Mientras Dawn sigue su camino descendente hacia una nueva órbita científica, y esperamos que en ella tengamos las primeras respuestas a los misterios que rodean a este pequeño mundo, los datos enviados hasta ahora permiten ya generar los primeros mapas globales de la superficie, como es el caso de este nuevo y detallado mapa topográfico, que revela las diferencias de altura entre diferencias de altura entre los más profundos cráteres las cimas de las montañas más altas, que es de alrededor de 15 kilómetros. Estos primeros dejan claro que estamos ante un pequeño planeta con una historia diferente al del sorprendente Plutón, y que se aproxima a otros más conocidos.
"Los cráteres encontramos en Ceres, en términos de profundidad y diámetro, son muy similares a lo que vemos en Dione y Tetis, dos satélites helados de Saturno, que son aproximadamente del mismo tamaño y la densidad como Ceres. Las características son bastante coherentes con una corteza rica en hielo", explica Paul Schenk,del equipo científico de la misión Dawn.
Cráteres y otras formaciones que ya tienen, a diferencia de Plutón, donde aún se espera la aprobación definitiva, nombres oficiales, y que en consonancia al del propio planeta, Ceres (diosa romana) de la agricultura, las cosechas y la fecundidad, están en su totalidad relacionadas con elementos mitológicos agrícolas. Este es el caso Occator, el misterioso cráter de 90 kilómetros de diámetro que contiene los puntos más brillantes, y que recibe el nombre de una de las 12 divinidades menores que ayudaban a Ceres en su cometido. Casi directamente al sur de Occator se encuentra Urvara, llamado así por la deidad india e iraní de plantas y campos, con 160 kilómetros de diámetro y 6 kilómetros de profundidad, con un prominente pico puntiagudo central de 3 kilómetros de altura.
Un cráter más pequeño con material brillante, previamente etiquetados como "Spot 1", se identifica ahora como Haulani, la diosa hawaiana de las planetas. Tiene un diámetro de cerca de 30 kilómetros y los datos de temperatura muestran que su interior es más frío que la mayor parte del territorio a su alrededor. Otro que recibe ahora un nombre es Dantu, llamado así por el dios africano asociado con la siembra de maíz, con 120 kilómetros de diámetro y 5 kilómetros de profundidad. Ezinu, de la diosa sumeria del grano, es aproximadamente del mismo tamaño. Ambos tiene menos de la mitad de diámetro de Kerwan, llamado así por el espíritu del crecimiento del maíz de la tribu norteamericana de los Hopi, y Yalode, un cráter llamado así por la diosa africana Dahomey, adorada por las mujeres en los ritos de la cosecha.
"Dantu y Ezinu son extremadamente profundos, mientras que las cuencas de impacto mucho más grandes de Kerwan y Yalode son más superficales, lo que indica el aumento de la movilidad de hielo con el tamaño del cráter y su edad", dijo Ralf Jaumann, del equipo científico de Dawn en el German Aerospace Center (DLR).
Ceres y la gran familia de las divinidades relacionadas con la agricultura, la forma con la que las distintas civilizaciones "humanizaron" a las fuerzas de la naturaleza que determinaban el futuro de las cosechas, y con ellas de sus propios pueblos, con la esperanza de poder interaccionar con ellas y logar su ayuda, tiene en este pequeño mundo entre Marte y Júpiter su pequeño hogar.
Mapa topográfico con los nombres ahora adoptado.
Dawn se dirige ahora a su 3ª órbita científica. Desde ahí iniciará una nueva fase en la exploración de Ceres.
Ceres, el mundo de los dioses agrícolas.
New Names and Insights at Ceres
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