La cámara HiRISE para obtener fotos de alta resolución, CTX (Context Imager) que permite observaciones en tiempo real con resolución de 6m/pixel, MARCI (Mars Color Imager) para estudiar las variaciones del clima, CRISM (Compact Reconnaisance Imaging Spectrometer Mars) para medir la distribución de humedad, calor, minerales y rastros de agua, MCS (Mars Climate Sounder) para medir la temperatura, humedad y polvo marciano, SHARAD (Shallow Radar) para rastrear señales de agua helada de hasta 1 Km, el sistema Electra para permitir las telecomunicaciones con los rovers situados en la superficie,y otra serie de experimentos para realizar mediciones tanto del campo gravitatorio como de la densidad atmosférica de las capas superiores de la atmósfera. En resumen una auténtica sonda multitarea, capaz de abarcar numerosos campos de estudio y que fue lanzada con la idea de revolucionar, como nunca antes ninguna otra había conseguido, lo que sabemos del planeta rojo.
Y ciertamente es un objetivo cumplido y ampliamente superado. Mars Reconnaissance Orbiter representa entre las sondas orbitales marcianas lo mismo que Curiosity para la exploración de superficie, un enorme río de datos e imágenes que recientemente superó la increíble marca de los 200 Terabytes, lo que representa 3 veces el total recibido por la Red de Espacio Profundo de la NASA por parte del resto de las misiones administradas por el JPL en los últimos 10 años. En el silencio del espacio la "voz" de esta ya veterana sonda destaca sobre todas las demás.
Entre este enorme volumen de datos se incluyen los que recibe de Opportunity y Curiosity, pero el 99.9% del total proceden de los 6 instrumentos científicos de la propia sonda, y que equivaldría a ver, de forma continua y sin pausas, un vídeo de alta definición de 3 meses de duración. Y eso contando que esto no incluye los datos de ingeniería, que utilizan los técnicos de la misión para conocer en cada momento el estado del vehículo. Varias sesiones diarias de las estaciones de seguimiento en California, España y Australia se encargan de recibir este enorme caudal, que posteriormente iniciará el largo camino de su estudio, que posiblemente se extenderá incluso años más allá del final de la misión.
Un ejemplo de los logros de la MRO son las observaciones de los terrenos más antiguo del planeta, que han desvelado como una serie de ambientes acuosos dejaron su señal en forma de minerales relacionados con el agua . Algunos detalles habrían sido más favorable para la vida que otros. En tiempos más recientes el agua parece haber afrontado un ciclo gaseoso entre los depósitos de hielo polar y los depósitos situados a menor latitud de hielo y nieve, ya que la amplia estratificación de hielo y roca observado por la MRO probablemente necesitó cientos de miles a millones de años en formarse. El clima actual sigue siendo dinámico, con ciclos de sublimación del hielo carbónico, y posiblemente, como revelaron recientes imágenes, con flujos de agua salobre en el ecuador.
Toda esta información no llega de forma continua, ya que la sonda no se encuentra siempre en una posición adecuada para transmitir a La Tierra. Así, todos estos datos se guardan en la memoria central de la sonda mientras la MRO completa su órbita alrededor de Marte una vez cada 2 Horas. La mayor parte del tiempo el propio planeta rojo bloquea las comunicaciones. Solo cuando la Tierra está a la vista una de las estaciones de la Deep Space Network, la que en ese momento se encuentra en la posición adecuada, centra su atención hacia ella e inicia la recepción de datos a lo largo de varias sesiones cada día.
"La Red de Espacio Profundo recoge los datos en fragmentos de 30 minutos", explica el ingeniero Bryan Allen, del JPL."En ese momento no importa la información que contenga, es sólo un gran montón de bits". Todos estos fragmentos de datos mixtos recibidos en California, España y Australia se envían al JPL, donde se procesan, ordenan y se les da su forma definitiva, desde imágenes en alta resolución hasta todo tipo de mediciones y datos científicos, para su posterior distribución a diversos centros para su análisis. En un día típico este sistema procesa 58.000.000.000 bits enviados por la MRO, en 303 "productos" diferentes.
Mars Reconnaissance Orbiter cumplió todos sus objetivos científicos inciales en los 2 primeros años de actividad, una etapa que finalizó en 2008. Las posteriores ampliaciones, la última de las cuales empezó en 2012, han dotado a esta misión de una longevidad que, junto con las aún más veteranas Odyssey y Mars Express, han ofrecido a los investigadores la posibilidad de estudiar Marte no solo en el espacio sino en el tiempo, siendo testigos de los cambios estacionales que experimenta este planeta. "Mars Reconnaissance Orbiter ha mostrado que Marte sigue siendo un planeta activo, con cambios como nuevos cráteres, avalanchas y tormentas de polvo" explica Rich Zurek, científico de la misión."Marte es un mundo parcialmente congelado, pero no congelado en el tiempo".
Mars Reconnaissance Orbiter Passes Big Data Milestone
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