sábado, mayo 25, 2019

Un tren de luz

La espectacular vista de los nuevos satélites Starlink.

Space X nunca deja de sorprendernos, haciendo propuestas asombrosas, rodeadas de un inevitable escepticismo, pero que tarde o temprano se hacen realidad. Así ha sido desde el día que apareció en nuestras vidas, anunciado su intención de construir su propio lanzador para poner en órbita todo tipo de cargas, y aún más, el deseo de desarrollar sus propios vehículos espaciales. Y todos se han ido haciendo realidad, hasta el punto de que, a día de hoy, casi damos por descontado que lo que la compañía de Elon Musk prometa, tarde o temprano, se cumplirá. Se ha ganado esa confianza.

A las 2:30 GMT de este pasado 24 de Mayo despegaba el que se puede considerar el primer paso para cumplir una de esas promesas, StarLink, una red de pequeños satélites con la que aspira a ofrecer un servicio de internet de alta velocidad a escala global. Una futura constelación de pequeños satélites de unos 250 kilogramos cada uno, hasta 12.000 de ellos dentro de varías décadas, capaces de comunicarse entre ellos y con La Tierra, es lo que se planea conseguir, y estos primeros 60, aunque aún en fase de prueba, deben poner la primera piedra para hacerlo realidad.

Pero mientras esperamos ese momento, y desde una perspectiva terrestre, Marco Langbroek, del blog SatTrackCam Leiden, que se dedica al seguimiento de los diversos vehículos en órbita, nos regala quizás una de las escenas espaciales más memorables de los últimos tiempos, según sus propias palabras."Fue una vista increíble, y yo gritando ' Owowowow! ' cuando el brillante  tren de objetos entró en el campo de visión". La secuencia es ciertamente es asombrosa en imágenes, así que podemos imaginar como es verlo directamente.

Es un proyecto a largo plazo. El tiempo dirá si lo que ofrezca finalmente valió el esfuerzo, si tantos satélites, por pequeños que sean, pueden convertirse en un problema (aunque están diseñados para que se incineren en la atmósfera una vez concluida su vida útil), y si, al fin y al cabo, es un sueño demasiado ambicioso. Pero lo que el tiempo no nos puede quitar ya es la emoción de observar ese tren de luz cruzando el firmamento.

El espectacular "tren" de satélites Starlink, que deberán ir colocándose en su posición definitiva a lo largo de los próximos días y semanas.

La carga de los 60 satélites.

Los Starlink con sus paneles solares desplegados.

WOWOWOW!!!! A SPECTACULAR view of the SpaceX Starlink satellite train! 

viernes, mayo 24, 2019

Fantasmas entre dos mundos

Las espectaculares nubes noctilucentes marcianas.

En La Tierra se las conoce técnicamente como "nubes mesosféricas polares", aunque su extraña apariencia, casi alienígena, y las especiales condiciones necesarias para que se hagan visibles, iluminadas por un Sol situado por debajo de ellas desde el punto de vista de los que las observan, hace que se las conozca también como noctilucentes, ya que parecen precisamente esto, brillante mantos de luz en la oscuridad del atardecer o bien antes de amanecer. Son uno de los enigmas meteorológicos de más reciente aparición. Son habitantes de las alturas, a 75 y 85 kilómetros por encima de nuestras cabezas, en la frontera misma del espacio, y aún estamos lejos de comprenderlas.

Curiosity, en Sol 2.410, hizo su pequeña aportación al enigma de estos brillantes fantasmas ofreciéndonos la visión de algo tan familiar como extraño, nubes noctilucentes, pero no terrestres, sino en otro mundo. Y es que Marte resulta un mundo tan atractivo no solo por su cercanía, sino por ser lo más parecido a la Tierra que conocemos, con todas las implicaciones que ello comporta. Allí donde miremos vemos cosas extrañas, pero al mismo con destellos familiares. Entre ellas estas nubes extraña, de agua helada, hielo seco o mezcla de las dos, y que habitan, como sus "hermanas" terrestres, en el limite mismo del cielo.

Ya los habíamos visto tiempo atrás, de la mano de varias de las sondas en órbita, pero nunca de forma tan espectacular como la que nos ofreció el gran rover de la mano de su cámara de navegación. Son fantasmas marcianos, los recuerdos de un tiempo más terrestre ya perdido, aunque no del todo. Imágenes como esta nos recuerdan que, pese a ser hoy día un lugar hostil a la vida, la llama de la maravilla aún no se ha extinguido del todo.

