lunes, octubre 13, 2014

Un mundo de calor extremo en la frontera entre dos eras

Dando forma la primer mapa completo de temperaturas y concentración de vapor de agua de un exoplaneta.

La llegada del telescopio James Webb, junto con otros observatorios espaciales y la construcción de nuevos "monstruos" en tierra, como el E-ELT (European Extremely Large Telescope) nos permitirá adentrarnos en la naturaleza de los mundos más allá del Sol, los planetas que acompañan otras estrellas, delatando elementos claves como su composición química completa, lo que podría abrir el camino al descubrimiento de señales de actividad biológica, al menos tal y como la conocemos. Vivimos por ello un momento de transición, en que la capacidad de los observatorios actualmente disponibles están siendo exprimidas hasta el límite, ofreciendo lo que seguramente serán sus últimos aportes en el terreno de los exoplanetas, importantes a la hora de señalar el camino a sus sucesores. 

La campaña de observación del exoplaneta conocido como WASP-43b por parte del Hubble forma parte de esta etapa final. Observando 3 rotaciones completas de este exoplaneta fue posible realizar un modelo térmico completo de este mundo situado a 260 años-luz de nosotros, con un tamaño comparable a Júpiter (aunque con el doble de su masa) y una órbita tan cercana a su estrella, una enana naranja, que su año solo dura 19 horas. El mapa resultante proporciona información sobre las temperaturas en diferentes capas de la atmósfera además de rastrear la cantidad y distribución del vapor de agua. Los resultados tienen implicaciones para la comprensión de la dinámica atmosférica y la formación de planetas gigantes.

Con estos datos podemos dar cifras a las condiciones extremas que se dan en este mundo, que ya se pueden intuir conociendo solo la escasa distancia a su estrella: Las temperaturas oscilan entre los 1.600 Cº (suficiente para fundir el Acero) del lado diurno a las más frías del lado nocturno, que se mueven algo por encima de los 500 Cº. Un contraste extremo que genera vientos que superan la velocidad del sonido.

Por otro lado, mediante la espectroscopia, se ha podido determinar la abundancia del vapor de agua en la atmósfera. Estas mediciones pueden ayudar a comprender el papel que juega el agua en la formación de los gigantes gaseosos, especialmente la que proviene de impactos cometarios.

Al no existir un planeta con estas condiciones tan extremas y torturadas en nuestro Sistema Solar, la caracterización de la atmósfera de un mundo tan extraño proporciona un laboratorio único para una mejor compresión sobre la formación y física planetaria. "El planeta es tan caliente que todo el agua en su atmósfera se vaporiza, en lugar de condensarse en nubes heladas como en Júpiter", explica Laura Kreidberg ,de la Universidad de Chicago y mimbro del equipo responsable de estas observaciones. "Se cree que el agua desempeñan un papel importante en la formación de planetas gigantes, ya que cuerpos cometarios bombardearon los planetas pequeños, entregándoles la mayor parte del agua y otras moléculas que podemos observar", añade Jonathan Fortney, otro miembro del equipo.

Sin embargo la abundancia de agua en los planetas gigantes de nuestro sistema solar es poco conocida, ya que esta se encuentra "encerrada" en forma de hielo que se ha precipitado en sus atmósferas superiores. Precisamente este es uno de los objetos de la sonda JUNO, actualmente de camino a Júpiter. Pero en los "Júpiter calientes" (es decir, los grandes planetas que tienen altas temperaturas de la superficie, ya que orbitan muy cerca de sus estrellas ) se encuentra en forma de vapor, que se puede rastrear fácilmente, y en caso de WASP-43b, también su cantidad y distribución.

Estamos viviendo el final de una etapa, el esfuerzo final de una vieja generación de observatorios espaciales y terrestres para preparar el camino a sus sucesores, gigantes en tamaño y capacidad que tomarán el testigo de sus camaradas del pasado. Y viendo lo que estos han sido capaces de ofrecer hasta ahora, solo podemos imaginarnos las maravillas que nos esperan.

El mapa de temperaturas de WASP-43b, que delata una diferencia que está en marcado contraste con las temperaturas predominantemente uniformes de los planetas gigantes del Sistema Solar.

Situado tan cerca de su estrella que apenas tarda 19 horas en completar una órbita, WASP-43b es un infierno planetario que convierte a Venus en un lugar agradable en comparación. Como un gigante gaseoso se pudo desplazar y situarse tan cerca, ya que es imposible que se formara donde está actualmente, es otro de los misterios de estos "Júpiter calientes".

Los colosos del futuro, como el James Webb o el E-ELT, entre otros, llevarán nuestro conocimiento de los exoplanetas a otro nivel, suficiente como para comenzar la búsqueda de señales químicas que delaten una posible actividad biológica. 

Global Temperature Map of WASP-43b

El Hubble realiza el primer mapa completo de temperatura y vapor de agua de un exoplaneta

1 comentario:

HUGO PACILIO dijo...

Ya era hora , era una asignatura pendiente , bienvenido a la gran familia de exoplanetas :)))