La cápsula de muestras, enviada por esta sonda japonesa antes de su desintegración, descansa sobre el ásuelo australiano junto a su paracaidas, en una fotografía tomada desde el helicóptero que estaba participando en su búsqueda...el legado final de la desaparecida sonda sobrevivió a su viaje a traves de la atmósfera terrestre pese a la alta velocidad con la que se movía en el momento que inició su entrada en ella, y con ello se pone defintivamente el punto y final a esta increible aventura de 5 años.En manos ya de la JAXA, se espera que pronto se sepa si, finalmente, Hayabusa consiguió o no capturar muestras de material de la superficie de Itokawa, algo que sigue siendo una incógnita a causa de los fallos ocurridos durante las operaciones de aproximación.
Sea cual sea el resultado de los análisis y de que haya material en su interior o no, el mayor éxito de todos es el simple hecho de haber podido ver este momento, el del retorno a casa de un objeto que viajó en una sonda que literalmente tocó la superficie de un lejano asteroide y fué capaz de regresar a la Tierra. Esta fotografía es su gran triunfo.
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