Mientras la NASA y la ISRO celebran sus recientes éxitos en Marte, China avanza a velocidad de crucero para su siguiente misión lunar y la ESA afronta, de manos de la sonda Rosetta, el histórico encuentro con el cometa Churyumov–Gerasimenko, Japón se prepara para hacerse también un lugar en primera línea de este momento de extraodinaria actividad con su propia y ambiciosa misión interplanetaria, y que de no sufrir ningún retraso, veremos elevarse desde el centro espacial de Tanegashima en algo menos de 2 meses.
Así lo anunció recientemente la JAXA (Japan Aerospace Exploration Agency), marcando para este próximo 30 de Noviembre el momento en que la Hayabusa 2, heredera de la famosa sonda Hayabusa (はやぶさ, halcón peregrino), despegará hacia su objetivo, el asteroide 1999JU3, a bordo de un cohete H2-A. La hora exacta del lanzamiento está fijada para las 04:24:48 UT, aunque, como es habitual en este tipo de operaciones de alta precisión, lo más probable es que sufra algún retraso por razones técnicas. En todo caso la cuenta atrás para ese momento ya está en marcha.
Esta nueva sonda, cuyo desarrollo ha tenido un coste aproximado de 16.400 millones de yenes (120 millones de euros), incluye varias mejorías respecto a la primera Hayabusa en lo relativo a sus motores, sistema de navegación y comunicaciones, resultado de las lecciones aprendidas durante el accidentado viaje de esta última, y ahora aplicadas a su sucesora. También estará equipada, además de varios módulos de aterrizaje (MASCOT y 2 MINERVA), de un pequeño impactador con carga explosiva (Small Carry-on Impactor o SCI) que tras ser desacoplado detonará en la superficie del asteroide y producirá un cráter de 1 metro de diámetro, del que se esperan obtener muestras no afectadas por la radiación solar y donde se cree que podría encontrarse agua y sustancias orgánicas.
Hayabusa 2, después de un sobrevuelo a La Tierra a finales de 2015, entrará en órbita alrededor del asteroide 1999JU3 a mediados de 2018, para abandonarlo, una vez cumplidos todos sus objetivos, a finales de 2019, inciando el camino de regreso a nuestro planeta que culminará a finales de 2020, cuando se incinere en la atmósfera terrestre, no sin antes haber lanzado una cápsula con las muestras recogidas, que aterrizará de forma suave para su posterior recuperación. Esperemos que después de un viaje mucho más tranquilo y dentro de lo previsto que el vivido por la primera Hayabusa, y que ponga a la que sigue siendo, a pesar de todos los problemas que vive en este aspecto, la 3ª potencia económica del mundo, en un lugar entre las estrellas algo más acorde a esta realidad.
El lanzador H2-A, que será el encargado de lanzar a la Hayabusa 2 desde el centro espacial de Tanegashima.
La sucesora de la primera Hayabusa, construida a partir de lo aprendido en el complicado viaje de esta primera, mejorando sistemas de comunicación e impulsión, que dieron más de un disgusto al equipo de navegación.
La primera Hayabusa afrontó uno de los viajes más complicados y lleno de problemas de la historia reciente de la exploración interplanetaria, y consegui hacerla regresar a La Tierra representó un éxito colosal. Esperemos que su sucesora tenga un viaje más tranquilo.
Japón lanzará su segunda sonda para obtener muestras de un asteroide
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