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viernes, septiembre 14, 2018

El legado de Dawn

Analizando todo lo logrado por esta sonda.

Entre algún momento entre hoy y mediados de Octubre sus reservas de combustible afrontarán su último suspiro, su agotamiento total y definitivo. Cuando eso ocurra ya no podrá mantenerse correctamente orientado para comunicarse con la Tierra, y su misión de 11 años habrá llegado a su final. Un momento triste, pero al mismo tiempo digno de celebrarse, ya que en realidad no es el final, sino la culminación de un éxito sin paliativos."Aunque será triste despedirle de nuestra familia de exploradores, estamos muy orgullosos de sus logros", explica Lori Glaze, directora en funciones de la División de Ciencias Planetarias en la sede de la NASA en Washington."No solo desveló secretos científicos de Vesta y Ceres, sino fue la primera sonda en visitar y orbitar cuerpos planetarios diferente durante su misión. Los logros científicos y de ingeniería de Dawn se harán eco a lo largo de la historia".

Su legado es inmenso, pero que podemos sintetizar en cuatro puntos:

- Hazaña tecnológica: Su éxito en entrar en órbita alrededor de Vesta, salir de ella, dirigirse hasta Ceres y entrar de nuevo en órbita, fue posible gracias a la propulsión iónica, un sistema de propulsión tremendamente eficiente, familiar los entusiastas del espacio. Dawn superó los límites de las capacidades y la resistencia de este sistema, mostrando lo útil que podría ser para futuras misiones que apunten también a la visita de múltiples destinos.

- Ventana al pasado: Los científicos obtuvieron una nueva percepción de las primeras etapas del  Sistema Solar, cumpliendo el objetivo de Dawn. Y es que su nombre, "amanecer", no es casual, ya que eso es precisamente lo que se buscaba, aprender más sobre el amanecer de nuestro hogar.

Se escogió a Ceres y Vesta porque son como cápsulas de tiempo, sobrevivientes intactos de la parte más temprana de nuestra historia."Ambos han contado su historia de cómo y dónde se formaron y cómo evolucionaron: Una ardiente historia magmática que condujo a la rocosa Vesta y a una historia más fría y rica en agua que dio como resultado el antiguo mundo oceánico Ceres. Estos tesoros de información continuarán ayudándonos a comprender otros cuerpos en el Sistema Solar en el futuro".

- Espectacular Ceres: Había tanto que los científicos no conocían sobre este planeta enano que no se sabía exactamente que se podrían encontrar. Algunos imaginaba una superficie lisa y joven, una enorme bola blanca con una costra congelada. En cambio, encontraron un planeta enano claramente influenciado por la química de su antiguo océano."Lo que encontramos fue completamente alucinante. La historia de Ceres se extendió por toda su superficie", explica Carol Raymond, del JPL

Algunos de los deslumbrantes puntos brillantes resultaron ser depósitos salados, compuestos principalmente de carbonato de sodio que llegó a la superficie en forma de salmueras fangosas desde dentro o debajo de la corteza. Los hallazgos refuerzan la idea de que los planetas enanos, no solo las lunas heladas como Encélado y Europa, podrían haber albergado océanos, y aún podrían hacerlo. Los datos sugieren que todavía puede haber líquido bajo la superficie de Ceres y que algunas regiones fueron geológicamente activas hace relativamente poco tiempo

Una de las mayores revelaciones se encuentra en la región del cráter Ernutet. Se encontraron moléculas orgánicas en abundancia, aunque los datos logrados por Dawn no pueden determinar si los compuestos orgánicos de Ceres se formaron mediante procesos biológicos."Hay una evidencia creciente de que los orgánicos en Ernutet vinieron del interior de Ceres, en cuyo caso podrían haber existido durante algún tiempo en el océano interior temprano", resume Julie Castillo-Rogez, científica del proyecto Dawn e investigadora principal adjunta del JPL.

- Vibrante Vesta: Dawn encontró aquí a un testigo de 4.500 millones de años de edad que podría interrogar. Se mapeo los cráteres y reveló que su hemisferio norte había experimentado impactos más grandes de lo esperado, lo que sugiere que había más objetos grandes en el cinturón de asteroides al principio de lo que los científicos pensaban. Vesta también tuvo otras sorpresas. Aunque técnicamente se clasifica como un asteroide, su rico y variado terreno terreno, así como señales de procesos geológicos similares a los planeta, señalan que también ellos pueden ser mundo complejos.

Ahora, cerca del final, sigue recopilando imágenes de alta resolución, espectros de rayos gamma y neutrones, espectros infrarrojos y datos de gravedad, llegando a solo 35 kilómetros de su superficie, reuniendo datos valiosos hasta que se agote la última gota de hidrazina que alimenta los propulsores que controlan ahora mismo su orientación, dado que las ruedas de reacción, que permitían maniobrar sin necesidad de esos primeros, fueron fallando una detrás de otra a lo largo de los años. Eso la hizo dependiente por completo de ellos, y por tanto a gastar más rápidamente sus menguantes reservas. Aún así, sin dichas ruedas, esto habría ocurrido hace años, por lo que pese a todo cumplieron su cometido con éxito.

