Podríamos llamarlo una relación de amor y odio, imposible a la larga pero imprescindible a corto plazo y vital para que las formas biológicas más complejas, entre la cual nos encontramos nosotros, surgieran como tales...pero siendo, al mismo tiempo, un veneno para ella. Lo respiramos y utilizamos como un muy eficaz combustible para hacer funcionar nuestra maquinaria molecular porqué somos lejanos descendientes de aquellos organismos que sobrevivieron a la "gran oxidación" y evolucionaron para adaptarse al nuevo mundo que se abrió ante ellos, pero a la larga nos va desgastando...solo hay que ver como afecta a los metales o como el agua oxigenada mata las bacterias que podemos tener en una herida para comprender que estamos ante un elemento realmente agresivo.
Así es la relación entre la vida tal y como la conocemos y el Oxígeno, un elemento básico para nuestra existencia, la base que explica la complejidad de esta primera, pero al mismo tiempo ciertamente hostil a ella...cosas de la química y la evolución.
Pero puesto que es de esta forma, algo contradictoria, como funciona la vida (con el permiso de los organismos anaeróbicos, supervivientes de la era anterior a la aparición de este gas en La Tierra), su presencia en abundancia en una atmósfera planetaria se considera una señal de actividad biológica compleja, como es en el caso de nuestro planeta, donde su composición actual es en su totalidad un producto de ella. Si algún día se anuncia el descubrimiento de un exoplaneta con señales sólidas de vida, será porqué se habrá detectado la presencia de Oxígeno molecular (el que respiramos nosotros y emiten las plantas).
¿Y si se descubre en una pequeña luna de hielo y roca de apenas 1000 Kilómetros de diámetro? Porqué precisamente esto es lo que se confirmó recientemente tras nuevos análisis de los datos enviados por la sonda Cassini cuando sobrevoló este pequeña luna en 2011: Dione dispone de una atmósfera de Oxigeno molecular ( O2).
Evidentemente estamos hablando de algo extremadamente tenue, tanto que los astrónomos prefieren considerarla más como una Exósfera, semejante a la densidad del aire en La Tierra a unos cuantos centenares de Kilómetros de altura, y el mecanismo que la forma no tiene nada que ver con la vida, pero su presencia abre notables posibilidades para mundos de composición similar pero de mayor tamaño como Ganímedes o Europa.
"La concentración de oxígeno en la atmósfera de Dione es aproximadamente similar a la que encuentras en la atmósfera de la Tierra a una altitud de unos 480 kilómetros. No es suficiente para dar sustento a la vida, pero –junto con observaciones similares de otras lunas alrededor de Júpiter y Saturno- son ejemplos definitivos de la existencia de un proceso mediante el cual se puede producir una gran cantidad de oxígeno en los helados cuerpos celestes que son bombardeados por partículas cargadas o fotones del Sol o cualquier fuente de luz cercana", explica Robert Tokar, investigador del LANL y autor principal del artículo publicado en Geophysical Research Letters.
En el caso de Dione el motor de este proceso parece encontrarse en el campo magnético de Saturno, dentro del cual se mueve este mundo..los iones cargados en la magnetósfera del planeta golpean la superficie, arrancando en el proceso Oxígeno molecular del hielo de agua allí presente, un gas que rápidamente se escapa hacia el espacio, conformando la exoesfera detectada por la Cassini.
Esto resulta interesante, pues las lunas del Sistema solar exterior disponen de inmensas cantidades de hielo de agua (de hecho, en muchos casos, es el principal componente) y existen campos magnéticos extremadamente intensos, como es especialmente en el caso de Júpiter y Saturno. Si, como ocurre en Dione, se está generando Oxígeno molecular en lugares como Encelado o Europa, este podría, quizás, unirse al Carbono presente bajo la superficie, formando las estructuras fundamentales de la vida.
Aunque la presencia de O2 en Dione no tiene nada que ver con procesos biológicos abre la posibilidad de que pueda existir en otros lugares, algo extremadamente importante, tanto porque amplía las posibilidades de que se formen los elementos básicos para la vida tal y como la conocemos incluso en mundos helados pero con un interior potencialmente acogedor, como porqué nos enseña de que su presencia no siempre tiene que estar ligado con ella, algo a tener en cuenta para no cometer errores en nuestra búsqueda.
El Oxígeno, el mejor amigo de la vida y al mismo tiempo su peor enemigo. Sin duda una curiosa relación.
La pequeña luna "flotando" sobre los finos anillos de Saturno.
Una comparativa entre La Tierra, La Luna y Dione...con apenas 1118 Kilómetros de diámetro esta última es un mundo realmente pequeño, pero incluso ella tiene su propia dinámica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario