Desvelando su lugar de impacto.
El pasando 11 de Abril la primera misión privada a La Luna, financiada por la israelí SpaceIL tenía un triste final. El simple hecho llegar hasta ella, entrar en órbita, enviar datos y iniciar el camino de descenso fueron ya triunfos para una misión que estaba abriendo un nuevo camino nunca antes transitado, pero la guinda final, el alunizaje, al que debería haber seguido un corto tiempo de actividad antes de sucumbir a las duras condiciones selenitas, nunca llegó. Lo que ahora sabemos que fue un fallo humano, la carga de un programa que a la postre le haría errar en sus maniobras finales, selló su destino.
La veterana Lunar Reconnaissance Orbiter tenía así un nuevo objetivo, encontrar el lugar exacto donde este pequeño vehículo se precipitó de forma fatal contra la llanura lunar. No sería sencillo, ya que estábamos hablando de algo muy pequeño. No podría haber dejado demasiada huella. Pero finalmente, el 22 de Abril, su potente cámara captó lo que, según todos los indicios, es la señal dejada en su momento final.
Lo que se observó es una mancha oscura de unos 10 metros de ancho. No se pudo detectar el cráter propiamente dicho, posiblemente porque sea demasiado pequeño para aparecer en las fotos. Otra posibilidad es que directamente no formara cráter alguno, dado su bajo ángulo de aproximación (alrededor de 8.4 grados con relación a la superficie), ligera masa y baja velocidad. El halo alrededor de la mancha podría haberse formado a partir del gas asociado con el impacto o de las partículas finas expulsadas durante el descenso , que "suavizaron" el suelo alrededor del lugar de aterrizaje, haciéndolo altamente reflectante
Aunque pueda parecer que existen dudas, en realidad la identificación esta clara. Se sabe donde se produjo el impacto, ya que se mantuvo el contacto con Beresheet hasta pocos kilómetros antes del impacto, por lo que no podía haber ido demasiado lejos incluso en el caso de una pérdida total de control. Además la formación vista encaja, por su forma y características, con la de otros impactos de origen humano. Es su lugar de descanso final.
Así terminó el viaje de la pequeña , como una pequeña mancha en La Luna. Puede parecer decepcionante, y lo es hasta cierto punto, pero también muestra que, al fin y la cabo, alcanzó a nuestro satélite, lo que teniendo en cuenta lo modesto del proyecto es mucho, lo suficiente para esperar más pronto que tarde una Beresheet 2 que coja el testigo y llegue donde su hermana no pudo llegar.
A la derecha, la imagen procesada para resaltar los cambios cerca del lugar de aterrizaje entre las fotos tomadas antes y después.
Fue un sueño con un súbito despertar. Pero igualmente maravilloso.
Beresheet Impact Site Spotted
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