que lo mantiene en ese estado.

"Como la radiación solar destruye constantemente la estructura cristalina del hielo en la superficie, se requieren fuentes de energía que lo mantengan organizado; y las dos que consideramos son la que puedan generar elementos radiactivos (potasio-40, torio-232 y uranio-238) desde el interior, y los efectos de marea entre Haumea y sus satélites (como ocurre entre la Tierra y la Luna)", explica a SINC Benoit Carry, coautor del trabajo e investigador del centro ESAC de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la Comunidad de Madrid.

No se trata, claro está, de una observación directa, sino del estudio de la luz que nos llega de estos distantes mundos gracias a instrumentos como SINFONI, que permite deducir la naturaleza de sus superficies...aunque siguen habiendo límites, pues la más pequeña de las lunas de Haumea, Namaka, es demasiado pequeño para lograr extraer información de su escasa luz, y debemos conformarnos con datos orbitales. Habrá que esperar nuevos avances tecnológicos para conocerla mejor.

Haumea es un mundo singular en muchos aspectos...su diámetro (se manejan cifras de 2000 x 1500 x 1000 Kilómetros) lo asemeja a un balón de rugby, presenta una de las rotaciones más rápidas del Sistema Solar (apenas 3,9 horas), las órbitas de sus satélites no están en el mismo plano (algo muy poco habitual), la suya con respecto al Sol es muy inclinada (28º) y, lo que es posiblemente su mayor misterio, presenta, en claro contrastre con su blanco rostro, una zona rojiza que se relaciona con la mayor presencia de compuestos orgánicos (o una mayor concetración de hielo cristalino) y cuyo origen sigue sin estar nada claro.

Como vemos hay pocas cosas "habituales" en este lejano y cristalino mundo, uno de tantos que habitan las regiones que se extienden más alla de Plutón...un reino lejano y extraño cuyo conocimiento es, de momento y quizás durante mucho tiempo, como una chispa de luz en un mar de oscuridad.

Un esquema de Haumea, su orbita, su posible estructura interna, sus lunas y las posibles causas que podrían explicar su cristalina naturaleza.

Los mayores miembros conocidos de lo que se llama "cinturón de Kiuper", y que como vemos incluye Plutón, cuyo descubrimiento se adelantó casi un siglo al de sus compañeros, en parte por su tamaño, en parte por suerte, en parte por ser el que se encuentra más próximo a nosotros.

Esto es todo lo que podemos ver en realidad de Haumea, dada su distancia actual..es examinando su luz el medio por el cual podemos extraer información sobre el, incluida su composición externa. Lo mismo vale para la mayor de sus lunas, pero no para la menor, demasiado tenue para ello.

El planeta enano Haumea brilla con hielo cristalino