Cassini nos ofrece nuevas imágenes y "sonidos" de la gran tormenta de Saturno.
Son tiempos agitados en el reino del Señor de los anillos, y en especial en su Hemisferio Norte, donde la llegada de la Primavera y de, en consecuencia, de una mayor cantidad de luz solar, parece estar detrás de la gigantesca tempestad que desde finales de 2010 esta azotando el habitualmente tranquilo rostro de Saturno y cuya colosal silueta puede observarse desde La Tierra con un telescopio minimamente potente y por tanto al alcance de cualquier aficionado a la astronomía...no en vano fue una de ellos, antes que los observadores profesionales, quién detectó por primera vez que algo estaba ocurriendo.
Desde ese momento y hasta día de hoy esta descomunal tormenta, 500 veces más grande que cualquier otro observada en Saturno desde la llegada de la Cassini (y con una superficie equivalente al de 8 Tierras), sigue mostrando su cara más espectacular, y hace que podamos sentirnos realmente afortunadas que este estallido de furia climática en el planeta de los anillos ocurra cuando tenemos la oportunidad de observarla de cerca, precisamente gracias a la presencia de esta sonda que desde 2004 esta llevando nuestro conocimiento de este mundo singular y sus exóticas lunas a un nivel sin precedentes.
No son solo espectaculares imágenes lo que Cassini nos ofrece de esta tormenta extraterrestre, sino que también la posibilidad de "escucharla". Y es que dentro de esas nubes majestuosas se esconde un auténtico monstruo eléctrico que en los momentos de máxima actividad genera hasta 10 rayos por segundo, una intensidad tal que los instrumentos de la Cassini, que captan las señales de radio generadas, apenas son capaces de discernirlas de forma individual. De hecho hizo falta esperar al 15 de Marzo pasado, en un momento de actividad no tal alta, para poder registrar los "sonidos" de la tormenta de forma que se pudieran escuchar las descargas de forma individual.
Estamos, pues, ante una muestra del carácter "bipolar" de Saturno, un mundo que, a diferencia de La Tierra o Júpiter donde las tormentas son habituales, puede mantenerse en una absoluta calma durante años para, súbitamente, despertar de la forma más violenta y espectacular, que es lo que está ocurriendo ahora...Igualmente muestra, junto con todas las demás tormentas (estas muchísimo más pequeñas) vistas a lo largo de los últimos 7 años de misión y su distribución, como el cambio de las estaciones (hay que recordar que la Primavera llegó al Hemisferio Norte en 2009) y que las condiciones de iluminación afectan de forma dramática el clima planetario.
Cassini se encuentra en plena campaña "de observación de tormentas" (Saturn Storm Watch), lo que significa que entre cada actividad previamente programada la sonda aprovecha para tomar datos de e imágenes de las tormentas (y en este caso LA tormenta) que ocurren en el planeta y su evolución...y ahora, más que nunca, con Saturno sumergido en un momento de actividad meteorológica intensa y espectacular, cada uno de los datos que sobre todo ello nos pueda enviar desde el lejano reino de los anillos es un auténtico tesoro. Y, porque no decirlo, escuchar el eco de una tormenta de otro mundo tiene algo mágico, ese algo que te hace sentir que el esfuerzo por alcanzar otros planetas y conocerlos en profundidad vale realmente la pena...
Un día en la vida de una tormenta. Presentada en falso color para resaltar los detalles, la gigantesca tempestad de Saturno, que cubre unos 4.000 millones de Kilómetros cuadrados, aparece aquí con toda su magnificencia, con unas nubes que, en las partes más altas, se elevan 60 Kilómetros por encima del resto de la cobertura nubosa del planeta. Las azules son altas y semitranspartentes, las amarillas y blancas altas y densas, las de color rojo y marrón, densas a baja altura, visibles porque los cielos por encima de ellas están despejados, mientras que el tono azulado en una neblina sin nubes por debajo. Los rayos parecen generarse en las capas más bajas, formadas por nubes de agua.
Cassini Captures Images and Sounds of Saturn Storm
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