
Nuestra compañera de viaje es un mundo lleno de cráteres. carente de una protección atmosférica como la que tiene la Tierra, y sin disponer de los sistemas de erosión y renovación de la superficie que permite a nuestro planeta mantenerse joven y dinámico, la Luna conserva, excepto en las zonas cubiertas por antiguas acumulaciones de lava (como los mares lunares) todas y cada una de las señales de los impactos sufridos a lo largo de su dilatada historia de miles de millones de años, hasta tal punto que algunos de los más antiguos se ven casi borrados por la acumulación de otros nacidos posteriores.
Su estudio es, para los astrónomos, como abrir las paginas de un gran libro de historia espacial, pues a traves de ellos es posible conocer las diferentes etapas por los que un cuerpo planetario pasó...así, en el caso de la Luna, esto permite saber que nuestro satélite experimentó por diversas fases de bombardeo intenso, además de una tase de impactos que, lógicamente, ha disminuido a medida que la población de pequeños cuerpos del Sistema Solar también lo hacía. Sin embargo no han desaparecido por completo e incluso durante la extremadamente limitada existencia de la Humanidad e incluso aun más limitada en el tiempo de la observación astronómica, se han documentado posibles impactos.
Ahora, con la llegada de una exploración lunar continua y en profundidad, y en conjunción con toda la información y fotografías conseguidas durante las misiones Apolo, la LRO pone al descubierto un nuevo crater en la Luna, tan reciente que en las fotografías tomadas de esa misma zona por el Apolo 15, en Agosto de 1971, aun no existía. Es decir, que el objeto que lo creo impacto contra esa zona de nuestro satélite en algún momento en los últimos 38 años.
Con un diámetro de unos 10 Metros, se calcula que el meteorito debía tener un tamaño de medio metro, de los que se desintegran completamente si caen hacia la Tierra, formando un brillante meteoro, pero que en el caso de la Luna llegan sin encontrar nada que los detenga. Se observa lo brillante que es y como distintos rayos de polvo salen proyectados hacia todas direcciones, lo que demuestra su juventud, aunque sin haber tenido una fotografía de esa misma región anterior a su formación no podríamos saber que es tan reciente, puesto que no "envejecen" tan rápidamente como para que sea papable en tan solo 4 décadas.
Afortunadamente la acumulación de imágenes y observaciones que años y años de estudios lunares nos permite comparaciones como esta y sacar a la luz impactos ocurridos recientemente, recordándonos que incluso hoy el rostro de nuestro satélite sigue siendo, lenta y casi imperceptiblemente desde la distancia, sacudido por los restos de la misma tormenta que hace ya mucho, mucho tiempo, le dio forma.





1 comentario:
Artículo interesantísimo como siempre. Llegué al blog investigando los participantes del concurso 20 minutos hace un par de semanas y estoy enganchadísimo.
Me sorprende el gran esfuerzo que supone cada entrada. Ánimos y seguid así.
Publicar un comentario