Fue lanzada en 1999 con el ambicioso objetivo de encontrarse con el cometa Wild-2, adentrarse en su nube de partículas, capturar cuantas de ellas fueran posibles y regresar a las cercanías de La Tierra, donde lanzaría una cápsula con las muestras para su posterior recolección y análisis. Todo ello se cumplió con éxito, y en 2006 esta última aterrizaba en Spring Creek, Nevada, con un preciado contenido que reveló detalles inesperados, como la presencia de material formado a altas temperaturas, inicialmente en la parte interna del Sistema Solar y posteriormente desplazado a las partes más alejadas y gélidas, delatando así que el proceso de formación de nuestro hogar celeste fue más violento y caótico de lo que se había pensado hasta ese momento.
Pero aunque recoger polvo cometario era su objetivo principal, tenía otra secundaria, y era intentar capturar partículas interplanetarias, y quizás incluso, si había suerte, alguna de origen interestelar, meta última de todo ello. Para ello, durante 195 días en los años 2000 y 2002 (el encuentro con el cometa ocurrió a principios de 2004) extendió en el espacio su colector, constituido por un mosaico, del tamaño de una raqueta de tenis, formado por placas de aerogel y una lámina de aluminio.Todo lo que consiguió recolectar regresaría también a nuestro planeta, junto con las muestras del cometa, en el contenedor que esta envió a La Tierra en 2006, aunque lógicamente en contenedores separados.¿Consiguió capturar muestras de polvo estelar? Todo parece indicar que la respuesta es afirmativa.
Los investigadores han explorado el aerogel a varias profundidades para, con la ayuda on-line de los conocidos como dusters (miembros activos de Stardust@home), buscar en las imágenes cualquier rastro de este preciado tesoro de las estrellas, analizando las posibles partículas candidatas encontradas para descartar aquellas, que por sus características, son del sistema solar o han sido emitidas por la propia nave. Un proceso de análisis y descarte que han llevado al descubrimiento de 2 partículas embebidas en el aerogel (llamadas Orion y Hylabrook en honor a los dusters que las hallaron) y el rastro de una tercera que por su composición, estructura cristalina y tamaño, parecen ser también interestelares. A estas hay que sumar otras cuatro que habían quedado incrustadas en las láminas de aluminio, que actuaron también, de forma no prevista, como recolectores.
En total, 7 posibles partículas de polvo interestelar, que podrían haberse creado en una explosión de supernova hace millones de años y haber sufrido la exposición a las duras condiciones del espacio durante milenios."Son partículas muy valiosas", subraya Andrew Westphal, físico de la Universidad de California en Berkeley (EE UU) y coautor del estudio, aunque deja claro, que todavía se necesitaran pruebas adicionales para confirmar definitivamente que son pequeños fragmentos procedentes del espacio interestelar.
No puede resultar más interesantes, ya que presentan una composición química y una estructura mucho más compleja de lo que se pensaba, incluso con compuestos de azufre, algo que hasta ahora se creía que no podían tener. A esto se le añade que las más pequeñas son muy diferentes de las grandes, lo que sugiere que pueden tener historias muy diferentes, y estas últimas presentan estructuras esponjosas, "como copos de nieve"."El hecho de que las dos esponjosas más grandes tengan material cristalino, un mineral de magnesio, hierro y silicato llamado olivino, puede implicar que procedan de los discos que rodean otras estrellas, y que fueran modificadas en el medio interestelar", señala Westphal. "Parece que estamos consiguiendo nuestro primer vistazo de la sorprendente diversidad de partículas de polvo interestelar, algo que es imposible de explorar a través de solo las observaciones astronómicas".
Stardust nació como un ambicioso proyecto para recoletar polvo cometario, pero, quizás cono un guiño del destino, acabó haciendo honor a su nombre.
Una imagen de microscopio electrónico de barrido de un impacto de polvo interestelar de Stardust. El cráter es de 280 nanómetros de diámetro. Los residuos de la partícula de polvo es apenas visible en el centro.
Una de las dos manchas más grandes se encuentran en la nave espacial Stardust y que se sospecha tiene su origen en el impacto de una partícula de polvo interestelar, como delata la química presente. Contiene olivino, espinela, magnesio y hierro.
La cápsula de muestras entró en la atmósfera a las 09:57:00 UTC, a una velocidad de 12.9 km/s, la más rápida experimentada por un objeto de contrucción humana. Despues de frenar y desplegar su paracaidas aterrizó suavemente a las 10:10:00 UTC.
El cometa Wild 2, al que la StarDust se aproximó en 2006 para recoger muestras de polvo de su coma y cola.
Una partícula de polvo, en este caso del cometa, que impactó contra el aerogel, dejando su trayectoria impresa en el.
How A Comet-Chasing Spacecraft ‘Likely’ Brought Interstellar Dust Back To Earth
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