El científico Sean Doran ensambló todas las tomas realizadas y nos ofreció el paso de estas fantasmales nubes en movimiento. Hermoso, realmente hermoso.

Nubes noctilucentes terrestres. El parecido es evidente y casi mágico.

Espectaculares nubes noctilucentes recorren el cielo de Marte 

martes, mayo 21, 2019

Fortuna lunar

Yutu 2 encuentra las primeras muestras de material procedentes del manto lunar.

Todo misión interplanetaria necesita su pequeña dosis de fortuna, ese pequeño empujón extra del destino que le permita alcanzar plenamente sus objetivos, complementando así el titánico esfuerzo realizado por su equipo humano. Un dicho popular señala que la suerte hay que buscarla, y eso es una certeza en la exploración de otros mundos. Hay que llegar hasta donde sea humanamente posible, acertar en todas las maniobras necesarias, así como en el lugar elegido, para así tener la fortuna de encontrar lo que se está buscando.

La Chang'e-4 jugó esta carta y accedió al gran premio, material procedente del manto lunar, lo que era el objetivo clave por lo cual se dirigió a esta zona de la cara oculta. La gran cuenca Akiten, con sus más de 2000 kilómetros de diámetro y 13 de profundidad con respecto al nivel medio de la superficie lunar, era una clara puerta para intentar alcanzar los misterios del interior de la Luna. Pero no todo tan sencillo, ya que se debía alunizar, por razones de seguridad, en una superficie plana, una llanura, pero estas suelen estar cubiertas de basalto. Es decir, se alunizó sin saber realmente si se podría alcanzar algún punto donde el material del manto fuera accesible.

Y es aquí donde la necesaria dosis de suerte hizo acto de presencia. Usando los datos obtenidos por el espectrómetro visible e infrarrojo instalado en Yutu-2, un equipo de investigación dirigido por Li Chunlai, encontró que el área de aterrizaje estaba dominada por la presencia de olivino y piroxeno bajo en calcio, además de una pequeña cantidad de piroxeno de alto contenido en calcio, que es probable que procedan del manto y que difiere claramente de la composición habitual del suelo lunar. "Los datos, a diferencia de los obtenidos por Yutu en el lado cercano, nos dieron una agradable sorpresa".

¿Cómo llegó esa material a la superficie, teniendo en cuenta la falta de actividad tectónica a gran escala? La respuesta, después de examinar imágenes en alta resolución y datos espectrales, es que su origen está en un gran cráter de unos 72 kilómetros de diámetro llamado Finsen. En resumen, el impactó que lo formó lanzó por los aires una gran cantidad de materia, parte del cual cayó sobre el cráter Von Karman. Es decir, la Chang´e-4 alunizó por pura suerte sobre la zona de eyección del primero, que además, al estar en esta región tan cerca de la superficie, expulsó al exterior parte del manto. Un golpe de fortuna, ya que de lo necesario quién sabe cuanto habría tenido que recorrer Yutu 2 para encontrar algo parecido, si es que lo encontraba en absoluto.

Evidentemente existen un cierto grado de duda, y serán necesarios nuevos análisis. Y, por supuesto, nada superara la precisión que se pude obtener de unas muestras directamente llevadas a la Tierra, donde los grandes laboratorios disponen de mucha más capacidad de análisis y instrumentos. A lo que se añade el hecho de que el propio Yutu 2 se encuentra a solo dos kilómetros del límite de la zona de eyección, lo que significa que alcanzará una región donde domina en basalto, lo habitual en estas llanuras, y por tanto podrá obtener datos que sirvan para compararlo con estos últimos y sacar conclusiones.

El primer viaje a la cara oculta de La Luna empieza a dar sus frutos, ya que si realmente estamos ante material del manto lunar, implicaría acceder a pistas hasta ahora inalcanzables sobre su origen y evolución. La razón mismo de esta extraordinario viaje al otro lado.

La Chang´e 4, marcada con dos flechas, vista por la Lunar Reconnaissance Orbiter. Situada dentro del cráter Von Karman, que parece haber recibido una lluvia de materia del manto procedente de la formación del cercano cráter Finsen.

China Focus: Chinese lunar rover's "lucky" find could unlock secrets of moon

lunes, mayo 20, 2019

Donde duerme Beresheet

Desvelando su lugar de impacto.

El pasando 11 de Abril la primera misión privada a La Luna, financiada por la israelí SpaceIL tenía un triste final. El simple hecho llegar hasta ella, entrar en órbita, enviar datos y iniciar el camino de descenso fueron ya triunfos para una misión que estaba abriendo un nuevo camino nunca antes transitado, pero la guinda final, el alunizaje, al que debería haber seguido un corto tiempo de actividad antes de sucumbir a las duras condiciones selenitas, nunca llegó. Lo que ahora sabemos que fue un fallo humano, la carga de un programa que a la postre le haría errar en sus maniobras finales, selló su destino.

La veterana Lunar Reconnaissance Orbiter tenía así un nuevo objetivo, encontrar el lugar exacto donde este pequeño vehículo se precipitó de forma fatal contra la llanura lunar. No sería sencillo, ya que estábamos hablando de algo muy pequeño. No podría haber dejado demasiada huella. Pero finalmente, el 22 de Abril, su potente cámara captó lo que, según todos los indicios, es la señal dejada en su momento final. 

Lo que se observó es una mancha oscura de unos 10 metros de ancho. No se pudo detectar el cráter propiamente dicho, posiblemente porque sea demasiado pequeño para aparecer en las fotos. Otra posibilidad es que directamente no formara cráter alguno, dado su bajo ángulo de aproximación (alrededor de 8.4 grados con relación a la superficie), ligera masa y baja velocidad. El halo alrededor de la mancha podría haberse formado a partir del gas asociado con el impacto o de las partículas finas  expulsadas durante el descenso , que "suavizaron" el suelo alrededor del lugar de aterrizaje, haciéndolo altamente reflectante

Aunque pueda parecer que existen dudas, en realidad la identificación esta clara. Se sabe donde se produjo el impacto, ya que se mantuvo el contacto con Beresheet hasta pocos kilómetros antes del impacto, por lo que no podía haber ido demasiado lejos incluso en el caso de una pérdida total de control. Además la formación vista encaja, por su forma y características, con la de otros impactos de origen humano. Es su lugar de descanso final.

Así terminó el viaje de la pequeña , como una pequeña mancha en La Luna. Puede parecer decepcionante, y lo es hasta cierto punto, pero también muestra que, al fin y la cabo, alcanzó a nuestro satélite, lo que teniendo en cuenta lo modesto del proyecto es mucho, lo suficiente para esperar más pronto que tarde una Beresheet 2 que coja el testigo y llegue donde su hermana no pudo  llegar.


A la derecha, la imagen procesada para resaltar los cambios cerca del lugar de aterrizaje entre las fotos tomadas antes y después.


Fue un sueño con un súbito despertar. Pero igualmente maravilloso.

Beresheet Impact Site Spotted

lunes, mayo 13, 2019

Una extraña entre nosotros

Descubriendo una estrella "alienígena".

Nuestra galaxia, a pesar de su delicado nombre, es una devoradora de otras más pequeñas, y posiblemente su formación, crecimiento es producto de haberse alimentado, en una feroz dieta caníbal, a otros congéneres que tuvieron la mala fortuna de caer en sus manos. Es algo que no solo ocurrió en el pasado, sino que sigue ocurriendo actualmente, con extraños ríos de estrellas que delatan los restos de víctimas recientes. Entre los cientos de miles de millones de habitantes de la Vía Láctea podemos encontrar "inmigrantes", estrellas que nacieron en otro lugar, otra galaxia, pero que acabaron formando parte de esa primera cuando su hogar fue devorado.

Conocida como J1124+4535, situada en la constelación de la Osa Mayor, es posiblemente una de ellas. Descubierta en 2015, pronto se sospechó de que estábamos ante una intrusa, nacida en otra galaxia, y que terminó integrada en la Vía Láctea. La respuesta debía llegar de su composición química, que suele ser una "huella de identidad" bastante fiable sobre las características, edad y lugar de nacimiento de una estrella, y eso es lo que hizo el telescopio chino LAMOST, rastrear sus componentes, cuyas bandas de absorción son bien visibles en el espectro electromagnético. El resultado, confirmado posteriormente por el japonés Subaru, delata definitivamente ese origen peculiar.

Y es que es una extraña en su vecindario, con la que no parece tener nada en común. Tiene una proporción inusualmente baja de metales (que en astronomía son todos los elementos menos el hidrógeno y el helio), como magnesio, silicio y calcio, una quinta parte del promedio de estrellas similares, y en cambio es muy rica en otros elementos pesados, como el oro o el uranio. Igualmente es extrañamente rica en europio, mucho más que nuestro Sol, por ejemplo, y es algo hasta ahora no visto en ninguna otra.

Lo primero indicaría su origen como una antigua habitante de una galaxia enana ahora ya desaparecida, devorada por la Vía Láctea, ya que esta pobreza en metales la aproxima mucho a lo que vemos en las que aún hoy día permanecen a su alrededor como satélites. Lo segundo resulta más misterioso, y apuntaría a eventos catastróficos, como la colisión de dos estrellas de neutrones antes del nacimiento de propia estrella, que habría enriquecido, a partir del bombaredeo de neutrones generado, el material de la nube original. Estamos hablando de eventos extremdamente raros, por lo que deja muchas dudas. En este aspecto aún guarda muchas preguntas sin respuestas.

La que no parece ofrecer dudas es sobre que su origen está más allá de nuestra galaxia, una intrusa llegada de otros reinos galácticos, aunque no por decisión propia. Una testimonio de la dura vida de las galaxias más pequeñas, siempre bajo la amenaza de ser devoradas. Y en eso nuestra Vía Láctea tiene una amplia experiencia, no como agredida, sino como agresora.

Nuestra galaxia tiene una nube de pequeñas galaxias satélites, y aún se siguen descubriendo de nuevas, ya que al ser tan tenues en ocasiones quedan completamente ocultas por la Vía Lácta. No es una vida sencilla, ya que no pocas de ellas han acabado cayendo en sus manos.

La estrella J1124 + 4535 muestra relaciones química similares a algunas estrellas de galaxias enanas. El color y la luminosidad de esta estrella son típicos como un gigante rojo habitual. Los asteriscos indican estrellas en la galaxia enana de Ursa Minor, mientras que otros significan estrellas en la Vía Láctea. 

'Alien' Star Provides Potential Clue about Evolution of Universe

sábado, mayo 11, 2019

Bajo la luz de una pequeña luna

La veterana Mars Odyssey alcanza otro hito en su misión, observar Fobos en fase llena.

Más vale tarde que nunca. Podrían aplicar este famoso refrán a la más antigua de las sondas actualmente en órbita marciana, que llegó un ya lejano 2001 y que hoy día sigue trabajando a pleno rendimiento, además de ser aún una pieza clave por su capacidad de actuar como relé de comunicaciones entre la superficie de Marte y la Tierra. Hay otras, más modernas y potentes, pero en esto último esta veterana entre veteranas sigue estando por encima del resto.

Durante estos largos 18 años nunca ha dejado de reinventarse, de buscar nuevos retos y formas de ir un paso más allá de lo que nadie esperaba de ella, todo ello, evidentemente, fruto del esfuerzo constante de su equipo humano, siempre dispuestos, conociendo como conocen lo que pueden o pedirle, a llevarla hacia metas inéditas. Y una de ellas, aparentemente intrascendente, pero de notable interés para los astrónomos, era que nunca había podido observar Fobos completamente iluminado por el Sol, lo que podríamos llamar una "luna llena" marciana.

La clave por la cual era tan interesante lograrlo es THEMIS (Thermal Emission Imaging System), su cámara de visión calorífica, capaz de medir con gran precisión la temperatura de la superfice de Fobos, lo que a su vez permite a los científicos extraer información  sobre su composición y textura, que a su vez nos permite abrir una ventana para intentar comprender su origen. Y así lo había hecho en diversas ocasiones, pero nunca en fase llena. Es decir, en la panorámica de su huella térmica faltaba una única, pero clave, pieza para completar el puzzle. Y eso es lo que logró el pasado 24 de Abril. Más vale tarde que nunca, como ya hemos dicho.

Para los científicos de Mars Odyssey, la "fase llena" es la mejor para estudiar la composición del material, mientras que la "media luna" es preferible para determinar las texturas de la superficie. Ahora, con esta inédita observación, se puede combinar ambas cosas para obtener una visión más completa, relacionando formaciones geológicas con su abundancia en metales, como el hierro y el níquel. Dependiendo de qué tan abundantes sean y cómo se mezclen con otros minerales, estos datos podrían ayudar a determinar si estamos ante un asteroide capturado o en realidad son los restos del material eyectado por un antiguo gran impacto en Marte.

Nada es tan sencillo, y solo con esto no se dará con la respuesta definitiva, pero si puede ayudar a señalas las zonas interesantes para una futura exploración, así como las más adecuadas para la futura sonda japonesa MMX, que debería partir en 2024, y que tiene como uno de sus objetivos clave el conseguir tomar muestras de la superficie de Fobos. "Al estudiar las características de la superficie, estamos aprendiendo dónde están los lugares más rocosos y dónde está el polvo fino y esponjosos. Identificar los peligros de aterrizaje y comprender el entorno espacial podría ayudar a futuras misiones", explica Joshua Bandfield, que lidera el equipo detrás de THEMIS.