Cuando todo termine y se corten las comunicaciones, Dawn permanecerá "aparcada" en su órbita actual por tiempo indefinido. No se estrellará en la superficie, ya que, dando el alto interés que tiene Ceres para los científicos que estudian la química que conduce al desarrollo de la vida, la NASA sigue con ella estrictos protocolos de protección planetaria, evitando en lo posible cualquier contaminación, y puesto que este pequeño mundo no tiene atmósfera, no se puede hacer como Cassini. La opción elegida fue dejarla ahí, asegurando que quedará en una órbita estable. Quizás, en un futuro distante, si exploradores humanos llegarán a poner sus pies en la superficie, al mirar hacia arriba aún podrán ver una diminuta estrella surcando su oscuro firmamento.

Visitando a los testigos del amanecer de los tiempos. Explorando Ceres y Vesta. 

Legacy of NASA's Dawn, Near the End of its Mission

lunes, septiembre 10, 2018

Una última visita a Cerealia Facula

Observando el mar salino del cráter Occator desde solo 35 kilómetros de altura.

Dawn está a las puertas de su final, y con ello se pondrá punto final una de las misiones más importantes de la historia de la exploración interplanetaria, la primera que exploró el Cinturón de Asteroides y visitó dos de sus principales habitantes, Vesta y Ceres. Será este último su hogar definitivo, donde, una vez agotado su combustible y incapaz ya de maniobrar y comunicarse con la Tierra, permanecerá por tiempo indefinido como una nueva y pequeña luna de esta planeta enano. Estamos disfrutando de sus últimos momentos, y su equipo está haciendo todo lo posible para que sea por todo lo alto.

Cerealia Facula, el famoso "punto brillante" del cráter Occator que tanto llamó la atención de los científicos de la misión así como del público en general, se reveló pronto como una enorme acumulación de sales brillantes, fruto de la emersión de agua líquida desde el interior de Ceres, una actividad geológica reciente y que quizás no concluida aún. La serie de panorámicas realizadas a lo largo de los 3 años que lleva acompañando a este mundo no han dejado de mostrar lo espectacular que resulta, sobretodo si se tiene en cuenta su origen. Y cada vez lo fueron más a medida que, paso a paso, fue descendiendo a órbitas más bajas. Hasta alcanzar la última y definitiva.

Apenas 35 Kilómetros de altura. Esta es su posición actual, una atalaya desde donde puede observar los detalles de la superficie con un detalle sin precedentes. Y Carealia no podía faltar. Recientemente se hizo público el que será con seguridad la mejor vista que tendremos en mucho tiempo de ella, una combinación de diversas tomas aplicadas sobre un modelo de topografía basado en imágenes obtenidas durante una órbita anterior, a unos 385 km de altitud. El resultado, al que no se le aplicó ninguna exageración vertical para resaltar la orografía circunda te, permite apreciar Cerealia Facula en todo su esplendor.

Es solo una gota más en el inmenso mar que representa todo el legado visual y científico que dejará Dawn para la posteridad, pero posiblemente este mar de sal, resplandeciente bajo la luz del lejano Sol, será la imagen icónica que permanecerá en el recuerdo, y a la que todo regresaremos siempre que recordemos a esta sonda. Y es que ninguna otra representa mejor la complejidad que se esconde en el reino de los mundos más pequeños del Sistema Solar. Como Plutón, Ceres demostró que nada es tan sencillo como parece.

Los "puntos brillantes" están presentes en todo Ceres, testimonios de un mundo activo y cambiante, aunque ninguno llega al nivel de espectacularidad de Cerealia Facula.

El atardecer llega para la sonda Dawn (amanecer). Su legado, haber explorado por primera vez el Cinturón de Asteroides y descubrir la complejidad de mundos como Vesta y Ceres. 

Bright Spots On Ceres

martes, julio 03, 2018

Un brillante atardecer

Ceres como nunca lo hemos visto antes.

Dawn se encuentra ya en su órbita definitiva, allí donde permanecerá hasta el final. Sobrevolando a tan corta distancia la superficie de este planeta enano se esperaba que las imágenes fueran extraordinarias, mostrando un nivel de detalle asombroso y que permitiera especialmente entender mejor la morfología de sus famosos puntos brillantes. Y ciertamente no están defraudando en absoluto.

En más de tres años de órbita alrededor de Ceres, la altitud más baja alcanzada anteriormente fue de 385 kilómetros, 10 veces más lejos que ahora. El estar cerca de la vida útil de la sonda, marcada por sus ya escasas reservas de combustible, han permitido tomar riesgos y llevarla a casi rozar este planeta enano, apenas 35 kilómetros por encima de la superficie, casi nada si se lo compara con los casi 1000 que mide este mundo entre Marte y Júpiter. Los puntos brillantes son ahora lugares complejos y lleno de contrastes, casi como blancos lagos rodeados de oscuras montañas. Sería maravilloso que algún día pudiéramos explorarlo directamente.

"Adquirir estos espectaculares fotografías ha sido uno de los mayores desafíos en esta extraordinaria expedición, y los resultados son mejores de lo que esperábamos", explica el ingeniero jefe y gerente de proyecto, Marc Rayman, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena."Dawn es como un maestro artista, que agrega detalles ricos a la belleza del otro mundo en su retrato íntimo de Ceres". La gran cantidad de información contenida en estas imágenes, y más de las que se planean en las próximas semanas, ayudará a abordar preguntas clave y aún por responder sobre el origen de estas zonas blancas, los mayores depósitos de carbonatos observados hasta ahora fuera de la Tierra. En particular, los científicos se han estado preguntando cómo se expuso ese material, ya sea desde un reserva de aguas superficiales poco profundas, o desde una fuente más profunda de salmueras (agua líquida enriquecida en sales) que se filtraron hacia arriba a través de fracturas.

Y las observaciones a baja altitud obtenidas con los otros instrumentos de Dawn, como el detector de neutrones y rayos gamma y el espectrómetro visible e infrarrojo, revelarán la composición de Ceres a una menor escala, desvelando el origen de los materiales encontrados en la superficie. Las nuevas mediciones de gravedad también podrían revelar detalles del subsuelo."Las primeras vistas de Ceres obtenidos por Dawn nos hicieron señas con un punto brillante único y cegador", dijo Carol Raymond del JPL, investigadora principal."Desentrañar la naturaleza y la historia de este fascinante planeta enano durante el transcurso ha sido emocionante, y es especialmente apropiado que el último acto de Dawn brinde nuevos conjuntos de datos para probar esas teorías".

Estamos en el atardecer de una sonda que llevó la luz a mundos hasta ahora inexplorados. Ahora está a punto de extinguirse, pero antes promete iluminar la oscuridad como jamás podríamos haber soñado.

Visiones de un nuevo mundo desde apenas 35 kilómetros de altura. 

Dawn's Latest Orbit Reveals Dramatic New Views of Occator Crater

jueves, marzo 15, 2018

Un pequeño y cambiante mundo

Dawn detecta cambios recientes en la superficie de Ceres.

A primera vista parece un mundo congelado en el tiempo, y aunque los datos que vamos recibiendo de forma obstinada señalan que es aún un lugar dinámico, con fuerzas que sigue actuando sobre una superficie en apariencia estéril, ciertamente no es esa la impresión que transmite. Existen los "puntos brillantes", lugares donde el agua interna emergió al exteriores y dejó como testigo estas acumulaciones de sales, y Ahuna Mons, que todo indica que estamos ante un volcán. Pero todo ello nos retrotrae a tiempos pasados, por recientes en escala geológica que sean.

Ahora, sin embargo, la sonda Dawn nos ofrece evidencias de cambios. No de cambios pasados, sino de cambios que están ocurriendo actualmente, y que se manifiestan en diferentes observaciones realizadas por esta sonda a lo largo del tiempo. Más concretamente en el interior del cráter Juling, donde ya se había detectado hielo de agua en su pared norte, pero que explorado nuevamente por su espectrómetro infrarrojo (VIR) entre abril hasta octubre de 2016, se reveló que la cantidad de hielo parecía haber aumentado.

"Esta es la primera detección directa de cambios en la superficie de Ceres", explica Andrea Raponi, del Instituto de Astrofísica y Ciencias Planetarias en Roma, y que dirigió el nuevo estudio, que encontró cambios en la cantidad de hielo expuesto en el planeta enano."La combinación de este pequeño mundo moviéndose más cerca del Sol en su órbita, junto con el cambio estacional, desencadena la liberación de vapor de agua del subsuelo, que luego se condensa en la pared fría del cráter. Esto provoca un aumento en la cantidad de hielo expuesto. El calentamiento también podría causar deslizamientos de tierra en las paredes del cráter, exponiendo manchas de hielo fresco".

El hielo de agua no es estable en la superficie de Ceres durante largos períodos de tiempo a menos que esté oculto en las sombras. De forma similar, el carbonato hidratado, que se detectó en una decena de lugares de la superficie, se deshidrataría, aunque a lo largo de un período de tiempo más largo de unos pocos millones de años. En definitiva, incluso en este último caso, han tenido que quedar expuestos recientemente. Algo se mueve en este pequeño mundo. O como lo resume Cristina De Sanctis, líder del equipo VIR, "los cambios en la abundancia de hielo de agua en un corto período de tiempo, así como la presencia de carbonatos de sodio hidratados, son una prueba más de que Ceres es un organismo geológicamente y químicamente activo".

Ahuna Mons, de 4 kilómetros de altura y (17 kilómetros) de ancho. Este es uno de los pocos sitios en el que se ha encontrado una cantidad significativa de carbonato de sodio, que se muestra en colores verde y rojo en la imagen inferior derecha.

Ceres, un pequeño y cambiante mundo pese a las apariencias. 

NASA Dawn Reveals Recent Changes in Ceres' Surface

lunes, diciembre 18, 2017

El increíble Ceres

Siguiendo las huellas de actividad geológica en este pequeño mundo.

Si sobrevoláramos este pequeño mundo inicialmente tendríamos la sensación de estar ante un lugar inerte, gris y lleno de cráteres, donde todo movimiento cesó hace tiempo. Sin embargo pronto nos daríamos cuenta de que algo rompe esa sensación de mortecina tranquilidad, cientos de zonas brillantes, cubiertas de un material más reflectante que el terreno circundante. Es evidente que algo sucede, y quizás no son tanto huellas de un pasado lejano como señales de una actividad cercana al presente, quizás incluso ahora mismo. Y es que gracias a los datos e imágenes de la sonda Dawn los científicos tienen ahora una mejor idea de cómo estas áreas reflexivas se formaron y cambiaron a lo largo del tiempo, mostrando procesos indicativos de un mundo activo y en evolución.

"Los misteriosos puntos brillantes en Ceres, que han cautivado tanto al equipo científico de Dawn como al público, revelan evidencia de un pasado océano subsuperficial e indican que, lejos de ser un mundo muerto, está sorprendentemente activo. Los procesos geológicos crearon estos brillantes áreas y aún puede estar cambiando su cara hoy día", comenta Carol Raymond, investigadora principal adjunta de la misión Dawn.

