domingo, diciembre 09, 2012

Post Vintage (33): Un mundo cambiante

La duración de las estaciones cambia lentamente fruto del desplazamiento del eje terrestre.

No existe nada permanente, y todo aquello que así nos lo parece es únicamente una ilusión fruto de nuestra existencia limitada...una realidad a la que ni las estaciones, tan familiares para todos nosotros, son ajenas. Y es que a un ritmo imperceptible para nuestros sentidos, pero no para nuestra tecnología, estas están cambiando lenta pero imparablemente, variando su duración. Todo ello fruto de un mundo que, sometido a numerosas fuerzas externa, no deja de modificar la posición de su eje de rotación.

Pero empecemos por el principio, y recordemos  el origen de las estaciones. Estas se producen a causa de la inclinación del eje terrestre, que provoca que el numero total de horas de luz y oscuridad fluctúe a lo largo del año, y con ello, evidentemente, también lo haga el clima, desde el soleado y cálido Verano hasta el oscuro y frio Invierno, con la Primavera y Otoño como fases de transición entre una y otra. En resumen, las tan familiares 4 estaciones en que se divide el año...aunque no en partes exactamente iguales, ya que en este punto entra en escena la órbita de La Tierra alrededor del Sol, que lejos de ser un círculo perfecto es ligeramente elíptica, con una distancia entre ambos que varía desde los 147 a los 152 millones de Kilómetros.

¿Que implicaciones tienen esta, por otro lado, pequeña diferencia? Que La Tierra se mueve un poco más rápido cuando esta en el punto de máxima aproximación al Sol (Perhelio) y algo más lentamente cuando se encuentra en el momento de maximo alejamiento (Afelio), por lo que ell tiempo necesario para recorrer una misma distancia concreta es diferente según el lugar de la órbita que sea, dado que la velocidad de nuestro planeta también lo es.

Esto explica el porqué de unas estaciones de duración ligeramente diferente unas de otras, pues cada una de ellas corresponde a una misma región orbital...así, el Verano en el Norte (y el Invierno en el Sur) coincide con el momento del Afelio (contra todo lo que a los norteños nos puede parecer cuando soportamos los fuertes calores de Julio y Agosto), por lo que La Tierra se mueve algo más lentamente y tarda, por tanto, algo más en desplazarse lo suficiente como para alcanzar la posición necesaria para dar paso a la siguiente estación. Como resultado el Verano en el Hemisferio Norte es algo más largo que su Invierno, mientras que en el Hemisferio Sur ocurre a la inversa.

Evidentemente, en el Perhielio ocurre todo lo contrario, nuestro planeta se mueve más rápido y la duración de la estación correspondiente...en este caso coincidiendo con el Invierno en el Norte y el Verano en el Sur.

Y volvemos a la clave de este post, el cambio en el eje de rotación...pero no su inclinación (que permanece relativamente estable, en especial gracias a la Luna) sino a la dirección a la que apunta si se extiende hacia la Bóveda celeste, y que en el Norte, por pura casualidad, y de forma temporal, lo hace coincidir con la llamada estrella Polar...y resaltar lo de "temporal", ya que, como una peonza que se balancea mientas gira, el eje terrestre se desplaza, trazando un círculo cada 26.000 años, en lo que se conoce como movimiento de precesión, fruto de las influencias gravitatorías de sus vecinos planetarios y el propio Sol.

El resultado de todo ello es que el momento del Solsticio cambia lentamente, y a lo largo de estos 26.000 años se hayan producido en cualquier punto de la órbita, siendo actualmente su proximidad con el Afelio y el Perhielio una situación transitoria...así, en Solsticio de Verano (hablando siempre del Norte) es el 21 de Junio mientras que el Afelio es el 4 de Julio, mientras que el de Invierno ocurre el 21 de Diciembre, siendo el Perhelio el 3 de Enero. Una proximidad que se reduce aún más, lenta pero imparablemente a lo largo de los siglos...

Y seguira hasta el momento en que ambos puntos, los Solsticios y los Afelios/Perhielios coincidan en el mismo día...cuando eso ocurra (dentro de unos 2.000 años) el Verano Meridional llegar a su máxima duración, 94 días y 8 horas aproximadamente, frente al actual, que se extiende durante 93 días y 15 horas. Y después, evidentemente, ambos alejarán y el ciclo comenzará de nuevo, como lo lleva haciendo desde el nacimiento de nuestro planeta, hace ya más de 4.500 millones de años, y como lo seguirá haciendo hasta su mismo final, cuando muera junto con la estrella que una vez le dio vida.

El funcionamiento de las estaciones según la posición de la Tierra respecto al Sol, aquí representado (aunque de forma exagerada) en su posición no en el centro sino desplazado a un lado respecto al centro de la órbita terrestre...puede observarse que el Verano en el Norte coincide con el momento en que la distancia es máxima (al contrario de lo que podemos pensar mientras soportamos los duros calores de Julio y Agosto) y el Invierno cuando esta es mínima (nuevamente al contrario de lo que solemos creer). En el Hemisferio Sur si que ocurre una aliniación más "lógica", pero al estar cubierto en gran parte por el océano, que actua como un regulador térmico, el efecto queda compensado.

Los Solsticios ocurren muy cerca de los Afelios y Perihelios, y cada vez más hasta que coincidan el mismo día, dentro de unos 2.000 años.

El aumento de la duración del Verano en el Hemisferio Norte no es una hipótesis, sinó un efecto medible, como muestra esta gráfica...en ella podemos ver como la tendencia es clara así como que no es una línia recta, sino que fluctua a causa de la diversidad de influencias gravitatorias que afectan a nuestro planeta, aunque siempre manteniendo una tendencia clara.

El movimiento de precesión es como el de una peonza al girar, aunque en este caso es la propia Tierra, influenciada por la gravedad de los otros planetas y el Sol, quién realiza esta baile, de casi 26.000 años de duración.

La estrella más brillante de la Osa Polar es llamada Polar desde hace siglos por su relativa cercanía al Polo Norte celeste, lo que sirvió de guía a los primeros navegantes europeos...sin embargo esta situación es puramente temporal y destinada a cambiar con el paso de los milenos, a medida que el eje de La Tierra se mueva. Así, hace 4.800 años, la estrella polar era Thuban (α Draconis), famosa entre los astrónomos Chinos y Egípcios precisamente por su posición tan cerca del polo celeste (mucho más de lo que esta la actual). En época romana no había ninguna estrella de mención que mereciera el titulo de polar...y en el año 14.000 de nuestra era el título de Polar será para la brillante Vega.

Sera este el Verano más largo del siglo?

1 comentario:

Maeve9 dijo...

Este tipo de posts me encantan... tratan temas del dia a dia que normalmente no nos paramos a pensar, y que ponen de manifiesto el dinamismo del universo, siempre en movimiento a pesar de que nos parezca estático.

Saludos Tokaidin! Ánimo con tu blog, sigue así! ;)