La Bóveda celeste siempre depara sorpresas a todos aquellos que tienen la paciencia suficiente para darle una oportunidad...o, como es este el caso, los medios para mantenerla bajo vigilancia de forma continua. Y es que el cielo estrellado es todo menos tranquilo, como vemos en el video superior y donde se dan dos visitantes de origen bien diferente: Una meteoro desintegrándose en la atmósfera y una de las fases de impulsión de un cohete Zenit.
Captado por una cámara del Marshall Space Flight Center, este video tiene al primero de ellos como protagonista indicutible...podemos ver como empieza a brillar y explota a causa de la fricción atmosférica a la que esta sometido, que genera una presión que el pequeño visitante no puede soportar, desapareciendo en la noche tan rápido como llegó. Es el deslumbrante final de un viajero interplanetario.
¿Y el segundo? Ese ya es más dificil de localizar...si miramos la parte superior del video, más o menos en el centro, podremos ver lo que parece una pequeña estrella moviendose lentamente hacia la derecha. A diferencia del brillante meteoro, estamos ante un objeto artificial, la fase superior de un cohete impulsor Zenit, que el 17 de Noviembre de 1992 puso en órbita al satélite militar Tselina 2. La gran altura de su órbita (870 Kilómetros) explica porque aún se mantiene dando vueltas alrededor de la Tierra, lejos de la fricción atmosférica que, en otras circuntancias, ya lo habrían hecho caer y desintegrarse, como ocurre con los que se dirigen a órbitas más bajas.
Meteoros, satélites, fases de cohetes, estaciones espaciales...como podemos ver la Bóveda celeste, a pesar de su aparente tranquilidad, es un lugar muy transitado. Algo que debemos tener siempre muy en cuenta cuando lo observamos detenidamente.
Un cohete impulsor Zenit con sus tres fases de impulsión...la que vemos en la parte superior es el extraño visitante nocturno que vemos en el video.
Un meteoro (en este caso una Perseida) se desintegra en la atmósfera terrestre ante las camaras de la ISS.Así se destruye un meteorito en la atmósfera.
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