El Endeavour aterriza en el centro espacial Kennedy.
"Simplemente amo este vehículo. Me enamore de el la primera vez que volé en el, hace tres años en la misión STS-123. Su actuación fue absolutamente magnífica. Es una máquina maravillosa y es un honor y un privilegio para cada uno de nosotros formar parte de su ultimo vuelo"..de esta forma tan sentida y profunda definía el piloto Greg H. Johnson, en una entrevista realizada aun en pleno vuelo, lo que significaba para el y el resto de la tripulación el Endeavour. Y hoy el largo camino recorrido por este transbordador llegó a su final.
En plena noche y envuelto en un manto de oscuridad que parecia ejemplificar el anochecer de una era, el Endeavour aterrizó en el centro espacial Kennedy...minutos antes había encendido sus impulsores, abandonado la órbita y cruzado como un bólido la atmósfera terrestre, de la misma manera que lo había hecho en 24 ocasiones anteriores. Sin embargo, en esta ocasión, en la mente de todos, tanto de los astronautas como de los técnicos en tierra y los civiles que siguieron su llegada a traves de NasaTv, siempre estuvo bien presente que se estaba viviendo un momento histórico, el adiós del más joven de los transbordadores y penúltima página de la larga historia de estos vehículos legendarios.
El Endeavour dice adiós tras un total de 299 días en el espacio, 4,671 órbitas alrededor de la Tierra y una distancia recorrido equivalente a la que separa nuestro planeta del Sol. De sus 25 viajes al espacio, 12 fueron a la ISS, en cuya construcción colaboró de forma decisiva con el transporte de partes vitales de la estación, como los segmentos que forma su "columna vertebral", el módulo Tranquility, el nodo Unity (primera aportación de los EEUU, en 1998), la Cúpula y la joya de la corona científica, el Alpha Magnetic Spectrometer.
Al igual que sus hermanos también el Endeavour terminará sus días en un museo, en este caso el California Science Center de Los Angeles, al que será entregado despues de someterse a un largo proceso de limpieza de cualquier resto de combustible o elementos químicos que pudieran representar un pelígro para sus futuros visitantes...allí vivirá un tranquilo retiro, destinado tanto al recuerdo de una etapa crucial de la carrera espacial como a inspirar a las futuras generaciones un deseo de seguir adelante en nuestro camino hacia las estrellas.
Tanto para el Endeavour, como para el resto de transbordadores, esa será realmente su última misión.
"Simplemente amo este vehículo. Me enamore de el la primera vez que volé en el, hace tres años en la misión STS-123. Su actuación fue absolutamente magnífica. Es una máquina maravillosa y es un honor y un privilegio para cada uno de nosotros formar parte de su ultimo vuelo"..de esta forma tan sentida y profunda definía el piloto Greg H. Johnson, en una entrevista realizada aun en pleno vuelo, lo que significaba para el y el resto de la tripulación el Endeavour. Y hoy el largo camino recorrido por este transbordador llegó a su final.
En plena noche y envuelto en un manto de oscuridad que parecia ejemplificar el anochecer de una era, el Endeavour aterrizó en el centro espacial Kennedy...minutos antes había encendido sus impulsores, abandonado la órbita y cruzado como un bólido la atmósfera terrestre, de la misma manera que lo había hecho en 24 ocasiones anteriores. Sin embargo, en esta ocasión, en la mente de todos, tanto de los astronautas como de los técnicos en tierra y los civiles que siguieron su llegada a traves de NasaTv, siempre estuvo bien presente que se estaba viviendo un momento histórico, el adiós del más joven de los transbordadores y penúltima página de la larga historia de estos vehículos legendarios.
El Endeavour dice adiós tras un total de 299 días en el espacio, 4,671 órbitas alrededor de la Tierra y una distancia recorrido equivalente a la que separa nuestro planeta del Sol. De sus 25 viajes al espacio, 12 fueron a la ISS, en cuya construcción colaboró de forma decisiva con el transporte de partes vitales de la estación, como los segmentos que forma su "columna vertebral", el módulo Tranquility, el nodo Unity (primera aportación de los EEUU, en 1998), la Cúpula y la joya de la corona científica, el Alpha Magnetic Spectrometer.
Al igual que sus hermanos también el Endeavour terminará sus días en un museo, en este caso el California Science Center de Los Angeles, al que será entregado despues de someterse a un largo proceso de limpieza de cualquier resto de combustible o elementos químicos que pudieran representar un pelígro para sus futuros visitantes...allí vivirá un tranquilo retiro, destinado tanto al recuerdo de una etapa crucial de la carrera espacial como a inspirar a las futuras generaciones un deseo de seguir adelante en nuestro camino hacia las estrellas.
Tanto para el Endeavour, como para el resto de transbordadores, esa será realmente su última misión.
Space Shuttle Endeavour Returns to Earth After Final Mission
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