Mars Insight nos regala maravillosas vistas del amanecer y atardecer marciano.
No importa cuales sean tus objetivos científicos, si estas son realmente necesarias o no para lo que quieres conseguir. Siempre encuentra la manera de poner cámaras a tu sonda, aunque no sean de alta resolución ni ofrezcan una calidad sobresaliente, ya que no hay nada que llegue más rápido al corazón de los aficionados a la exploración espacial que una imagen. Lo comprendieron en la misión Juno, que inicialmente debería haber estado "ciega", pero que hoy día tiene en su pequeña cámara, abierta al gran público, uno de sus mayores atractivos. Y afortunadamente con la más reciente misión a Marte, aunque sea un vehículo estático y su meta esta bajo el suelo y no en la superficie, pasa algo parecido. Y podemos estas contentos de que así sea.
No es la primera vez que sus pequeños ojos, no pensados para maravillarnos, pero que igualmente lo hace, nos muestra la fascinante estampa de la puesta y salida del Sol desde otro mundo, un Sol que solo tiene 2/3 del tamaño aparente, mirando a través de una atmósfera tenue pero cargada de polvo en suspensión, creando un ambiente extraño, sobrecogedor, al mismo tiempo que familiar. Así es Marte, y por eso precisamente nos llama tanto. No es solo porque sea el más accesible, que ciertamente es un extra, sino porque es tan parecido a la Tierra en algunas cosas que no puede más que fascinarnos.Tanto por las infinitas posibilidades que ofrece, tanto por si mismo como por un posible nuevo hogar para la Humanidad. Estampas como explican el motivo de esa atracción.
Es una tradición. Una hermosa tradición desde que las primeras misiones lograron aterrizar con éxito. La Viking 1 captó el atardecer un 21 de Agosto, en 1976, siendo la primera el lograrlo. La Viking 2 nos envió la maravillosa vista de un amanecer
marciano el 14 de Junio de 1978. Ellas abrieron el camino, a las que siguieron Spirit,
Opportunity, Phoenix y Curiosity. Y no serán las últimas. Marte nos llama con su belleza singular. Que nadie se atreva a enviar una sonda sin cámaras, aunque sean secundarias. Sería un pecado perderse cosas así.
Un nuboso atardecer, con el color corregido para dar un aspecto muy aproximado a lo que vería el ojo humano. Las nubes marcianas son otro de los elementos que dotan al planeta de un ambiente terrestre, aunque en este caso hablamos no de gotas de agua sino de partículas heladas.
InSight Captures Sunrise and Sunset on Mars
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