Titán, la lejana luna de Saturno y ahora estudiada de cerca por la sonda Cassini, siempre ha sido un centro de atención para toda la comunidad astronómica mundial por razones obias...rodeada de una densa niebla que ocultaba permanentemente la superficie, su extroadinaria naturaleza no empezó a salir a la luz hasta 1908, cuando el astrónomo Josep Comas y Solà propuso, por primera vez, que ese satélite disponía de una atmósfera notable...desde entonces solo el paso fugaz de las dos sondas Voyager a principio de los 80 ofreció la posibilidad de estudiarla de cerca.
Y sin duda se aprovecho bién...de hecho, tanta eran las ganas de verla de cerca, que la Voyager 1 fue "sacrificada" al ponerla en una trayectoria que, si bién le permitió observarla en todo su esplendor, la alejó para siempre del plano donde se mueven los planetas, siendo este el motivo por el cual la Voyager 2 continuo en solitario su camino hacia Urano y Neptuno.
Sin embargo, hasta la llegada de la Cassini, siempre fue un mundo cuyo estudio resultaba frustrante por la lejania...acostumbrados como estamos desde hace 6 años a poder asistir a sobrevuelos continuos por parte de esta sonda y tener un caudal de imágenes casi ilimitado que han convertido a Titan en un mundo cercano y familiar, resulta dificil recordar los días donde solo desde la Tierra y llevando al límite los instrumentos ópticos disponibles, se podia conseguir información de ese mundo singular...y aun así tremendamente pobre, tanto visual como científicamente, si lo comparamos con lo que disponemos hoy día.
Ante esta situación había que agudizar el ingenio y aprovechar las oportunidades...como la que ocurrio el 20 de Diciembre de 2010. Ese día, y en apenas unos minutos, Titán pasó por delante de dos estrellas brillantes (un sistema binario llamado NV0435215+200905), ofreciendo a los astrónomos de todo el mundo la doble oportunidad de estudiar como la luz estelar se veía distorsionada por las capas atmosféricas de esta luna, permitiendo deducir nuevos detalles, como la existencia de "jets", chorros de aire a gran velocidad, en la parte alta de su atmósfera, o que la capa superior de la niebla no se eleva a la misma altura en todo el globo, sinó que presenta variaciones significativas.
Las imágenes fueron tomadas por el telescopio Hales de Monte Palomar, equipado con el novedoso sistema de óptica adaptativa que permite anular las distorsiones creadas por la atmósfera de la Tierra y dotar a los observatorios terrestres mucha mayor capacidad...poco más se le podia pedir en la observación de un mundo de poco mas de 5000 Kilómetros de diámetro situado a más de 1400 Millones de Kilómetros de distancia. Una situación de lejania y fustración que acabaría el 1 de Julio de 2004, apenas tres años después...el día en que la sonda Cassini, tras 7 años de viaje, llego a Saturno, haciendo realidad algo que muchos astrónomos, a lo largo de sus vidas, solo pudieron soñar.
El observatorio Palomar es, posiblemente, el más famoso de todos los que existen, todo un simbolo con 80 años a sus espaldas. Equipado con el Telescopio Hale, de 508 cm de diámetro, y modernizado con los últimos adelantos técnicos, sigue siendo uno de los más importantes del mundo.
La primera de las dos estrellas empieza su ocultación...hasta la llegada de la Cassini esta era la mejor manera de estudiar, desde la Tierra, la compleja atmósfera de Titán.
Watch Titan Occult a Binary Star System
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