Estamos ya a menos de 90 días del histórico 14 de Julio de 2015, el día en que por primera vez una enviada de La Tierra sobrevolará este pequeño mundo y su enorme compañera. Más de 100 Millones de Kilómetros les siguen separando (distancia que se reduce en más de 1 millón de Kilómetros diarios), lo suficientemente lejos como para que sigan siendo poco más que puntos de luz en la Bóveda Celeste, pero lo bastante cerca como para que los afilados ojos de la sonda comiencen a percibir los primeros detalles. Los tiempos en que era una tenue estrella sin ningún tipo de detalle están comenzado ya a quedar atrás.
Es la cámara Ralph, mucho menos potente que LORRI pero capaz de generar imágenes en color, la que nos recuerda lo cerca que estamos ya de Plutón. Y es que ahora incluso ella pueda ya captarlo, revelando ya los primeros "atisbos tentadores de este sistema", explica Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA. "Se pueden ver de inmediato una serie de diferencias" entre Plutón y Caronte, agregó. Por ejemplo, este último es más tenue, un contraste puede ser debido a una diferencia clara en la composición entre ambos, o incluso podría ser causado por una atmósfera propia aún no detectada. Uno más de los enigmas que rodean a estos mundo al borde del abismo.
Durante las últimas décadas, cada vez más parece más claro que Plutón no es tan único después de todo, siendo uno más, aunque ciertamente con algunas características propias, de los pequeños planetas (o planetas enanos según la nueva terminología) que existen en el Cinturón de Kuiper, el anillo de cuerpos helados más allá de la órbita de Neptuno. Pero lejos de quitarle valor, esto convierte al encuentro en un momento clave de la historia de la astronomía y de nuestro conocimiento del Sistema Solar: "Fundamentalmente, vamos a Plutón porque es la primera oportunidad para el género humano de poder estudiar una clase completamente nueva de mundo", explica William McKinnon, de la Universidad de Washington en St. Louis, durante la conferencia de prensa en que se presentaron estas imágenes.
Cuando la misión New Horizons comenzó a tomar forma, los científicos sabían de sólo una luna de Plutón, Caronte, que tiene casi el 50 por ciento de su tamaño. Desde entonces, los astrónomos han utilizado el telescopio espacial Hubble para descubrir otros cuatro (y mucho más pequeños) satélites. Es posible que otras esperen de ser descubiertas , incluso no se descarta un un sistema de anillos o campos de escombros, fruto del impacto que podría estar detrás de la existencia de Caronte, en un escenario parecido al que formó nuestra Luna. Esto podrían presentar un riesgo de colisión para la New Horizons, pero los miembros del equipo de misión no están demasiado preocupados. "A medida que hicimos más pruebas con los componentes de la sonda en la Tierra, nuestro grado de preocupación se redujo con el tiempo", explica Stern. "La probabilidad de que ocurra algo grave a la New Horizons es muy baja, significativamente menos del 1 por ciento. Aproximadamente uno de cada 10.000".
Eso no significa que el equipo se esté tomando estos peligros potenciales a la ligera. Se han diseñado caminos "B", trayectorias alternativas a la actualmente prevista, que la sonda podría tomar en caso de detectarse un peligro real. Precisamente estas observaciones a distancia, lejos de tener un carácter científico, tienen como objetivo, además de marcar con exactitud la posición de Plutón y Caronte para ayudar a la navegación, desvelar cualquier posible amenaza con el tiempo suficiente para realizar una corrección de rumbo."Queremos asegurarnos de que hemos tomado todas las precauciones para que la New Horizons tenga una misión exitosa". Que así sea.
Infografía: La sonda New Horizons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario