sábado, abril 25, 2015

Hubble: Una historia de redención

El telescopio espacial Hubble cumple 25 años en plena forma y con mayor capacidad que nunca. 

Su historia es una historia nacida del sufrimiento y desesperación, pero que llevaría a la gloria y la redención. Es la de la lucha por mantener vivo un proyecto iniciado hace décadas, pero que debió superar no pocos obstáculos para convertirse en el símbolo de la astronomía moderna que es actualmente. No solo en tierra, donde además de tener que convencer a tantos estamentos científicos y políticos de afrontar una inversión de tal calibre, debieron afrontar la periódica amenaza de la cancelación por temas presupuestarios y los inevitables desafíos tecnológicos, sino también en el espacio, cuando una vez en órbita se descubrió un fallo de fabricación en su lente principal que, literalmente, hacia que el Hubble sufriera una acusada miopía.

Su entrada en la historia no pudo ser, por tanto, menos prometedora. Pero sería a partir de ese momento comenzó su camino hacia la cima, gracias en buena parte a que se diseñó para que pudiera encajar perfectamente en la bodega de un transbordador espacial, al ser precisamente uno de ellos, el Discovery, el encargado de llevarlo hasta la órbita. Esto permitió realizar una misión de rescate, considerada en su momento "la reparación más ambiciosa de la historia de la aeronáutica", cuyo completo éxito cambió para siempre el destino de Hubble, y por extensión, de no poco de lo que hemos aprendido del Universo gracias a el. Otras las seguirían, ya no solo para repararlo y ponerlo a punto, sino también para modernizarlo con nuevos y mejores instrumentos. Un servicio de mantenimiento que cualquier sonda interplanetaria soñaría poder disponer en más de un momento.

Como resultado, 25 años después, el Hubble es más potente y se encuentra en mejor forma que nunca."Incluso la persona más optimista con la que podría haber hablado en 1990 no habría podido predecir el grado en que el Hubble reescribiría nuestros libros de astrofísica y ciencias planetarias", explica el administrador de la NASA Charles Bolden. "Un cuarto de siglo más tarde, el Hubble ha cambiado fundamentalmente nuestra comprensión del Universo y nuestro lugar en él". Al ritmo actual, el telescopio produce nada menos que 10 TB de datos nuevos por año, y  los científicos los han utilizando para producido casi 13.000 artículos científicos. Y muchos otros por llegar, ya que se espera que esté, como mínimo, 5 años más en activo, hasta 2020, por lo que coincidiría con la llegada del James Webb, cuyo lanzamiento está previsto para 2018. Ambos podrían formar un equipo realmente maravilloso, combinando sus esfuerzos para ir más allá de lo que podrían hacerlo cada uno de ellos de forma individual.

Con los transbordadores espaciales fuera de servicio ya no es posible nuevas misiones para ponerlo a punto, y especialmente para darle el pequeño impulso extra necesario para compensar su lenta caída a causa de la fricción atmosférica, en algún momento de la década de los 30 se desintegrará en las capaz altas de la atmósfera. Su destino estaba atado al de estos venerables vehículos, y su final también significará el suyo. Pero su legada está destinado a vivir para siempre, y lo que es más importante, posiblemente lo mejor aún está por llegar. Al camino que, desde el abismo de desesperación en que se sumergió hace 25 años, lo llevó a la cima de la gloria, aún le quedan maravillosas curvas y gloriosas pendientes que superar.


Infografía: 25 años de Hubble.

 Los 25 años en números.


El Hubble antes de su lanzamiento, durante el proceso de construcción y puesta a punto. Sería el final de un largo camino para hacerlo realidad, pero los problemas llegaría una vez en órbita, cuando se descubrió una aberración óptica en su lenta principal que no fue detectada en tierra.

El despliegue del Hubble por parte del Discovery. Diseñado para encajar en la bodega del transbordador, esto permitió que posteriormente recibiera nuevas visitas, tanto para reparar los fallos como para actualizar sus instrumentos.

Devastador fue para toda la comunidad astronómica mundial descubrir los problemas ópticos del recién lanzado Hubble. Aquí, la luz de una estrella aparece dispersada, en lugar de concentrada en unos pocos píxeles. Afortunadamente el transbordador Endeavour iría al rescate con una compleja misión de reparación.

"Servicing Mission 1", para sacar al Hubble del abismo en que parecía haber caído, instalando un corrector óptico para compensar la aberración detectada en la lenta principal.

"Servicing Mission 5", la última vez que visitamos el Hubble. En esta misión se remplazaron componentes ya en mal estado por otros nuevos y mejores, además de instalar unas baterías mejoradas y nuevos instrumentos, elevando su capacidad hasta cotas jamás alcanzada. 

25 Years of the Hubble Space Telescope: A Story of Redemption

25 Years of the Hubble Space Telescope

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