Desde que esta sonda entró en órbita, en Marzo de 2015, los científicos han localizado más de 300 áreas brillantes. Un nuevo estudio en la revista Icarus, dirigido por Nathan Stein, investigador doctoral en Caltech en Pasadena, California, las divide en cuatro categorías:

La primera contiene el material más reflectante, que se encuentra en los suelos de cráteres. El ejemplo más emblemáticos se encuentran en Occator, que alberga dos áreas brillantes prominentes. La más importante es Cerealia Facula, consiste en un material brillante que cubre una fosa de 10 kilómetros de ancho, dentro de la cual se encuentra una pequeña cúpula, acompañada por otra ligeramente menos reflectante y más difusa llamada Vinalia Faculae. Todo el material brillante presente en ambos casos está hecho de material rico en sal, que probablemente se mezcló una vez en el agua. Es muy reflectante por el contraste con el entorno, aunque si estuviéramos de pie sobre ella tendría un aspecto que recordaría la nieve sucia.

La segunda categoría abarca el material brillante en los bordes de los cráteres, y que muestra señales de deslizamiento. Posiblemente estaba originalmente bajo la superficie y quedó expuesto por el impacto. Asociado directamente a esta encontramos la tercera, referente al material brillante que encontramos entre los restos de material eyectado por estos últimos. Ahuna Mons es una categoría en si misma, la cuarta y única donde el material brillante no está asociado con ningún cráter de impacto. Es con toda probabilidad un criovolcán, un volcán formado por la acumulación gradual de materiales gélidos que fluyen lentamente, y que muestra prominentes vetas brillantes en sus flancos.

Aunque como vemos dista de ser única, si es cierto que las zonas brillantes de Occator no se parecen a ninguna otra, indicando procesos que no se han visto en otros lugares. La explicación que tiene más apoyos hoy día es que bajo Cerealia Facula pudo haber existido, al menos en el pasado reciente, un depósito de agua salada. Mientras Vinalia Faculae, podría haberse formado a partir de un fluido expulsado a la superficie por una pequeña cantidad de gas (vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano o el amoniaco), similar al champán que sale de su botella cuando se saca el corcho.

Cerealia Facula debe haberse formado en un proceso algo diferente, dado que es más elevado y más brillante. En este caso podría haberse comportando más como magma helado, filtrándose a través de las fracturas e hinchándose en la cúpula que vemos hoy día.

La historia de Ceres, lejos de esa primera impresión que su gris superficie llena de cráteres puede transmitirnos, se revela como un lugar de una complejidad extraordinaria, donde la actividad geológica terminó recientemente, si es que aún no se mantiene de alguna forma, y del que se han extraído conclusiones tan notables como el hecho de que seguramente dispuso de un océano en tiempos pasados, cuyas huellas químicas pueden detectarse en la superficie. El tiempo que aún le queda a Dawn se espera intensa, especialmente ahora que se dirige a órbitas más bajas de la que jamás alcanzó antes. Un mundo extraño y aún lleno de sorpresas espera esta visita definitiva.

El cráter Oxo es un ejemplo de la segunda categoría, con material brillante en sus bordes.

El cráter Haulani, con un diámetro de 34 kilómetros, muestra evidencia de deslizamientos de tierra desde sus bordes.

Ahuna Mons, un más que posible y espectacular criovolcán.

Las 4 categorías en que se pueden dividir las zonas brillantes de Ceres, con Ahuna como un elemento único.  

Bright Areas on Ceres Suggest Geologic Activity

lunes, octubre 23, 2017

Un largo amanecer en el pequeño Ceres

La NASA da luz verde a una segunda extensión en la misión de la sonda Dawn.

La desaparición de la sonda Cassini dejó un vacío en todos nosotros, en aquellos que nos apasiona la exploración de otros mundos. Por ello noticias como esta, el saber que otra de ellas, por el contrario, tendrá asegurada su existencia un poco más, es siempre agradable de recibir, incluso teniendo en cuenta que hasta cierto punto es habitual, además de perfectamente lógico, seguir adelante con aquellas misiones que muestran seguir en plena forma. Este es el caso de Dawn, que acompaña, seguirá acompañando y permanecerá como un pequeño satélite artificial más allá de su final.

Así lo anunció la NASA, que autorizaba así la que será la segunda extensión de su actual misión de exploración. Eso significa que sus responsables tendrán el presupuesto, el equipo y las instalaciones de comunicación necesaria para seguir adelante, pudiendo así afrontar los nuevos restos marcados: Llevar a Dawn más cerca de Ceres de lo que nunca estuvo antes (200 Kilómetros por los 385 que marcaba el récord anterior) y recabar datos con el espectrómetro de rayos gamma y neutrones, que permitirá comprender con un detalle sin precedentes la composición de la capa superior y la cantidad de hielo de agua que contiene. Imágenes de una calidad superior y datos sobre la mineralogía de este planeta enana son otros de los objetivos marcados.

Existe un interés extra en esta prolongación, y es que así podrá presenciar el paso de Ceres por el perihelio, su punto más cercano al Sol, que ocurrirá en Abril de 2018. Existe la posibilidad de que este aumento de la radiación solar implique también la emisión del vapor de agua, formando la tenue atmósfera transitoria intuida en los datos del ya desaparecido observatorio espacial Herschel. Los científicos de la misión han formulado la hipótesis de que el vapor de agua puede producirse en parte a partir de partículas energéticas solares interactuando con hielo situado justo por debajo de la superficie. Sea cual sea la respuesta, Dawn estará ahí para ver lo que ocurre.

Un futuro prometedor, aunque no muy prolongado. Dada sus reservas de combustible se estima que podrá seguir en activo hasta la segunda mitad de 2018. Pero a diferencia de Cassini y otras, no está destinada a la destrucción. Estrellarla no es una opción, por lo se la situará en una órbita estable, donde permanecerá de forma indefinida incluso más allá de su final, cuando las comunicaciones se corten de forma definitiva. Ceres habrá ganado así una pequeña luna, pequeña y metálica, un testimonio mudo de que un día fuimos capaces de llegar hasta ahí.

Deslizamientos en Ceres, que los científicos interpretan desencadenados por la presencia de hielo. Volando más cerca de la superficie que nunca, Dawn intentará ofrecer datos e imágenes que permitan dar con una respuesta.

Una secuencia completa alrededor de Ceres, en una secuencia captada el 29 de Abril, justo en el momento en que este planeta se encontraba justo al otro lado del Sol con respecto a la Tierra.

Ceres tal como lo veríamos con nuestros propios ojos. 

Dawn Mission Extended at Ceres

miércoles, marzo 08, 2017

Un salado monstruo llamado Cerealia

Nuevos estudios apoyan la idea de que estamos ante un criovolcán.

Cerealia Facula. Con este nombre se conoce la gran zona brillante que se eleva desde el centro del cráter Otaccor, y dicha expresión no es gratuita, ya que las imágenes muestran una espectacular cúpula de 3 kilómetros de diámetro y cuya cima se eleva nada menos de 400 metros por encima de la llanura circundante. Cruzada por innumerables fracturas, al observarla teníamos la impresión que estamos ante el resultado de fuerzas poderosas, de algo que tiempo atrás ejerció una presión extrema para salir al exterior. Ahora, el estudio de las imágenes y datos de Dawn parecen demostrar que dicha impresión no andaba desencaminada.

Así lo creen científicos del Max Planck Institute for Solar System Research, cuyas conclusiones después de examinar todo la información que se dispone de Occator es que Cerealia es lo que queda de un criovolcán que hasta tiempos recientes, quizás tanto como solo 4 millones de años, entró en erupción de forma repetida."La edad y la apariencia del material que rodea la brillante cúpula indican que se formó mediante un proceso recurrente, eruptivo, que también arrojó material hacia regiones más exteriores", explica Andreas Nathues, que participó en este estudio."Un solo evento eruptivo es bastante improbable". Aunque sería la última de ellas la que le dio su aspecto actual.

Varios son los aspectos que parecen señalar la naturaleza volcánica de Cerelia. Una de ellas es que impactos meteóricos dentro de Occator no han hecho emerger material parecido, lo que descarta que exista un depósito bajo la superficie que simplemente quedara al descubierto por la colisión que lo formó. Es decir, parece que procede del interior mismo de Ceres. Y también que es mucho más joven que el propio cráter, cuya edad estimada ronda los 35 millones de años. Y la otra es que Calixto y Ganímedes, las grandes lunas jovianas, también se observaron cúpulas parecidas, identificadas de forma bastante sólida como criovolcanes.

"El gran impacto que dio forma al gigantesco cráter Occator debió haberlo originado todo, desencadenado la actividad criovolcánica posterior", señala Nathues. ¿Queda algo de dicha actividad? No lo sabemos. Ciertamente existen señales de cierta actividad a bajo nivel, como la presencia de de vapor de agua sobre el, detectado por el telescopio espacial Herschel en 2014, o la presencia de neblinas, visibles para Dawn bajo cierto ángulos de observación, aunque en todo estos casos se cree que es resultado de la sublimación del agua presenta en la superficie. La respuesta a esta pregunta, de momento, permanece a la espera de ser encontrada.

La que si podemos dar por respondida, y de forma cada vez más estridente, es que Ceres es un pequeño mundo extraordinario. El esfuerzo que se hizo para poder alcanzarlo valió la pena. Y se quedará corto, ya que muchas cosas quedarán sin respuesta una vez la sonda Dawn llegue al final de su vida. 

Cerealia Facula, la cúpula o domo que se eleva en el corazón de Otaccor, y que contiene el material más brillante de Ceres, una concentración de carbonato de sodio y cloruro de amonio, dejado atrás cuando el agua de las diferentes erupciones se sublimó. 

Cryovolcanism on Dwarf Planet Ceres 

Brightest ‘Spot’ on Ceres is Likely a Cryovolcano

sábado, febrero 18, 2017

Caminos orgánicos

Dawn detecta compuestos precursores de la vida alrededor del cráter Ernutet.

La Tierra ya no se percibe, como si ocurría antes, un extraño y casi exótico oasis de agua y vida en un Sistema Solar por lo demás desértico a todo elementos relacionado con ambos conceptos. Primero el líquido elemento, y después los elementos que se consideran los "bloques" primordiales de los que surgió la vida en nuestro planeta, desde la materia orgánica hasta las sales, diversos aminoácidos, los carbonatos o el amoniaco, hoy día sabemos que están ampliamente presentes, especialmente en los mundos exteriores, años antes considerados un erial gélido y vacío. Es por ello el creciente interés en lugares como Europa o Encélado, entre otros, como objetivos astrobiológicos. Si todas las piezas necesarias están juntas, como parece que así es, nada debería impedir que la vida hubiera florecido en ellos. O al menos eso pensamos.

