Las oscuras líneas de Europa podría ser sal marina llegada desde el océano interior.
Son una de sus características más conocidas, pero también uno de sus mayores misterios, a su vez, posiblemente, relacionado con el océano de agua que parece esconderse debajo de ella y que tanto han atraído el interés de los científicos desde el viaje de la sonda Galileo. Asociado a terrenos jóvenes, esto parece indicar que el material que las componen llegó desde el interior, pero los escasos datos disponibles dificulta tener una idea clara sobre su composición.
Intentando dar con una respuesta que encaje con las observaciones de la Galileo y telescopios terrestres, y partiendo de la certeza de que la superficie de Europa está bañada por una intensa radiación, fruto de su posición muy en el interior del campo magnético de Júpiter, científicos del JPL han buscado reproducir lo visto en ella, sometiendo muestras de diversos materiales, entre ellos de sal común (cloruro de sodio), junto con mezclas de sal y
agua, en su cámara de vacío a temperatura equivalente a las que se registran en la fría superficie de esta luna, a -173ºC. Luego bombardearon las muestras con un haz de
electrones para simular la intensa radiación. "Lo llamamos nuestro 'Europa en una lata'", explicó Kevin Hand, uno de los líderes del equipo. "La instalación imita las condiciones de la superficie en términos de temperatura, presión y exposición a la radiación. Los espectros de estos materiales pueden ser comparados con los recogidos por la nave espacial y telescopios"
Tras decenas de horas de exposición a este duro ambiente, que equivaldría a un siglo terrestre, la sal común, que eran inicialmente blanca, adquirió un tono pardo amarillento, notablemente parecido a lo que vemos en Europa. Y cuanto más tiempo transcurría, su aspecto era aún más oscuro y parecido a lo que pudo, captando su espectro de luz, observar la Galileo. Estudios anteriores, utilizando los datos disponibles, atribuyeron las decoloraciones en la superficie a los compuestos que contienen azufre y magnesio. Pero mientras que este primero, sometido a fuerte radiación, puede explicar algunos de los colores observados, los nuevos experimentos revelan que las sales irradiados podrían explicar el color dentro de las regiones más jóvenes de la superficie de la luna.
La presencia de la sal del mar en superficie de Europa sugiere que el océano estaría interactuando con su fondo marino rocoso, una consideración importante en la determinación de si la luna helada podría sustentar la vida."Si es sólo la sal del océano, sería una solución simple y elegante para el misterio del material oscuro", explicó Kevin Hand, científico planetario del JPL.
"Tenemos muchas preguntas sobre Europa, pero la más importante y más difícil de contestar es si hay vida en ella. Este tipo de investigación es importante porque se centra en preguntas que definitivamente podemos responder, como si Europa es habitable", explica Curt Niebur, del programa científico de la NASA en Washington. "Una vez que tengamos esas respuestas, podemos hacer frente a la gran pregunta sobre la vida en el océano que existe bajo capa de hielo". Aunque no dejan de ser resultados indirectos, que muestran que este podría ser la explicación a lo observado, redoblan el interés por Europa, algo especialmente importante ahora mismo, cuando la NASA y toda la comunidad científica de los EEUU está luchando para hacer realidad una misión de exploración a esta luna, y que después de no pocas negativas por parte de una administración de la Casa Blanca poco interesada en estos temas, ahora si parece que está dando los primeros pasos para ser una realidad.
Las oscuras líneas de Europa es una de sus características más destacables dentro de una superficie llena de indicios de lo que ocurre bajo ella. Este nuevo estudio parece señalar que podría ser sal marina llegada desde el océano y oscurecida por la intensa radiación.
El interior de Europa es uno de los lugares señalados por los astrobiólogos como clave en la búsqueda de vida.
¿Que se esconde en esta luna? A principios de la próximo década varias sondas deberán partir de La Tierra para explorarla. Una de ellas es ya segura, la otra ahora probable, y quizás China podría dar la sorpresa.
NASA Research Reveals Europa's Mystery Dark Material Could Be Sea Salt
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