lunes, abril 20, 2015

El enígma de Arquímedes

Hablando sobre el mecanismo de Anticitera. 

Es uno de los objetos más misteriosos que nos han llegado desde la antigüedad, al poner en duda algunas de las ideas preconcebidas que podemos tener de la tecnología disponible hace varios milenios y sugerir que, al menos en algunos casos, lo que se inventó los siglos más recientes era en realidad, aunque seguramente nadie era consciente de ellos, una forma de recuperar lo perdido.

Sabemos que estaba compuesto por al menos 30 engranajes de bronce alojados en una caja de madera de 340 × 180 × 90 milímetros, que era capaz de calcular la posición del Sol, la Luna, y algunos planetas para predecir eclipses o marcar el inicio de los juegos olímpicos, entre otras utilidades. Sorprendente si se tiene que la datación del barco hundido  en el que fue hallado sitúan su fabricación entre los años 100 y 200 a. C., cuando usa un tipo de engranajes de los que no vuelve a haber constancia hasta el siglo XVI. Si no se hubieran encontrado sus restos, nadie habría creído posible su existencia, y cuya "paternidad" apunta hacia Arquímedes.

Incluso en De re publica, de Marco Tulio Cicerón, se mencionan la existencia de varios de estos ingenios, poniendo en boca de uno de los participantes en sus encuentros ficticios estas palabras:"He oído a menudo sobre este globo celestial o esfera mencionado acerca de la gran fama de Arquímedes. Su apariencia, aun así, no parecía ser particularmente sorprendente. Hay otro, más elegante en forma y más generalmente conocido, moldeado por el mismo Arquímedes y depositado por el mismo Marcelo en el templo de Virtus en Roma. 

Pero tan pronto como Galo ha empezado a explicar, con su sublime ciencia, la composición de esta máquina, sentí que el geómetra siciliano debió poseer un genio superior a cualquier cosa que usualmente concibamos perteneciente a nuestra naturaleza. Galo nos aseguró que el sólido y compacto globo era una invención muy antigua que el primer modelo fue presentado por Tales de Mileto. 

Que posteriormente Eudoxo de Cnido, un discípulo de Platón, trazó en su superficie las estrellas que aparecen en el cielo y que muchos años después, tomando prestado de Eudoxo este bello diseño y representación, Arato los ilustró en sus versos, no por ninguna ciencia de astronomía sino por el ornamento de la descripción poética. Añadió que la figura de la esfera, que mostraba los movimientos del Sol y la Luna y los cinco planetas o estrellas errantes, no podía ser representados por el globo sólido primitivo. Y que en esto, la invención de Arquímedes fue admirable, porque calculó cómo una simple revolución mantendría desiguales y diversas progresiones en movimientos disimilares. 

Cuando Galo movió este globo mostró la relación de la Luna con el Sol y hubo el mismo número de vueltas en el dispositivo de bronce como el número de días en el verdadero globo del cielo. Así mostró el mismo eclipse del Sol como en el globo [del cielo], al igual que mostró la Luna entrando en el área de sombra de la Tierra cuando el Sol está en línea".

Christián C. Carman es una de las personas que más tiempo ha dedicado últimamente a investigar el mecanismo de Anticitera, y en esta charla nos ofrece una explicación acerca de lo que hemos ido averiguando sobre él. Realmente interesante y que nos recuerda que del mismo pasado de nuestra civilización posiblemente desconocemos más de lo que sabemos, que podemos tener una idea general más o menos ajustada a la realidad, pero que en la escala de los pequeños detalles son muchas las cosas que se nos siguen escapando.

Descubierto en el barco hundido hace más de 2.000 años, no quedaba mucho de el, pero fue suficiente para entender que nos encontrábamos ante un mecanismo complejo con una tecnología que se avanzó siglos a su invención oficial.

El mecanismo de Anticitera con LEGO.

El mecanismo de Anticitera, ¿el iPad de Arquímedes?

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