Casi dos décadas de trabajo constante, de capacidad de reinventarse y de seguir siendo, a pesar del paso del tiempo, una pieza clave en la exploración de Marte y sus lunas, tanto presente como futura. Así es la Mars Odyssey.

Tres vistas de Fobos obtenidas por THEMIS. Cada color representa un rango de temperatura diferente, y permite extraer datos sobre su composición y textura.

Esas tres mismas vistas, en luz visible.

Mars Odyssey, una veterana a la que no le faltan las ganas se seguir progresando.

La japonesa MMX espera explorar ambas lunas de Marte, y traer muestras de Fobos. Los datos de Odyssey podrían ayudar a planificar esa delicada operación. 

Why This Martian Full Moon Looks Like Candy

miércoles, mayo 08, 2019

El regreso de los diablos

InSight capta su primer "dust devil".

Fueron un invitado inesperado a la aventura de Spirit y Opportunity, y una de las razones por la cual si vida se extendió de tal manera. Todos esperaban que el polvo acumulado en los paneles solares terminarían por apagar la vida de ambos vehículos, pero la realidad fue bien diferente gracias a estos pequeños tornados, remolinos de aire que recorren la superficie del planeta, de los que apenas se sabía nada hasta entonces y que resultaron una de las sorpresas más agradables que encontraron en el planeta rojo. Gracias a ellos, y su actividad "limpiadora", ambos rover llegaron donde nunca antes se había soñando que fuera posible.

Por ello el paso de uno de estos "dust devil" cerca de la InSight era esperado, tenía que ocurrir tarde o temprano. Y eso fue que lo pasó el 1 de Febrero, inadvertido por las cámaras, pero que se manifestó claramente en los datos de producción de energía así como por sus sensores meteorológicos. Y no fue para menos, porque el torbellino no se limitó a pasar cerca, sino que cruzó justo por encima de ella.

Aparte de un aumento claro de la producción de electricidad, que solo podía ser fruto de que el tornado arrastró parte del polvo ya acumulado en los paneles, los sensores APSS (Auxiliary Payload Sensor Suite) registraron un aumento claro de la velocidad del viento, que llegó a superar los 20 metros por segundo, un cambio en su dirección en aproximadamente 180 grados, que es lo que se esperaría si uno de estos diablos de polvo pasara por encima de ellos, y una fuerte bajada de la presión atmosférica.  De hecho esta última bajo a las cifras más bajas jamás detectadas por una misión de superficie, lo que indica que pudieron existir vientos aún más potentes, pero demasiado turbulentos para ser captados por los sensores.

"El viento más rápido que hemos medido directamente de InSight fue de 28 metros por segundo, por lo que el vórtice que levantó el polvo de nuestros paneles solares estaba entre los vientos más fuertes que hemos visto", explicó Aymeric Spiga, científico participante de esta misión."Sin un vórtice de paso, suelen estar entre los 2-10 metros por segundo, dependiendo de la hora del día".

La referencia a la hora no es casual, ya que la aparición de los dust devil se suele concentrar entre el mediodía y las 3 PM hora local, cuando las temperaturas de la superficie llegan al máximo y la diferencia con el aire que existe sobre el, que se mantiene mucho más frío, genera una diferencia térmica que favorece que su formación. En el caso del detectado ahora, que ocurrió a las 1:33PM, encaja en este escenario.

El primero, pero seguramente no será el último si la InSight sigue en activo unos cuantos años más, y al mismo tiempo un bonito rencuentro con los mismos que mantuvieron a Spirit y sobretodo a Opportunity en activo tanto tiempo, y que tan familiares se hicieron para todos nosotros.

Los sensores meteorlógicos, conocidos en su conjunto como APSS, y respnsables de captar el paso del tornado por encima de la sonda. 

For InSight, Dust Cleanings Will Yield New Science

martes, mayo 07, 2019

El legado eterno de la pequeña Hayabusa

Itokawa, un asteroide con grandes cantidades de agua similar a la terrestre.

Hayabusa 2 está afrontando sus etapas más decisivas, que deberá concluir con su regreso a la Tierra con valiosas muestras del asteroide Ryugu, que los científicos esperan como un tesoro. Pero antes de ella, como indica el número que la acompaña, existió otra Hayabusa, más limitada, menos existosa y que afrontó mil problemas, pero que fue capaz, pese a todo, de regresar a nuestro planeta transportando algunas partículas extraídas, de forma accidental y con mucha fortuna, del asteroide Itokawa. Eso fue en 2010, y desde entonces estas no han dejado de ser estudiadas, hasta el punto que ya no parecían ser capaces de ofrecer nada más. Estábamos equivocados.

