"Sentinel-1A inaugura una nueva página en la puesta en marcha de Copernicus, la segunda iniciativa emblemática en el programa espacial de la UE después del sistema de navegación Galileo, y que proporcionará a los europeos los mejores servicios de medio ambiente y seguridad que proporciona el espacio. La cooperación entre la UE y los Estados Miembros de la ESA a la hora de financiar nuevas infraestructuras espaciales; la combinación de competencia y experiencia por parte de la Comisión Europea y la ESA; y las capaciades de la industria europea sitúan a Europa en la vanguardia del uso del espacio para beneficio de los ciudadanos, los gestores y la economía".
Con estas palabras Jean-Jacques Dordain, Director General de la ESA, se felicitaba por el lanzamiento del primer miembro del Programa Europeo de Observación de la Tierra, ahora conocido como Copérnicus y considerado, junto con el sistema de posicionamiento global Galileo, una de las prioridades espaciales de la Comisión Europea. A las 20:02 UTC del pasado 3 de Abril un cohete Soyuz ST-A se elevaba desde el Centro Espacial de la Guayana Francesa, transportando en su cima al satélite Sentinel-1A.
A los 23 minutos y 24 segundos se separaba de la etapa superior etapa superior Fregat, iniciando un lento proceso de despliegue de su radar (de 12 metros de longitud) y los dos paneles solares (10 metros) que terminó al cabo de 10 horas:"Esta compleja secuencia, crucial para la misión, ha sido analizada y diseccionada una y otra vez durante la fase de diseño. El mes pasado la ensayamos y el resultado fue perfecto, pero resulta mágico ver como sucede realmente en el cielo" jefe de misión de Sentinel-1, de la ESA, Ramón Torres. El primer paso de Europa para desarrollar su propio sistema de vigilancia medioambiental es ya una realidad.
Sentinel-1A forma parte de las 6 familias de satélites del programa Copernicus que se irán lanzado los próximos años, y que proporcionará información operacional relativa a la superficie terrestre del planeta, a los océanos y a la atmósfera, para contribuir a la toma de decisiones ambientales y de seguridad. Junto a su "hermano" 1B su radar de apertura sintética tomará imágenes de las superficies terrestre y oceánica de Europa, Canadá y las regiones polares casi en tiempo real, obtenidas en cualquier momento del día o la noche y en todas las condiciones meteorológicas imaginables.
Los datos de los satélites Sentinel se transmitirán a estaciones de tierra de todo el planeta para su rápida distribución, serán abiertos y gratuitos, analizados y procesados por proveedores de servicios tanto del sector público como del privado.
"El lanzamiento del primer satélite Sentinel-1 marca un cambio en la filosofía de nuestros programas de observación de la Tierra", explica Volker Liebig, Director de Programas de Observación de la Tierra de la ESA."En meteorología, los satélites han estado proporcionando datos fiables para el pronóstico del tiempo durante más de 35 años. Con el programa Copernicus ahora tendremos una fuente de información similar para servicios medioambientales, así como para aplicaciones en seguridad y en el ámbito de la respuesta ante desastres".
Los paneles solares y el radar (parte inferior) ya desplegados vistos desde el propio satélite.
Lanzado el satélite de observación de la Tierra Sentinel-1A (Soyuz ST-A)
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