jueves, septiembre 29, 2011

De lo virtual a lo real

La futura sonda MAVEN comienza a tomar forma.

No hay nada tan emocionante, al menos para todos aquellos interesados en la exploración espacial, como el momento en que una nueva sonda parte hacia su destino, algo solo superado por el momento en que esta lo alcanza, sea orbitándolo o aterrizando en el, y nos envía las primeras imágenes de mundo lejanos. Es el principio de una nueva aventura, pero al mismo tiempo la parte final de un largo camino.


Uno que comienza muchos años antes del lanzamiento, como una simple idea que va creciendo, tomando forma, mientras recorre una auténtica carrera de obstáculos técnicos y presupuestarios, cualquiera de los cuales puede convertir a la futura sonda facilmente en un simple proyecto descartado, olvidada para siempre en un cajón al igual que muchas otras. Por ello no es hasta que abandona el mundo virtual y empieza a tomar forma en el mundo real que todos aquellos implicados en su realización pueden respirar más tranquilos. No es que eso haga que su realización este completamente asegurada (solo hay que ver los problemas con el telescopio James Webb) pero si que el camino para que ocurra es ya mucho más claro y despejado.

Una transcendental frontera entre lo virtual y lo real que la sonda MAVEN cruzó recientemente...aunque solo sea, de momento, en forma de la estructura primera (lo que podríamos considerar su esqueleto),que vemos en la fotografía superior siendo inspeccionada por los técnicos de Lockheed Martin, la empresa encargada de su construcción.

Con unas dimensiones de 2.3 x 2.3 x 2 Metros de altura y formado por diferentes capas de aluminio y grafito, este cubo ligero (apenas 125 Kilogramos) pero tremendamente resistente (deberá soportar presiones de hasta 6G durante el lanzamiento) será la base sobre la cual se asentará el resto de la sonda, mientras que el interior del cilindro central que vemos en la imágen albergará el depósito de combustible, 1640 Kilogramos de Hidrazina para los diversos impulsores de MAVEN, encargados no solo de mantener la sonda en una posición estable una vez en el espacio (sin una serie de pequeños encendidos de los estabilizadores cada cierto tiempo una sonda espacial terminaría por girar sobre si misma fuera de control, significando el final de la misión) sino de permitir la inserción orbital, frenándola lo suficiente como para que la gravedad marciana pueda atraparla.

MAVEN, cuyo lanzamiento esta previsto para el 18 de Noviembre de 2013 y su llegada a Marte para el 22 de Septiembre de 2014, tiene como objetivo central el estudio en profundidad las capas altas de la tenue atmósfera, con el objetivo de comprender mejor que ocurrió con la mucho más densa cobertura gaseoso que todos los indicios apuntan que tuvo hace varios miles de millones de años.

Por ello entrará en una órbita elíptica que la llevará, en los momentos de máxima aproximación, hasta solo 150 Kilómetros de distancia de la superficie, lo que le permitirá tomar mediciones extremadamente precisas, incluida hasta 5 "inmersiones" en la atmósfera para tomar muestras directas de ella.


Sin duda deberá afrontar una dura prueba, pero no mucho más dura que el largo camino lleno de obstáculos que ha tenido que superar hasta ahora para alcanzar el mundo real.

MAVEN, viajando hacia los límites de la atmósfera marciana.

Volando sobre la superficie...MAVEN se moverá muy cerca de ella, tanto que llegará a tomar muestras directas de las capas más altas de la atmósfera.


¿Porque la atmósfera marciana es tan delgada? Se cree que la pérdida de su campo magnético, fruto de que su pequeño tamaño le impidió retener el suficiente calor como para que su núcleo actuara como una dinamo, como ocurre en La Tierra, hizo que el viento solar, lenta pero de forma imparable, fuera erosionándola hasta su estado actual.

MAVEN's baby picture

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