Y Ceres no podía ser menos, aunque no fue hasta tiempos recientes cuanto finalmente Dawn pudo detectar una de las últimas piezas que le faltaban, una vez ya había confirmado elementos como el amoníaco, el agua helada, los carbonatos y las sales: Material orgánico alifático, compuestos de carbono de cadena abierta implicados en la química que genera la vida. El hallazgo se realizó dentro de una pequeña zona alrededor del cráter Ernutet, donde la sonda detectó ha detectado un material con longitudes de onda que parecen encajar con los grupos metilo (­CH3) y metileno (CH2), propios de la materia orgánica. Aún más importante, no parecen elementos traídos desde el exterior, "contaminación" externa, de meteoritos que lo hubieran transportado hasta ahí, sino nativos, posiblemente generados en su interior, donde el agua y calor están presentes.

"La presencia combinada en Ceres de este material orgánico, junto a los minerales hidratados con amoníaco, el hielo de agua, carbonatos y sales, supone un entorno químico muy complejo, lo que sugiere un ambiente favorable para la química prebiótica”, destaca la autora principal, María Cristina De Sanctis, del Instituto Nacional de Astrofísica de Roma, que descarta el origen exterior:"Es poco probable que este material se haya depositado ahí desde una fuente externa mediante un impacto, porque el calor extremo los habría destruido, y porque su distribución en la superficie no se corresponde con ese tipo de colisión".

Con este nuevo hallazgo, el primero completamente confirmado dentro del Cinturón de Asteroides, Ceres se convierte en uno de los objetos celestes con más potencial donde podría existir la vida, o al menos donde podemos hallar todos los elementos que parecen básicos para ella, una versión previa de lo que pudo ser nuestro planeta. Se habían detectado en otros asteroides, pero es la primera vez que todos ellos aparecen juntos en uno en concreto, y aún más curiosos, en el caso de los orgánicos, concentrados en zonas muy concretas de la superficie. ¿Quizás expulsados al exterior por algún proceso geológico o impacto externo?¿Pueden ser una muestra de lo que se esconde en su interior? Existe un ambiente propicio para la vida bajo su gélida y reseca superficie? Como suele ser habitual, una respuesta lleva a más preguntas. Así es el eterno camino del conocimiento. 
 
Los materiales orgánicos en Ceres se localizan principalmente en un área que cubre aproximadamente 1.000 kilómetros cuadrados alrededor del cráter Ernutet, especialmente en su borde sur y en un área justo al suroeste, además en zonas cubiertas por el material eyectado por el impacto. Hay otras pequeñas áreas ricas en orgánicos a varios kilómetros al oeste y al este. Se añade una zona muy pequeña en el cráter de Inamahari, a unos 400 kilómetros de distancia. 

El planeta enano Ceres alberga compuestos precursores de la vida

martes, noviembre 22, 2016

Elevándose sobre un mundo fascinante

Dawn inicia su camino hacia una nueva órbita más alta no sin antes dejarnos nuevas imágenes del famoso cráter Occator.

Una nueva fase se abre para la exploradora de los pequeños mundos del Cinturón de Asteroides. Desde julio, cuando fue confirmada la extensión de su actividad, y después de decidirse que permanecería alrededor de Ceres, en lugar de alejarse hacia un tercer y definitivo objetivo, la sonda tiene como meta profundizar aún más en los secretos de este mundo singular, confirmando y afinando los datos ya recogidos previamente. Para lograrlo, ahora se está alejando lentamente. Su objetivo, situarse en una nueva órbita científica, la 6ª, a 7200 Kilómetros de distancia. Un lento viaje que deberá concluir a principios de Diciembre.

Pero antes de alejarse, y desde la 5ª órbita científica, situada a 1.420 Kilómetros de altitud, Dawn nos ofreció el 16 de Octubre, entre muchas otras imágenes, una vista inédita de Occator, con un ángulo de iluminación diferente al de todas las tomas anteriores. Y gracias a ello podemos apreciar mejor su estructura. Cabe recordar que últimas investigaciones sugieren que el material brillante está compuesto de sales que quedaron atrás después de que agua salobre surgiera del subsuelo, se congelara y luego se sublimara, lo que significa que se convirtió directamente de hielo en vapor. Aunque no sabemos claramente los mecanismos detrás de esta actividad, posiblemente el propio impacto que originó el cráter desencadeno el surgimiento posterior de agua subsuperficial.

Una imágen que marca el final de una etapa y el principio de otra. Poco después, el 4 de Noviembre, Dawn comenzó su proceso de alejamiento, aplicando en esta ocasión un nuevo esquema de maniobras recientemente desarrollado y que permitirá reducir el gasto de Hidrazina y el combustible Xenón, que alimenta a su propulsor iónica. Lo que duren estas reservas determinará la vida que le queda a la sonda, y por ello es importante poder ahorrar lo máximo posible, ya que significa ampliar el tiempo que aún dispondremos de ella. Una vez en su 6ª órbita científica, el espectrómetro de rayos gamma y de neutrones mapeara la radiación de rayos cósmicos no relacionados con Ceres. Esto permitirá a los científicos restar este "ruido" de las mediciones ya hechas del propio planeta enano, haciendo la información más precisa.

