El gran complejo de radio-telescopios de Atacama colabora con la misión New Horizons, midiendo con gran precisión la posición de su cada vez más cercano objetivo.
En ocasiones puede parecer que conocemos con exactitud las órbitas de cada uno de los componentes conocidos del Sistema Solar, algo que puede ser cierto para aquellos más cercanos a La Tierra, y por ello más explorados, pero que se vuelve mucho menos precisas de lo que nos podamos imaginar a medida que nos alejamos. Este es el caso del antiguamente considerado 9º planeta, estudiado con telescopios terrestres y espaciales cada vez de mayor capacidad, pero en el que aún hoy los astrónomos trabajan definir su posición exacta y trayectoria, incertidumbre persistente debido tanto a la distancia como al hecho de desde su descubrimiento, en 1930, apenas lleva cubierta un tercio de su órbita, por lo que el resto es fruto de los cálculos a partir de lo conocido, no algo mesurable directamente.
"Con estos limitados datos de observación, nuestros conocimientos sobre la posición de Plutón podrían errar en varios miles de kilómetros, lo que compromete nuestra capacidad para maniobrar de manera eficiente", explica Hal Weaver, científico de la misión New Horizons. Y es que con el lanzamiento de esta sonda, que debe sobrevolar gran velocidad un mundo tan pequeño y distante, este margen de error no era admisible.
Se hacía necesario mediciones mucho más exactas, y es aquí cuando entró en escena ALMA, capaz de utilizar los quásars, galaxias que se encuentran a más de 10.000 millones de años-luz de nosotros pero que a pesar de ser muy tenues para los telescopios ópticos, son increíblemente brillantes en el espectro de radio, particularmente en las longitudes de onda milimétricas que escucha este radiotelecopio, como punto de referencia que permitió a los técnicos de la New Horizons afinar los cálculos:
"La astrometría de ALMA se basó en un brillante quásar llamado J1911-2006 con el fin de reducir a la mitad el margen de incertidumbre de la posición de Plutón", explica Ed Fomalont, astrónomo del Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO).
Estos cálculos se aplicaron a la hora de realizar la primera Maniobra de Corrección de Trayectoria (TCM en inglés), realizada este pasado Julio, y que permitirá ahorrar parte del preciado combustible con vistas a una más que posible extensión de la misión para explorar objetos del Cinturón de Kuiper.
ALMA pudo estudiar la posición de Plutón y su mayor luna, Caronte, a partir de las emisiones de radio de sus frías superficies, que tienen una temperatura media de unos 43 grados Kelvin (-230 grados Celsius). La primera de ellas se realizó en Noviembre de 2013 y luego otras tres veces este año, una Abril y dos veces en Julio. En Octubre de 2014 se realizarán nuevas observaciones de cara a ir ajustando cada vez más los datos."Al hacer varias en diferentes fechas permitimos que la Tierra se desplace por su órbita y, de esa forma, obtenemos diferentes posiciones con respecto al Sol", señala Fomalont. "Así, los astrónomos pueden determinar la distancia y la órbita de Plutón", agrega. "Estamos muy entusiasmados con la capacidad revolucionaria que proporciona ALMA para ayudarnos a orientar mejor nuestra histórica exploración", celebra Alan Stern, investigador principal de la sonda New Horizons. "Agradecemos a todo el equipo de ALMA por su apoyo y por los magníficos datos que están recabando para ella".
A menos de un año del encuentro todo avanza hacia el objetivo de lograr un sobrevuelo adecuado, capaz de maximizar el tiempo disponible para reunir los máximos datos posibles, buscando la trayectoria más segura (apoyado por sus propias imágenes y las del Hubble) a la vez que más precisa (con las observaciones de ALMA). Todo lo que se puede hacer por ella, pasa asegurar su éxito y supervivencia, desde La Tierra ya se está haciendo, con las limitaciones evidentes que implica aproximarse a un mundo nunca antes visitado. Lo que falte, como se suele decir, dependerá ya de la diosa Fortuna.
Plutón (a la Izquierda) y su mayor luna, Caronte, observados por ALMA el 15 de julio de 2014.
ALMA, un radiotelescopio formado por 66 antenas imdividuales capaces de trabajar como una sola. Aunque su objetivo principal es el espacio profundo, en esta ocasión tiene su punto de mira más cerca, representando un valioso apoyo para la New Horizons.
Y que la suerte nos acompañe.
ALMA localiza a Plutón con precisión para guiar la nave New Horizons de NASA
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