domingo, diciembre 16, 2012

Post Vintage (34): El largo adiós

De forma lenta pero imparable la Luna se aleja de nosotros.

Desde los albores de los tiempos la Luna acompaña a nuestro planeta en su viaje. Nacida probablemente por el impacto de un gran cuerpo contra la joven Tierra, los restos de ese cataclismo planetario formaron a nuestro satélite...demasiado grande para ser captura posteriormente, demasiado cerca para haberse formado independientemente al lado de nuestro planeta, su composición delata que con bastante seguridad la Luna es hija de la Tierra. Una parte de nuestro propio mundo que se hizo independiente y permanece al lado de su "madre" desde hace miles de millones de años, aunque cada vez menos más alejada de ella.

Aunque no existen datos precisos sabemos es que estaba mucho mas cerca. En tiempos remotos brillaba gigantesca en los cielos terrestres en un espectáculo planetario sin parangón...la Luna Llena debía ser algo sobrecogedor que dejaba en insignificante a la que la Humanidad a conocido en su breve estancia en este mundo. Y el proceso continúa..cada año se aleja 3.8 Centímetros, una distancia insignificante a nuestra escala temporal pero que, a lo largo de las eras, la está arrancando de nuestro lado.

El proceso se resume en que la rotación terrestre se va frenando, perdiendo momento angular, que es ganado por La Luna y la aleja en espiral, siendo el motor de todo ello las mareas oceánicas.

La gravedad Lunar atrae hacia si las masas de agua creando una elevación en ellas...a medida que la Tierra gira hacia el Este, dicha elevación intenta mantenerse justo en la vertical de la Luna, moviendose hacia el Oeste, por lo que termina chocando contra las masas continentales (en lo que nosotros llamamos mareas) que se mueven en dirección contraria. 

Este hecho tiene 2 consecuencias enormes aunque a nuestros ojos sea un fenómeno apenas apreciable: La primera es que la fricción de esas masas de agua contra el fondo oceánico va frenando la rotación terrestre, a razón de 0.002 segundos por Siglo...en sus orígenes La Tierra giraba cada 6 horas en lugar de las 24 actuales según se desprende de los registros fósiles.La segunda es que estas mareas arrastran a su vez a la Luna, transmitiendole energía y haciendo que su órbita se aleje poco a poco de nosotros. Lo que pierde una lo gana la otra, en una muestra clara del concepto de conservación de la energía. 

A más velocidad al principio y cada vez más lentamente a medida que se alejan, este proceso continua sin pausa. Es la historia de un largo adiós.

La Luna se aleja siguiendo una trayectoria en espiral, impulsada por la energía que le "roba" a La Tierra.

Los retrorreflectores láser dejados en La Luna por los Apolo permiten realizar mediciones extremadamente exactas desde La Tierra de la distancia que separa ambos mundos en cada momento.

Una Luna Llena gigantesca debía presidir los cielos de una Tierra aún joven...y, por ello, también las mareas debían ser espectaculares. ¿Podrían haber sido una de las claves de la aparición de la vida?

Wikipedia: la Luna

La Luna se aleja de nosotros

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen post! Gracias!

Eduardo dijo...

Me encantan tus posts! Un saludo de un badalonés expatriado en Cambridge!