"El equipo científico de la misión ahora se puede concluir que el intenso brillo de estos puntos se debe al reflejo de la luz del Sol por un material altamente reflectante en la superficie, posiblemente hielo". Posiblemente, pero no completamente seguros. Lo cierto es que, a la espera de mejores y más cercanas imágenes, el misterioso punto blanco doble, ahora multiplicado con la aparición de otros más pequeños alrededor de los principales, sigue siendo una fuente de fascinante y sano misterio, algo siempre bienvenido en cualquier misión interplanetaria.
Dawn completó recientemente su primera órbita científica, situada a unos 13.800 Kilómetros de altura, realizando la primera campaña de observación de Ceres, dentro del cual se incluyen las imágenes de esta ya famosa y brillante estructura superficial. Ahora, nuevamente con su motor iónico en activo desde este pasado 9 de Mayo, la sonda está reduciendo las distancias lentamente, dirigiéndose hacia la que será su segunda órbita científica, a unos 4.400 Kilómetros, y que alcanzará este próximo 6 de Junio. Entonces tendremos imágenes mucho más detalladas, datos mucho más precisos, y finalmente una respuesta definitiva.
¿Que pueden ser estos puntos blancos? Aunque las opciones parecen llevar a depósitos de hielo o otros minerales reflectantes, y que aparecen brillantes tanto por reflejar mayor cantidad de luz solar como por contraste con una superficie muy oscura, lo cierto es que dichas explicaciones también abren otras opciones igual de enigmáticas. En Ceres las condiciones y temperaturas reinantes no permite que el hielo de agua expuesto en la superficie permanezca estable, y tiende a sublimarse (de sólido a gas sin pasar por la etapa líquida) con el tiempo. Eso implicría que su presencia no podría ser muy antigua (a escala cósmica, claro está), y que "algo" debería haberlo transportado hasta ahí (criovulcanismo) o dejarlo al descubierto (un impacto) a partir de depósitos subterráneos, lo que no resultaría extraño si tenemos en cuenta que el hielo es uno de los componentes principales de este pequeño mundo.
¿Y si son depósitos de sales, minerales algo más blancos que el entorno, y de ahí que parezcan tan brillantes? Eso implicaría las mismas posibilidades que si fuera hielo de agua, ya que algo debió llevarlos ahí, quizás antiguas erupciones de agua llegadas desde un manto líquido ahora quizás ya congelado. En definitiva, tanto una como otra opción, sea cual sea, abre las puertas a cosas incluso más emocionantes. Y eso sin tener en cuenta de que existen otros "puntos blancos", menos famosos pero igualmente enigmáticos, que también esperan una explicación. Que sea la misma para todos, o existan diferentes orígenes y naturalezas, es algo que Dawn nos deberá ir respondiendo las próximas semanas y meses.
Los blancos "habitantes" de Ceres. Aunque posiblemente, más pronto que tarde, tendremos una respuesta definitiva, de momento podemos vivir con la emoción de este pequeño misterio.
Observando Ceres desde 14.000 Kilómetros de distancia.
Hasta ahora Dawn se encontraba en la órbita RC3, pero desde hace unos días está ya en viaje hasta la que será su segunda órbita, Survey, que la situará a solo 4424 Km de distancia de Ceres. Y esta solo será una etapa de paso hacia otras aún más cercanas
Ceres Animation Showcases Bright Spots
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