
No fue una aproximación tan extrema como en otras ocasiones, y la distancia mínima entre ambos no bajo de los 2.500 Kilómetros, pero le permitió estudiar las famosas Rayas del Tigre, las fracturas a traves de las cuales esta pequeña luna lanza al espacio grandes cantidades de partículas heladas de vapor de agua y materia orgánica, desde una nueva prespectiva. Y es que ante los instrumentos de la Cassini el caliente corazón de esta luna se mueve ya hacia el reino de la noche sin fin.
Tras una decada de luz el hemisferio Sur de Encelado se está sumergiendo en un largo Invierno de 15 años de duración durante los cuales sus zonas polares, que es donde se situan estas formaciones geológicas, vivirán en una permamente oscuridad nocturna...de hecho ya esta ocurriendo en amplias regiones, pero las plumas de materia que se proyectan hacia el espacio se elevan centenares de Kilómetros, hasta salir de la zona en sombras y ser iluminadas por la luz solar, lo que permite aún verlas con relativa claridad.
Sin embargo esta situación favorece otro tipo de mediciones, como la de las temperaturas reinantes en la zona, y es precisamente este era el objetivo central de este nuevo acercamiento...mediante su Espectrómeto de Infrarrojos (Composite Infrared Spectrometer o CIRS) Cassini miró directamente hacia las Rayas del tigre, hacia lo que no dejan de ser aberturas hacia su desconocido interior, y tomo mediciones térmicas que ayudarán en los esfuerzos para entender de donde procede la energía que hace que una pequeña luna de apenas 500 Kilómetros tenga semejante actividad interna.
No son estas, evidentemente, las primeras mediciones que se hacen de ella, y por ello sabemos que el Polo Sur es, por extraño que parezca, la zona más cálida de Encelado...sin embargo las condiciones de oscuridad en la que ahora se sumerge permitirán, posiblemente, mediciones térmicas más precisas y por tanto acercarnos algo más (con toda la limitación que supone la investigación a distancia) al que es, sin duda, uno de los cuerpos más sorprendentes del Sistema Solar.
Esto, claro está, no evita que cada una de estas aproximaciones nos ofrezca toda una galería de imágenes esplendidas, que, incluso viendolas sin estar aun procesadas y realzadas resultan espectaculares, recordandonos la suerte que tenemos de vivir un periodo como este, donde tenemos la posibilidad de observar de cerca estos mundos singulares...






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