Científicos de la Arizona State University (ASU) querían ir más allá con el NanoSIMS (Nanoscale Secondary Ion Mass Spectrometer) del que disponían, y de los que solo existen 22 operativos en todo el mundo, para llevar la búsqueda a lo que principio parecía ausente de un cuerpo tan aparentamente seco como era Ryugu. Agua. Tanto que nadie, hasta ahora, se había focalizado en esta posiblidad, tal como explica Maitrayee Bose, parte del equipo responsable de este hallazgo."Fue un privilegio que la agencia espacial japonesa JAXA estuviera dispuesta a compartir cinco partículas de Itokawa con un investigador estadounidense. Hasta que lo propusimos, nadie pensó en buscar agua. Me complace informar que nuestra corazonada dio sus frutos".

La clase está en que se encontraron con el mineral conocido como piroxeno, que en la Tierra contienen agua dentro de su estructura cristalina.¿Podría ocurrir lo mismo con los de Itokawa? Eso es lo que quisieron determinar con el NanoSIMS, y el resultado ofrecido es que no solo efectivamente contenían agua, sino que esos granos eran inesperadamente ricos en este elemento, tan vital para la vida. No solo eso, sino también la proporción de deuterio/hidrógeno, una firma química que puede indicar el origen de un asteroide y qué tan similar es su agua al agua terrestre. "Los minerales tienen composiciones isotópicas de hidrógeno que son indistinguibles de la Tierra". Esto podría reforzar la idea de que buena parte del agua terrestre tiene su origen en asteroides, quizás hasta la mitad de la que llena nuestro océanos.

Itokawa esta clasificado como de tipo S, la clase más común del Sistema Solar, aunque su camino hasta la actualidad es complicado, ya que se cree que es el remanente de un cuerpo mayor. Durante su historia, se habría calentado a entre 550 y 800 ° C  y habría sufrido múltiples impactos, con un gran evento que lo fragmentó. Dos de ellos se fusionaron para formarlo, asumiendo su tamaño y forma actuales hace unos 8 millones de años. Y pese a todo ello, de una historia tan agitada y cataclismica sus minerales aún mostraron evidencia de agua.

Años después de que se desintegrara en la atmósfera terrestre, sobreviviendo solo la cápsula con las muestras, la primera Hayabusa sigue dando resultados y descubrimientos clave. No es de extrañar que haya tantas esperanzas en los resultados su sucesora, así como en la sonda estadounidense OSIRIS-REx, de las que se espera vayan mucho más allá en su exploración de sus respectivos asteroides.. La clave de la evolución de la temprana Tierra, de como obtuvo los elementos clave que la permitirían ser el mundo que conocemos, se esconde en estos pequeños fragmentos del pasado.

Dos de las partículas de Itokawa que la JAXA entregó a la ASU para su estudio, y que llevó a descubrir que eran ricas en agua. Aunque su sistema de captura de muestras fracasó, de forma fortuita y afortunada terminó posándose suavemente durante unos minutos en la superficie, capturando casi "de rebote" unas 1500 diminutas partículas.

Los cosmoquímicos Maitrayee Bose (izquierda) y Ziliang Jin junto al espectrómetro NanoSIMS.

Hayabusa 1, una historia de dificultades y triunfo final. 

Water Found in Tiny Dust Particles from Asteroid Itokawa

lunes, mayo 06, 2019

Aquel que nos ilumina

Repasando conceptos básicos sobre el Sol.

Con la sonda Parker ya explorando nuestra estrella y la futura Solar Orbiter cubriendo sus últimos pasos antes del lanzamiento, previsto para el año próximo, es un buen momento para recordar conceptos básicos sobre ella. Al fin y al cabo es el motor de nuestra existencia, así como la causante última del final de nuestro mundo, y adentrarse en ella implica hacerlo también hacia todas las demás, hacia los 200.000 millones que solo en nuestra galaxia nos acompañan en nuestro camino. Vamos a ello:

1- Las estrellas son fábricas elementos. Durante su vida y al morir, convierten su hidrógeno en elementos más pesados de la tabla periódica, hasta el hierro, que marca el momento en que el corazón estelar ya no pude dar más de sí. Los que se encuentran más allá tiene también un origen estelar, aunque relacionado con eventos mucho más catastróficos, como explosiones de supernovas o colisiones entre estrellas de neutrones.

