Ya veterana pero aún plenamente operativa, es actualmente uno de los pilares básicos de la exploración de la superficie marciana, ofreciendo cobertura visual tanto a Opportunity como a Curiosity, algo que resulta especialmente importante para este primero, donde el no poder contar con varios instrumentos, que dejaron de funcionar hace tiempo, y que permitirían una detección rápida de minerales como las arcillas, es compensada de forma imaginativa con los datos que le ofrece esta sonda con su espectrógrafo Crism, lo que facilita a su equipo el trabajo de buscar nuevos objetivos. Curiosity no tiene esa necesidad, al estar con todo su instrumental activo, pero igualmente le permite agilizar la búsqueda.
El pasado 11 de Diciembre la MRO volvió a tomar imágenes de la zona de Gale donde se encuentra este último mediante su cámara HiRISE, captando no solo al propio rover, algo relativamente sencillo dado su gran tamaño, sino las huellas dejadas en su avance hacia Aeolis Mons desde el pasado Septiembre de 2013. Claramente visibles, estas permiten observar como Curiosity ha zigzagueado alrededor de diversos obstáculos a medida que se desplazaba, en una serie de maniobras en parte realizadas de forma autónoma, lo que nos da una idea, no tan evidente en las fotografías tomadas por el propio rover, del complicado terreno al que en ocasiones tiene que hacer frente.
Y esto cobra factura. A finales de Diciembre, poco después de la visita de la MRO, Curiosity se detuvo para permitir a los técnicos realizar un examen completo de las ruedas, que mostraron signos de sufrir un desgaste incluso mayor de lo esperado, consecuencia inevitable de moverse por zonas en ocasiones realmente complicadas y rocosas. Aunque pueden seguir operando sin afectar a la capacidad de desplazamiento del rover con daños mucho mayores que los observados sin duda son un toque de atención para el equipo de misión, que de ahora en adelante deberán planificar los movimientos buscando minimizar el desgaste para llegar en la mejor forma posible a las laderas de Aeolis Mons, donde realmente necesitara toda su capacidad para iniciar su ascenso.
Todo ello bajo la atenta mirada de la MRO, el auténtico "guardián" tanto de Curiosity como de Opportunity, sin el cual no habría tan lejos.
La panorámica completa del avance de Curiosity y las huellas dejadas, 2 líneas separadas por unos 3 metros. El rover se mueve en una dirección Suroeste, que solo cambia para superar posibles obstáculos.
Las imágenes de la MRO combinadas con las tomadas por el propio vehículo en cada punto del avance. Aunque en estas últimas se puede observar la rugosa superficie, es desde las alturas donde obtenemos una visión más completa.
Las señales del movimiento de Curiosity siguen siendo claramente visibles incluso en aquellas dejadas hace más de un año, cuando se encontraba. El rover está progresando desde un área cubierta de polvo brillante hacia otra con una superficie más oscura, donde la arena arrastrada por el viento la deja relativamente libre de polvo.
Aunque más dificil de ver ya que es mucho más pequeño, la MRO también observa a Opportunity en su aventura marciana, ofreciendo además una ayuda vital para compensar la falta de Mini-TES (contaminado de forma irrecuperable durante la tormenta de polvo de 2007) y del espectrógrafo Mössbauer, cuya reserva de Cobalto-57 se agotó hace tiempo, ya que no estaba previsto que el rover siguiera en activo 10 años después. Provisto solo con el APXS (Alpha particle X-ray spectrometer) para realizar análisis químicos, los datos que le ofrece Crism permite a su equipo compensar esta pérdida y facilitar la búsqueda de lugares mineralógicos interesantes.
La cámara HiRISE durante su construcción.
Mars Orbiter Images Rover and Tracks in Gale Crater
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