Cassini nos muestra los campos de dunas de esta luna de Saturno con un nivel de detalle sin precedentes.
Asociamos Titán con la idea de un lugar gélido, donde grandes mares y lagos de Metano líquido cubren amplias zonas de sus zonas polares, en que este llueve desde nubes de tormenta sobre la superficie, generando formaciones fluviales que alimentan a estos primeros, en una réplica helada del ciclo hidrológico que gobierna el clima de La Tierra. Es lo que lo convierte, con todas sus diferencias, en lo más parecido a nuestro planeta que parece existir en el Sistema Solar. Pero si nos alejamos del deslumbrante protagonismo de su "liquido elemento", inevitable centro de atracción para los astrónomos planetarios, esta semejanza puede resultar incluso mayor.
Y es que Titán dispone también de inmensos campos de dunas, algo que pocos podríamos asociar a este mundo ya que de forma inevitable, a partir de lo que vemos en nuestro planeta, imaginamos este tipo de formaciones en lugares cálidos y secos. Pero ahí están, mares de arena, en realidad granos de materia orgánica de un tamaño similar a las partículas de silicatos que compone la de nuestro planeta, que se desplazan al ritmo de los vientos y adquieren formas familiar. Estas líneas oscuras podrían estar dibujadas sobre una playa o
en un jardín zen, pero se encuentran en la superficie de esta luna de Saturno, posiblemente el último lugar donde podríamos imaginar encontrar algo así.
Desde su llegada la sonda Cassini nos está revelando, a base de sobrevolarlo de forma repetida, un mundo extraordinario, hogar de mares y lagos, tierra de tormentas y reino de amplios campos de dunas que rodean su ecuador, y de las que el 10 de Julio de 2013, mediante el uso del radar, nos ofreció una visión con un nivel de detalle sin precedentes. A lo largo de los años las hemos visto en varias ocasiones, pero nunca con tanta claridad. Ciertamente, y no es algo nuevo para nadie que siga esta misión, la sensación de estar viendo algo familiar, conocido, está ahí. Y ese es, precisamente, el motivo por el cual Titán resulta tan fascinante, un lugar que algún día deberá ser testigo de una exploración tan amplia y profunda como la que actualmente se realiza en Marte. No se merece nada menos que eso.
Una comparativa entre diferentes tipos de campos de dunas de Titán con equivalentes del desierto saudí. Su parecido resulta más que noTable.
Dunas de Titán y de Namibia. Nuevamente las semejanzas son evidentes.
Interacción entre las dunas de Titán y lo que parecen formaciones rocosas que se elevan por encima de ellas.
Los patrones de movimiento de los grandes campos de dunas a lo largo del Ecuador y su disposición es uno de los elementos clave que permiten a los científicos planetarios desvelar los vientos dominantes en esas regiones.
Mares, nubes, lluvia, ríos y dunas...esto y quizás mucho más es lo que nos ofrece Titán.
Cassini descubre patrones muy familiares sobre las dunas de Titan
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