Observando el mar salino del cráter Occator desde solo 35 kilómetros de altura.
Dawn está a las puertas de su final, y con ello se pondrá punto final una de las misiones más importantes de la historia de la exploración interplanetaria, la primera que exploró el Cinturón de Asteroides y visitó dos de sus principales habitantes, Vesta y Ceres. Será este último su hogar definitivo, donde, una vez agotado su combustible y incapaz ya de maniobrar y comunicarse con la Tierra, permanecerá por tiempo indefinido como una nueva y pequeña luna de esta planeta enano. Estamos disfrutando de sus últimos momentos, y su equipo está haciendo todo lo posible para que sea por todo lo alto.
Cerealia Facula, el famoso "punto brillante" del cráter Occator que tanto llamó la atención de los científicos de la misión así como del público en general, se reveló pronto como una enorme acumulación de sales brillantes, fruto de la emersión de agua líquida desde el interior de Ceres, una actividad geológica reciente y que quizás no concluida aún. La serie de panorámicas realizadas a lo largo de los 3 años que lleva acompañando a este mundo no han dejado de mostrar lo espectacular que resulta, sobretodo si se tiene en cuenta su origen. Y cada vez lo fueron más a medida que, paso a paso, fue descendiendo a órbitas más bajas. Hasta alcanzar la última y definitiva.
Apenas 35 Kilómetros de altura. Esta es su posición actual, una atalaya desde donde puede observar los detalles de la superficie con un detalle sin precedentes. Y Carealia no podía faltar. Recientemente se hizo público el que será con seguridad la mejor vista que tendremos en mucho tiempo de ella, una combinación de diversas tomas aplicadas sobre un modelo de topografía basado en imágenes
obtenidas durante una órbita anterior, a unos
385 km de altitud. El resultado, al que no se le aplicó ninguna exageración vertical para resaltar la orografía circunda te, permite apreciar Cerealia Facula en todo su esplendor.
Es solo una gota más en el inmenso mar que representa todo el legado visual y científico que dejará Dawn para la posteridad, pero posiblemente este mar de sal, resplandeciente bajo la luz del lejano Sol, será la imagen icónica que permanecerá en el recuerdo, y a la que todo regresaremos siempre que recordemos a esta sonda. Y es que ninguna otra representa mejor la complejidad que se esconde en el reino de los mundos más pequeños del Sistema Solar. Como Plutón, Ceres demostró que nada es tan sencillo como parece.
Los "puntos brillantes" están presentes en todo Ceres, testimonios de un mundo activo y cambiante, aunque ninguno llega al nivel de espectacularidad de Cerealia Facula.
El atardecer llega para la sonda Dawn (amanecer). Su legado, haber explorado por primera vez el Cinturón de Asteroides y descubrir la complejidad de mundos como Vesta y Ceres.
Bright Spots On Ceres
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