La larga batalla a la hora de cuadrar las cuentas de 2014 entre la Casa Blanca y las 2 cámaras de representantes, toda ya una tradición en la política de los EEUU, especialmente cuando no está controlada por el mismo partido (lo que no suele ocurrir) parece llegar a su final, al menos en lo que respecta a la NASA y las diversas partidas asignadas para cada cada uno de los numerosas campos que abarca. La propuesta final es de 17.647 millones de Dólares, el resultado de largas jornadas de discusiones y negociaciones entre todas ellas, una cífra que prácticamente se mantiene con respecto a 2013, aunque sin olvidar, claro está, que la inflación implica una ligera disminución de la capacidad real.
Desglosado en números, el resultado no se aleja de lo esperado, para bien y para mal, con alguna que otra sorpresa. La exploración del Sistema Solar sigue siendo uno de los grandes perjudicados por la actual administración Obama, aunque el golpe queda en parte compensado en las negociaciones finales, aunque sigue sufriendo un recorte importante. Por otro lado SLS, Orión y Webb siguen siendo auténticos agujeros presupuestarios, en especial estos primeros, que ven nuevamente aumentados sus asignaciones a pesar de no contrar con objetivos claros. Veamos las más importantes.
Ciencia Planetaria: El presupuesto para la exploración de otros mundos mediante sondas, que incluye desde su diseño, construcción y lanzamiento hasta los costes derivados de mantenerlas en activo (y que tiene a Cassini pendiente de un hilo) sigue sufriendo una de los mayores recortes, por no decir ataques, aunque no tanto como el pretendido por la administración Obama, con un incremento de 127 millones de Dólares sobre la propuesta inicial. Sin embargo 80 de ellos deberán estar destinados al estudio de una posible sonda a la luna Europa, lo que deja el total disponible en una cífra solo un poco superior a la que salió de la Casa Blanca y por tanto un duro retroceso respecto a 2013, que era de 1.500 millones. En resumen, podría haber sido peor, pero no mucho más, y las consecuencias, si no hay cambios a última hora, se dejarán sentir los próximos años con una ya inevitable sequía de misiones interplanetarias de los EEUU.
Por ello, en el informe que acompaña estos presupuestos, el Congreso pide a la NASA que incremente el número de misiones de clase Discovery, las de presupuesto más ajustado, para compensar esta situación, además de que inicie, no más tarde del 1 de Mayo, una nueva ventana de propuestas para aceptar una o más de ellas para Septiembre de 2015.
Otra nota interesante, y que refleja la situación de la exploración planetaria como algo de baja prioridad para los actuales administradores de la NASA, es la pequeña reprimenda que recibe por su actuación con las diversas partidas extras para este campo que han sido aprobadas recientemente por la presión de esta cámara y el gran público, y que la Agencia parece haber querido redirigir a otros campos, como el estudio de La Tierra y el telescopio James Webb:"La capacidad de reprogramación y transferencia existe de manera que la NASA puede responder a circunstancias extremas o inesperadas que puedan surgir durante el año fiscal, no para proseguir sus prioridades internas a costa de la dirección del Congreso. Si la NASA insiste en abusar de ella, dicha capacida será eliminada en las próximas asignaciones".
Vuelos comerciales: La gran apuesta de Obama, los naves tripuladas privadas, no sale demasiado bien parada, recibiendo menos dinero del que esta habia pedido, 696 millones por los 821 reclamados por la Casa Blanca, de los cuales 171 quedarán retenidos "hasta que la NASA haya certificado que el programa de tripulación comercial ha sido objeto de un análisis independiente de costo-beneficio que tenga en cuenta la inversión federal total y el funcionamiento esperado vida de la Estación Espacial Internacional".
Cabe señalar que el informe marca la incertidumbre sobre el tiempo que le queda a la ISS como uno de los motivos que generan incertidumbre y recomienda limitar la inversión, sin mencionar la reciente decisión de ampliarla hasta 2024, ya que tomará algún tiempo antes de que los diversos socios anuncien oficilamente si la apoyan o prefieren retirarse. Con Rusia claramente a favor, la discusión parece estar entre los paises europeos.
Lanzadera SLS y cápsula Orión: Conocido como Programa de Exploración, es uno de los "agujeros negros" presupuestarios de la NASA, recibiendo pese a ellos, ya que es fue una reacción del Congreso de los EEUU a la cancelación del programa Constelation por parte de Obama, un aumento del 5% de su presupuesto, que se divide a partes iguales (1900 millones) para cada uno de ellos. Cabe señalar que el mismo informe pone en duda la viabilidad del proyecto de captura de un asteroide y remolque hasta la órbita lunar (básciamente por no haber analizado de forma precisa cuales serían los costes), que sin duda es, junto a futuros (y de momento hipotéticos) vuelos tripulados a La Luna, Marte u otros asteroides, la justificación para seguir adelante con este coloso.
Cabe señalar que el acuerdo final, además se ratificar la importancia de este proyecto y apremiar a la NASA a no realizar ninguna diversión de los recursos humanos y económicos implicados directamente hacia otros proyectos, parece señalar a la agencia que debería centrase directamente en la constucción del SLS Block II (con una capacidad de carga de 130 toneladas), dejando de lado la versión "light", el SLS Block I, que "solo" podría lanzar 70 toneladas.
Operaciones Espaciales: Esta partida se destina básicamente al manteniento de la ISS, que si bién no incluye cifras parece que mantendrá lo pedido por la Casa Blanca, alrededor de 3.778 millones.
Nuevas tecnologías para misiones espaciales: Otra de las grandes perdedoras de esta lucha, nada más y nada menos que una disminución del 22% con respecto a lo pedido por la Administración, quedando en 576 millones.
Misiones no planetarias: Esta categoría, que engloba los diversos observatorios espaciales, no experimenta cambios con resto a la propuesta incial, con 658 millones de dólares asignados de forma específica al telescopio James Webb, que junto al proyecto SLS es el gran "agujero negro" presupuestario de la NASA, la gran apuesta y esperanza de la astronomía mundial, y que sin duda hará respirar de alivio a los encargados de hacer cuadrar las cuentas una vez esté ya completado y lanzado.
Educación: Una de las grandes sorpresas, un aumento del 23% con respecto a lo pedido por Obama a los recursos que la NASA invierte en aproximar la ciencia a la gente de la calle, desde conferencias a exposiciones, pasando por el apoyo a centros educativos y en su presencia en la red. La Agencia norteamericana siempre se caracterizó por un contacto constante y activo con el gran público, entendiendo la importancia de que este entienda y valore el trabajo realizado como fuente de apoyo y presión política. Aunque pequeño, en el aumento en el dinero destinado a la exploración planetaria con respecto a lo requerido por la administración Obama posiblemente esta tuvo un papel importante, dado que existe un contacto más directo entre votantes y representantes.
Y, por supuesto, la simple acción de colaborar en la divulgación del conocimiento es ya valiosa de por si.
En resumen pocas sorpresas en el presupuesto final, que aunque puede aún sufrir algún cambio hasta su aprobación definitiva, parece que será definitiva. La batalla por el 2014 llega su final. La de 2015, que promete ser tan dura como la que dejamos atrás, empieza ahora a dar sus primeros pasos. Y promete ser igual de dura.
La exploración interplanetaria sufrirá, y eso ya parece inevitable aunque ahora cambiara la situacion de forma radical, un descenso los próximos años a causa de estos recortes, aunque los esfuerzos negociadores han podido compensar en parte este golpe, incluyendo un presupuesto inicial para una futura misión a la luna Europa. La siguiente batalla será en 2015, ya que no se espera que la administración Obama deje de tener en ella un objetivo a erosionar lo máximo posible.
El SLS, un coloso que sigue adelante en su desarrollo, a pesar de todas las dudas sobre su viabilidad económica y la aparente falta de objetivos claros.
La apuesta de la actual administración son los vuelos comerciales privados, que recibe una apreciable reducción y un aviso para que se cuadren mejor las cuentas. La incertidumbre sobre la ISS, a pesar del reciente acuerdo sobre su extensión hasta 2014, parece una de las causas.
James Webb es la gran esperanza astronómica, como astronómico es el sobrecoste que arrastra. A pesar de ello ya se encuentra en un estado muy avanzado de desarrollo.
Presupuesto de la NASA 2014
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