Como resume perfectamente Marc Rayman, ingeniero jefe de la misión,"esta imagen captura la maravilla de elevarse sobre este fascinante mundo que Dawn es la primera en explorar".

 
Una visión cercano de Occator. La zona blanca es una concentración de sales, que indican el punto donde agua salada emergió del subsuelo. Una vez esta se evaporó, solo quedaran dichas sales como señal de su presencia. ¿Una señal que bajo la superficie quizás se esconden grandes acumulaciones de agua líquida, con todo lo que implica de cara a una posible habitabilidad?

Esta es posiblemente la mejor vista que tenemos del "punto brillante" de Occator, una combinación de imágenes tomadas a principios de 2016 con otras tomadas en Septiembre de 2015, con el color generado a partir de usar diversos filtros espectrales a  38, 550 y 965 nanometers. Las ahora presentadas no son tan espectaculares, pero nos ofrecen una vista diferente. 

New Ceres Views as Dawn Moves Higher

miércoles, septiembre 07, 2016

Fuego helado en la montaña solitaria

Un volcán y una temporal atmósfera, últimos descubrimientos de Dawn.

Ahuna Mons es el nombre oficial de una de las formaciones más extrañas de Ceres, al nivel de los famosos puntos brillantes de Otaccor, y que llamara la atención desde el mismo momento en que las cámaras de la sonda Dawn detectaron su presencia. No es para menos, ya que su forma, situación y casi ausencia de cráteres hace que no parezca encajar en el terreno circundante, como si hubiera hecho acto de presencia en algún momento muy posterior. Una sensación inicial que ahora nuevos estudios, realizados a partir de las imágenes recibidas parecen confirmar, abriendo con ello la fascinante posibilidad, casi certeza, de que estamos ante un volcán.

Así lo indica un equipo liderado por el investigador Ottaviano Ruesch, del centro Goddard de la NASA, señalando que su forma de domo, con una base elíptica y una parte superior cóncava, junto a otras propiedades, indican se enmarca dentro de la categoría de los criovolcánes, donde el magma que conocemos en la Tierra es remplazado por una mezcla de hielo y agua. Y mediante diversos modelos matemáticos, los autores han determinado la edad de Ahuna Mons, determinando que se formó después de los cráteres que la rodean. Esto que indica que esta montaña helada se originó hace relativamente poco, lo que se traduciría en que Ceres es aún activo geológicamente.

Lo que es toda una sorpresa. Aunque el volcán no parece estar activo actualmente, el equipo de Dawn se sorprendió que pareciera geológicamente tan reciente, quizás unos pocos cientos de millones de años. La misma clase de sorpresa que representó Plutón, y que nuevamente hace necesario replantearse nuevamente nuestra visión de estos pequeños mundos, y la idea de que el vulcanismo activo es patrimonio de planetas, con suficiente calor interno, y lunas, calentadas por las mareas gravitatorias. Además, tradicionalmente se considera que estos requieren cuerpos rocosos, como la Tierra o Marte, o hechos de hielo, como Encélado. Sin embargo Ceres está hecha de sales, rocas y hielo de agua: Ingredientes exóticos e inesperados para vulcanismo."No hay nada que se le parezca Ahuna Mons en el Sistema Solar", explica Lucy McFadden, co-autora del artículo. "Es la primer criovolcán que hemos visto que fue producido por una mezcla de salmuera y arcillas".

Por tanto, como ya nos insinuó Plutón, las limitaciones físicas y químicas a vulcanismo son sólo aparentes. Como consecuencia, podría ser más extendido de lo que se pensaba anteriormente."Ahuna Mons nos permite ver el interior de Ceres" dijo Ruesch. "El mismo proceso pueden ocurrir en otros planetas enanos como Plutón". Un descubrimiento que viene de la mano de otro: La posible presencia de una débil y temporal atmósfera.¿Quizás en relación a algún tipo de actividad volcánica reciente? Las preguntas, como vemos, no dejan de surgir con cada nueva respuesta, como si este pequeño mundo fuera construyendo a su alrededor nuevas capas de misterio a medida que Dawn va retirando las anteriores, en una lucha contante entre el conocimiento y el misterio.

La montaña solitaria. Desde el primer momento se tiene la sensación de que es algo "extra", puesto ahí en un momento del tiempo muy posterior al terreno que la rodea. Ahora sabemos que era una sensación correcta, ya que posiblemente es un volcán de unos pocos cientos de millones de años de existencia, mucho más joven que los 4500 millones del mundo al cual pertenece.

La montaña solitaria.

NASA Discovers "Lonely Mountain" on Ceres Likely a Salty-Mud Cryovolcano

jueves, julio 07, 2016

Del amanecer al atardecer

La sonda Dawn permanecerá en Ceres una vez descartada por la NASA la opción de enviarla hacia otro asteroide.

Esta es la hermosa historia de un pequeño explorador robótico. Su nombre significaba "amanecer", y ciertamente sus objetivos hacían honor a tal nombra, ya que debía llevar una primera luz de conocimiento sobre el tan cercana, pero al mismo tiempo tan desconocido, Cinturón de Asteroides, esa basta región que se extiende entre Marte y Júpiter, en otro tiempo vista como los restos de un planeta destruido, pero que hoy día sabemos que posiblemente nunca llegó a nacer. Las mareas gravitatorias del gigante joviano abortaron cualquier intento de formación planetaria a gran escala, dejando solo un tenue resto de lo que pudo ser tiempo atrás.

Era una situación paradójica. No pocas sondas habían cruzado esta región, pero ninguna la había estudiado más allá de alguna tímida mirada fugaz. Atraídos por los gigantes y sus lunas lo dejamos de lado. Hasta Dawn. Armada con sus impulsores iónicos, que le daba una capacidad de maniobra que ninguna otra sonda hasta entonces podía igualar, se adentró en el cinturón, pero esta vez para quedarse de forma definitiva. Nació para iluminar esta zona entre mundos, a su vez llena de pequeños mundos, y así lo hizo. Primero Vesta, el tercero de mayor tamaño y el segundo en masa, al cual orbitó durante un año, desvelando la auténtica naturaleza de lo que no dejaba de ser un protoplaneta, la semilla de un mundo que nunca llegó a germinar por completo, con un interior diferenciado como la Tierra, y fuente de algunos de los meteoritos que llegan hasta ella. Algo enorme lo golpeó en su momento, y sus cámaras mostraron a Rheasilvia en todo su esplendor, una cuenca de impacto con un diámetro casi tan grande como el propio asteroide. De ahí posiblemente salieron algunas de las rocas que siguen cayendo del cielo.

Vesta era interesante, pero el objetivo real de Dawn era Ceres, el mayor de todos, tan grande que actualmente se le clasifica como planeta enano, al igual que Plutón. Encendiendo otra vez sus impulsores, puso proa hacia la meta soñada, que alcanzó el 6 de marzo de 2015. Ninguna otra sonda había hecho nada parecido: Entrar en órbita alrededor de un mundo, desligarse de el cuando así se requirió, para realizar un nuevo salto y entrar por segunda vez en órbita alrededor de otro. Suena sencillo, pero representó toda una hazaña tecnológica, además de un reconocimiento en si mismo a las personas increíbles que están detrás.

Y como hizo con Vesta, también llevó el amanecer a Ceres. Otro mundo, otros horizontes, lleno de sus propios enigmas, de sus propias maravillas, que desveló desde distancias cada vez menores, hasta que el 16 de diciembre de 2015 alcanzó la última de ellas, a solo 380 Kilómetros de la superficie. No iría más allá, pero era suficiente. El mundo de los "puntos blancos" se abrió a nosotros en todo su esplendor. Al igual que cada planeta del Sistema Solar es único, también cada asteroide del cinturón tiene su propia "personalidad". Si alguien esperaba un montón de aburridas piedras todas iguales se llevó una decepción. O mejor dicho, una alegría. Fallar una estimación por ser demasiado pesimista lo es siempre.

El 30 de Junio concluía su misión científica primaria, habiendo alcanzado y superado todas las metas establecidas. Un éxito que no podía sino ser recompensado con una extensión de su actividad, con la sonda operativa y con combustible para ello. Pero algunos miraron más allá. "Si tiene capacidad para ello, y con todas las metas científicas marcadas para Ceres cubiertas, porque no enviarla hacia un tercer objetivo?". Una idea fantástica. Dawn rompería los lazos gravitatorios con Ceres y realizaría un tercer, y esta vez definitivo, viaje. Esa era la apuesta que su equipo en tierra, en bloque, defendían ahora ante la NASA.

Pero ese es un final alternativo que nunca tendrá lugar. La decisión fue tomada y Dawn permanecerá al lado de Ceres hasta el final. Y por razones de peso. Las recientes pruebas de posible actividad hidrotermal detrás de la formación de los puntos blancos, que inicialmente se habían interpretado de otro forma, muestras que no todo esta tan claro, y que nuevas observaciones sobre lo ya observado pueden ofrecer resultados diferentes y cambiar las teorías previas. Y con Ceres acercándose a su punto de mínima distancia al Sol quién sabe cuantas cosas pueden cambiar de seguir ahí. De haberse decantado iniciar el viaje, el único destino al alcance hubiera sido 145 Adeona, no demasiado atractivo por lo que sabemos de el gracias a las observaciones por radar cuando pasó cerca de la Tierra en 2001. Y con solo 40 kg de xenón en sus depósitos (de los 425 con los que despegó) no habría podido entrar en órbita, solo hacer un fugaz sobrevuelo. Si hubiera podido llegar, que tampoco estaba claro del todo.

Dawn, la sonda del amanecer, permanecerá a su lado hasta que llegue su inevitable atardecer y las sombras la envuelvan para siempre. Y situada en una órbita considerada extremadamente estable, incluso permanecerá más allá de su definitivo. Puede que siga ahí durante milenios. Puede que siga ahí indefinidamente, siguiendo a Ceres a través de las eras. Quizás no podría haber mejor forma de terminar para este pequeño Sol de metal, que iluminó lo que en su momento estuvo cubierto por las tinieblas del desconocimiento.

Los datos de Dawn hasta el 30 de Junio, momento en que terminó su misión científica primaria. Un colosal trabajo cuyos datos e imágenes seguirán siendo estudiadas mucho después de su final. 


Estudiada en profundidad y mapeado casi al completo, Ceres parece seguir guardando sorpresas. Suficientes como para que la NASA decidiera que es mejor seguir acompañándolo hasta el final de su vida útil.

Ceres, el lugar donde Dawn permanecerá hasta más allá de su final.

Dawn Completes Primary Mission