Amanecer en La Luna

Cheng´e 3 y Yutu despiertan de su largo sueño.

Aterrizar en La Luna es relativamente sencillo. La baja gravedad y, como consecuencia de esto primera, la total ausencia de una atmósfera digna de ese nombre, la convierten en más accesible que Marte, donde esta si que se encuentra presente, tenue pero suficientemente densa para convertir los últimos minutos en una aventura complicada, como hemos podido ver con la llegada de Curiosity, y en su momento de Opportunity. Pero una vez en ella la supervivencia resulta mucho más complicada, ya que esa misma ausencia implica temperaturas mucho más extremas, todo ello magnificado con días y noches de 2 semanas terrestres de duración. En comparación, las tierras marcianas parecen relativamente suaves y benignas.

Superar este terrible ambiente es todo un desafío para cualquier vehículo que explore la superficie lunar. Sin duda el mayor de todos para Cheng´e 3 y Yutu, actualmente los únicos que se encuentran en ella, que después de un aterrizaje perfecto y haber realizado sus primeros movimientos, vieron llegar la larga noche a Sinus Iridum, con el Sol desapareciendo por detrás del horizonte. Era el momento de detenerse y dormir para ahorrar la preciada energía acumulada, y por ello ambas entraron en hibernación a finales de Diciembre, cortándose las comunicaciones. La fría oscuridad, a temperaturas por debajo de los -180 Cº, las envolvió por completo, solo compensada por los calentadores de radioisótopos, que mantenían las partes más delicadas por encima de los -40 Cº, gélidas pero más soportables.

Y esperamos. Finalmente, este pasado Sábado 12 de Enero la luz solar regresó a Sinus Iridum, y con ello la hora del despertar. Y así lo hicieron. Primero Yutu, ese mismo día, después Cheng´e 3, al día siguiente, ambos exploradores regresaron a la actividad, reanudando las comunicaciones con La Tierra. La primera noche lunar se había superado, y por delante se abren 14 días de trabajo.

Aunque tarde o temprano estas terribles fluctuaciones térmicas, desde los +100 Cº a los -180 Cº, pasarán factura y terminarán siendo posiblemente la causa de su final, se espera que Yutu siga en activo durante 3 meses (3 días lunares) y que Cheng´e 3 lo esté al menos 1 año (12 días lunares), aunque como siempre esto son previsiones prudentes, por lo que bien podrían superarse. Pero alcanzar lo conseguido por Opportunity está más allá de cualquier posibilidad razonable, a pesar de que el rover chino y estadounidense se parecen bastante en su diseño. La Luna puede estar más cerca, y invitarnos a poner nuestro pié en ella con mayor facilidad que Marte, pero una vez aceptada está lejos de ser una anfitriona acogedora.

El despertar de Yutu y Cheng´e 3 en la cadena china CCTV News.
 

La Tierra vista por la Cheng´e 3.

Visión cenital de la Cheng´e 3 construida a partir de las imágenes panorámicas.

Otra visión cenital, es este caso desde Yutu.

La Tierra en el Ultravioleta Extremo, vista por la Cheng´e 3 poco después del alunizaje. El objetivo es observar el ambiente de plasma que rodean nuestro planeta, lo que conocemos como los Cinturones de Van Allen.

Imágenes en alta calidad del descenso. La primera desde 99 metros de altura y la segunda a poco menos de 10, con el polvo levanto por su impulsor claramente visible.

China’s Historic Moon Robot Duo Awaken from 1st Long Frigid Night and Resume Science Operations