
Es posiblemente uno de elementos más extrodinarios de la naturaleza...es el única roca mineral comestible, siendo su consumo, directo o indirecto, imprescindible para las formas de vida complejas, incluido, claro está, el Ser Humano, para el cual la Sal fue durante mucho tiempo casi (o quizás sin el casi) tan valiosa como el más preciado de los metales, y su comercio y venta fuente de prosperidad económica pero también de numerosas luchas. Un recuerdo de todo ello es la palabra española salario, del latín salarium, y que se refería al hecho de que a un trabjador se le daba parte de su remuneración en forma de sal para que pudiera conservar los alimentos.
Pero si para nosotros, especialmente en tiempos antiguos, la Sal o Cloruro de Sodio es importante, aún lo más para nuestro planeta como pieza clave de su compleja maquinaria climática...y más concretamente para los Océanos, el auténtico pilar central de todo el movimiento de nuestra atmósfera, así como el reflejo de los cambios que en ella se producen.
Y es que una mayor o menor salinidad, con las diferencias de densidad que ello implica entre diversas masas de agua, es el motor que impulsa las corrientes oceánicas, y dicha salinidad está, a su vez, asociada con el clima que existe en cada zona, menor cuanto más agua dulce recibe, sea de lluvias, rios o deshielos. Por eso conocer dichas diferencias no solo ayudaría a la mejor comprensión del clima, sino también al seguimiento de los cambios que en el se están produciendo, dado que una alteración del régimen de lluvias o un fuerte deshielo se reflejaría en una alteración del patrón salino oceánico...lo que a su vez afectaría las corrientes marinas y con ello al clima. Un auténtico "pez que se muerde la cola" planetario.
Por ese motivo se lanzó el satélite Aquarius, y cuyos resultados no se están haciendo esperar: El primer mapa global de la salinidad oceánica global, uno aún muy preliminar creado a partir de los datos reunido durante las dos primeras dos semanas y media, obtenidos como parte del proceso de calibración de los instrumentos cientíticos, y por tanto aun sujeto a algunos errores e incertidumbres, pero aún así notable en su precisión y un magnífico anticipo de lo que esta por llegar los próximos meses.
En el puede observarse la gran diferencia entre el Atlántico, con grandes zonas en los trópicos con mucha más concentración de sal (tonos amarillos y rojos), con respecto al Pacífico, donde resalta especialmente la poca salinidad tanto en la franja ecuatorial, que esta asociada con la abundancia de lluvias, como en la parte Norte, mientras que el sur es ligeramente más salino. En el Indico, por su parte, se aprecia la abrupta diferencia entre la zona al oeste de La India, extremadamente salda, con la situada al este, donde la influencia del Ganges y los Monzones provocan una situación completamente opuesta. Un detalle igualmente notable es el efecto del Amazonas en forma de una lengua de azul intenso.
A pesar de que es un mapa aún muy prematuro que presenta diversos fallos (La baja salinidad de las aguas costeras son errores de medición debido a la proximidad a las costas o bordes de hielo, el océano austral presenta aún fuertes incertidumbres y las "rayas" norte-sur visibles a lo largo de la imagen son producto de pequeños errores de calibración), representa el primer paso de una misión que deberá ofrecernos en los próximos meses el mejor mapa global de la sainidad oceánica jamás levantado...y es un primer paso, pese a todo, espectacular, pués supera con mucho las espectativas del equipo científico de Aquarius para una fase tan temprana.




NASA's 'Salt of the Earth' Aquarius Reveals First Map
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