2- La masa de una estrella determina su temperatura, su luminosidad y su color, así como el modo en que vivirá y morirá. Cuanto más pequeña, más fría y una vida más larga, cuanto mayor sea, más caliente pero también con una existencia más fugaz.

3- Aunque se suele decir que el Sol es una estrella pequeña, en realidad no es así. El 90 por ciento de las estrellas tienen una masa menor y por tanto menor brillo. En el 10% restante existen colosos que dejan a la nuestra como algo insignificante, pero son escasas, y muchas de ellas fruto de estar en las fases finales de su vida.

4- Las estrellas más calientes y masivas son brillantes y azules, mientras que las más frías y menos masivas son tenues y rojas. Las amarillas, como nuestro Sol, se encuentran a medio camino entre los dos extremos

5- Solo un 1% son tan masivas que el final de su existencia llega en forma de supernova. El Sol tendrá un final más tranquilo, al menos en comparación, terminando su vida en forma de una enana blanca, el antiguo núcleo al descubierto, brillando por el calor que acumule en su interior, enfriándose lentamente durante cientos de miles de millones de años, hasta llegar al estado final, una enana negra. 

6- Aunque su luz solo tarda 8 minutos en llegar del Sol a la Tierra, su viaje desde en núcleo hasta la fotosfera es mucho más largo, de hasta 200.000 años. Esto es fruto de los incontables procesos de absorción y emisión que afrontan los fotones en la zona de convección intermedia.

7- El tiempo de rotación varía según la latitud. En el ecuador es de unos 25,4 días, terrestres, mientras que en los polos aumenta hasta los 36. 

8- El 8 de abril de 1947 se detectó la mayor mancha solar conocida, con una área equivalente a  35 veces la Tierra.

9- La distancia media entre la Tierra y el Sol es de 150 millones de kilómetros, aunque esta varía ligeramente a lo largo del año por no seguir nuestro planeta una órbita del todo circular. En astronomía se utiliza esta cifra como base cuantificar las distancias dentro del Sistema Solar, en lo que se conoce como Unidades Astronómicas.

10- Se estima, por su composición química, es estudio de las ondas sísmicas y por las diferentes estados de evolución de otras estrellas, que el Sol se aproxima a unos 5.000 millones de años de edad, y que tiene por delante una existencia equivalente, aunque cada vez más inestable.

11- El resplandor del Sol no es constante, y a medida que envejece su brillo aumenta. Antes era más tenue, y en el futuro brillará con mayor intensidad, hasta el punto que se estima que en 1000 millones de años la Tierra ya no podrá seguir manteniendo un entorno habitable tal y como la conocemos.

12- Es el centro del Sistema Solar, y acumula casi toda su masa, 99,9 por ciento del total. El sistema planetario restante, incluida la Tierra, solo representa en 0.1% restante.

13- Como el resto de estrellas, el Sol se está consumiendo a si mismo, convirtiendo cuatro millones de toneladas de materia en energía por segundo.

14- El radio del Sol es de 695.993 kilómetros, 109 veces el radio de la Tierra.

15- Si fuera una esfera vacía, haría falta alrededor de un millón de tierras para llenarla.

16- Se calcula que su núcleo se encuentra a unos 15 millones de grados Celsius, suficiente para mantener una reacción de fusión nuclear estable. La Fotosfera es mucho más fría, apenas 6000 Cº, mientras que la Corona, la atmósfera exterior, se eleva de nuevo hasta varios millones de grados. El porque de ello es uno de los misterios del Sol aún no del todo bien explicado.

Curiosidades sobre el Sol

sábado, mayo 04, 2019

Observando al observador

Visualizando la posición de GAIA desde la Tierra.

¿Quién vigila al vigilante? Esta expresión, creada por el poeta romano Juvenal, y que hoy día está más vigente que nunca, suele tener una connotación negativa. Pero no es este el caso. Especialmente porque aquí si tenemos un vigilante de vigilantes, y no por razones de desconfianza sino justo lo contrario, ayudarle para que su valioso trabajo lo sea aún más. Los protagonistas de esta historia de colaboración espacio-terrestre, el telecopio Gaia y el Observatorio Paranal.

