miércoles, abril 02, 2014

Esperando una señal que no llega

La veterana sonda ICE se aproxima a La Tierra.

La historia de la exploración interplanetaria mediante sondas robóticas esta escrita con los nombres de sus protagonistas, vehículos de todo tipo y tamaño que han afrontado todo tipo de aventuras y desventuras. Algunas fallaron y su nombre quedó para siempre reducido a una triste referencia a lo que pudo ser y no fue, otras alcanzaron el éxito, cumpliendo sus objetivos antes de despedirse de nosotros, y unas pocas superaron todas las espectativas, protagonizando odiseas que ni tan solo aquellos que sus creadores podían haber soñado. Opportunity o las Voyager son quizás el más claro ejemplo de ello, pero los únicos.

La sonda ICE, o también conocida como ISEE-3 (International Sun-Earth Explorer 3), inició su viaje en 1978 con un objetivo relativamente modesto, aunque en ese momento todo un logro ya que no se había intentado nunca, alcanzar el punto de Lagrange 1, a 1.5 millones de Kilómetros de La Tierra en dirección al Sol, y estudiar la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre. Así lo hizo y allí debería haber permanecido hasta el final de sus días. La llegada del cometa Halley y la necesidad de la NASA de dar un golpe de efecto después de no ser capaz de enviar una sonda a su encuentro, como si haría la URSS, Europa y Japón, marcaron el destino de esta pequeña sonda.

En Junio de 1982 ICE abandonaba L1 e inciaba una serie de 5 sobrevuelos cercanos de La Luna, que termianaron dándole el impulso suficiente para iniciar su viaje interplanetario al encuentro del cometa Giacobini-Zinner, pasando a solo 7.800 kilómetros de su nucleo a finales de 1985, meses antes de que la flota internacional hiciera lo propio con el Halley, permitiendo a la NASA anunciar que habían sido los primeros en lograrlo (y aún más importante, especialmente para la administración Reagan, se habían adelantado a los soviéticos). Al no tener cámaras el resultado de cara a la opinión pública tuvo poco impacto, aunque científicamente si obtuvo datos interesantes. Poco después ICE visitó el Halley, aunque a tal distancia (20 millones de Kilómetros) que apenas se le prestó atención, pero nuevamente envió datos que interés científicos.

Finalmente, en 1997 la NASA dió por finalizada la misión de ICE, aunque su transmisor de radio quedó abierto. En 1999 se realizó la última comunicación con ella. Había llegado el final. O al menos eso se creía hasta 2008, cuando inesperadamente la red de espacio profundo (DSN) captó de nuevo su débil eco, mostrando que permanecía esperando nuevas comunicaciones de La Tierra, a la que seguía en su órbita y a la que muy lentamente se estaba aproximando. Será a mediados de 2014 cuando, 36 años después de abandondar nuestro planeta, visite de nuevo su lugar de nacimiento.

El rencuentro con ICE a levantado numerosos espectativas, ya que si sigue operativa (12 de sus 13 instrumentos funcionaban la última vez que nos comunicamos con ella, en 1999) y tiene, como parece tener, suficiente combustible para maniobrar de nuevo, sería posible colocarla de nuevo, medianto un sobrevuelo con La Luna, en órbita alrededor de la Tierra en Agosto de 2014, para lo cual tendría que encender sus motores en Mayo o Junio. Sin embargo corren malos tiempos presupuestarios, como, paradójicamente, también los sufría cuando iniciaba su viaje interplanetario. Para poder "hablar" de nuevo con ICE se debería volver a equipar las antenas del DSN con transmisores obsoletos retirados en 1999 y el precio de construirlos de nuevo parece no compensar los beneficios científicos que ofrecería su regreso. Eso contando que realmente estuviera en condición de responder, lo que en realidad esta lejos de ser seguro al no conocer el estado real de sus sistemas.

Todo parece indicar, si no hay cambios de última hora, que no responderemos a la llamada de ICE, aunque radioaficionados de todo el mundo están intentando seguir su señal, algo que logró recientemente el grupo conocido como AMSAT-DL (or AMSAT Germany), gracias a dispoder de las instalaciones del Bochum Observatory, un antiguo radiotelescopio equipado con una antena de 20 Metros de diámetro y actualmente operado completamente por amateurs, el mayor del mundo que lo hace en estas condiciones. Todo parece indicar que esta veterana exploradora interplanetaria, que inició su viaje antes incluso que las Voyager, tendrá una visita fugaz a nuestro planeta antes de que su señal se pierda de nuevo en las profundidades del espacio. 

Una historia curiosa, por no decir emocionante, una de esas que se sale del guión establecido, y nos recuerda que estos enviados de La Tierra pueden en ocasiones sorprender a sus propios creadores. Aunque en ocasiones estos no respondan.

El retorno de ICE.

ICE durante los últimos preparativos antes de su lanzamiento.

La odisea de esta veterana sonda.

La estructura interna de esta pequeña viajera interplanetaria.

La señal de ICE captada por el grupo AMSAT-DL desde el Bochum Observatory.

El Bochum Observator, construido en la década de los 60 y desde hace 10 años operado exclusivamente por radioaficionados. Situado en Alemania, su situación, bajo una de los cielos más transitados del mundo representa un obstáculo que limita mucho su capacidad de escuchar las estrellas, dada la contamnación de señales de origen terrestre. Sin embargo sus actuales operarios, con imaginación y duro trabajo, han sido capaces de sacarle un enorme rendimiento. 

"El creador no responde". La primera película de Star Trek giraba alrededor de una antigua sonda, una hipotética Voyager 6, que después de una serie de aventuras, regresaba a La Tierra con conciencia propia y deseos de comunicarse con su creador. Su señal de radio, pero, no podía ser respondida porque la tecnología hacia tiempo que había quedado obsoleta y desaparecido. Afortunadamente ICE no tiene ninguna de los elementos que convertía a V'Ger en una amenaza letal. 

ICE, la nave interplanetaria que se negaba a morir

ICE is returning to Earth; but do we have the will to regain control?

Returning Explorers

1 comentario:

Carlos T dijo...

Como radiaficionado que soy y ademas estusiasta de los satelites me produce una "honda y profunda satisfacción" el que colegas tan capacitados como los de AMSAT-DL hallan sido capaces de escuchar esta veterana sonda. Un servidor no tiene ni los equipos ni las antenas que se necesitan para semejante proeza, sin embargo hay muchos colegas españoles que me consta que si los tienen...Aunque la radioaficón parece un hobby antiguo, cosas como esta demuestra que todavia estamos en la vanguardia.

73(=saludos) de Carlos