El primero de ellos sondea la Bóveda Celeste desde una órbita que le permite crear el mapa tridimensional más grande y preciso de nuestra galaxia. Sus resultados ya están cambiando de forma clara nuestra visión de la Vía Léctea, ya que solo su última entrega de datos implicó datos precisos (posiciones, distancias y movimientos propios) de más de mil millones de estrellas. Un tesoro de incalculable valor para los astrónomos, que ahora están en disposición de generar una imagen en profundidad, tanto en el espacio como en el tiempo, de nuestro hogar en el Universo. 1700 publicaciones científicas publicadas desde 2013 a partir de lo ofrecido por Gaia son una muestra de ello.

Pero una misión de tal calibre necesita de una precisión casi perfecta, que esté exactamente donde debe estar en cada momento para que así sus imágenes sea igualmente válidas. Por ello está bajo constante vigilancia, con su posición monitorizada constantemente por una red global de telescopios ópticos, incluyendo el VST del Observatorio Paranal, siendo esto último el mayor de todos ellos actualmente proporcionado este servicio clave."Las observaciones de Gaia requieren de un procedimiento de observación especial", explica Monika Petr-Gotzens, que ha coordinado la ejecución de las observaciones de Gaia llevadas a cabo por ESO desde 2013."La nave es lo que llamamos un 'blanco móvil', ya que se está moviendo rápidamente en relación con las estrellas del fondo.¡Seguirla es todo un desafío!".

A ojos inexpertos es solo un tenue punto, tan débil que casi desaparece ante la luz de las estrellas de fondo. Pero para los implicados en este increíble proyecto de exploración es una fuente de información clave, que permite ajustar mejor las observaciones de Gaia, aumentar su rendimiento y, en definitiva, asegurarse que está allí donde debe en cada momento. Un vigilante bajo vigilancia. O quizás sería mejor decir que es un observador constantemente observado.

Gaia vista por el VLT Survey Telescope (VST). Esto permite determinar su posición con mayor exactitud.

La órbita de Gaia, alrededor del punto de Lagrange 2. 
 
Los protagonistas de esta historia, Gaia y el VLT. El vigilante y el que lo vigilia. 

Localizando a Gaia para cartografiar la Vía Láctea

jueves, mayo 02, 2019

De Sol a Sol

Mars Insight nos regala maravillosas vistas del amanecer y atardecer marciano.

No importa cuales sean tus objetivos científicos, si estas son realmente necesarias o no para lo que quieres conseguir. Siempre encuentra la manera de poner cámaras a tu sonda, aunque no sean de alta resolución ni ofrezcan una calidad sobresaliente, ya que no hay nada que llegue más rápido al corazón de los aficionados a la exploración espacial que una imagen. Lo comprendieron en la misión Juno, que inicialmente debería haber estado "ciega", pero que hoy día tiene en su pequeña cámara, abierta al gran público, uno de sus mayores atractivos. Y afortunadamente con la más reciente misión a Marte, aunque sea un vehículo estático y su meta esta bajo el suelo y no en la superficie, pasa algo parecido. Y podemos estas contentos de que así sea.

No es la primera vez que sus pequeños ojos, no pensados para maravillarnos, pero que igualmente lo hace, nos muestra la fascinante estampa de la puesta y salida del Sol desde otro mundo, un Sol que solo tiene 2/3 del tamaño aparente, mirando a través de una atmósfera tenue pero cargada de polvo en suspensión, creando un ambiente extraño, sobrecogedor, al mismo tiempo que familiar. Así es Marte, y por eso precisamente nos llama tanto. No es solo porque sea el más accesible, que ciertamente es un extra, sino porque es tan parecido a la Tierra en algunas cosas que no puede más que fascinarnos.Tanto por las infinitas posibilidades que ofrece, tanto por si mismo como por un posible nuevo hogar para la Humanidad. Estampas como explican el motivo de esa atracción.

Es una tradición. Una hermosa tradición desde que las primeras misiones lograron aterrizar con éxito. La Viking 1 captó el atardecer un 21 de Agosto, en 1976, siendo la primera el lograrlo. La Viking 2 nos envió la maravillosa vista de un amanecer marciano el 14 de Junio de 1978. Ellas abrieron el camino, a las que siguieron Spirit, Opportunity, Phoenix y Curiosity. Y no serán las últimas. Marte nos llama con su belleza singular. Que nadie se atreva a enviar una sonda sin cámaras, aunque sean secundarias. Sería un pecado perderse cosas así.

Un nuboso atardecer, con el color corregido para dar un aspecto muy aproximado a lo que vería el ojo humano. Las nubes marcianas son otro de los elementos que dotan al planeta de un ambiente terrestre, aunque en este caso hablamos no de gotas de agua sino de partículas heladas. 

InSight Captures Sunrise and Sunset on Mars