Aterrizaje de emergencia de la Soyuz MS-10 poco después de su lanzamiento.
Se suele decir, y con razón, que los primeros minutos de un despegue es la fase más crítica de cualquier vuelo espacial, sea tripulado o robótico, donde muchas cosas pueden fallar antes las extremas fuerzas que se abalanzan sobre ellos. Pero para esos primeros puede ser también la última oportunidad para escapar de un destino nefasto si algo falla, al menos si se dispone de un sistema de escape listo para actuar cuando se lo necesita. Los Transbordadores espaciales no disponían de ellos, para desgracia de los tripulantes del Challenger. Afortundamente las Soyuz, cuya historia, bajo diversas formas y modelos, es extensa y llena de experiencia, si lo tienen, y gracias a ello Alexéi Ovchinin y Tyler Hague están hoy vivos y de una pieza.
La Soyuz MS-10 despegaba este pasado 11 de Octubre desde Baikonur, llevando a estos dos astronautas hacia la ISS. Sin embargo nunca llegarían, ya que algo más de dos minutos después del lanzamiento, y en el momento en que los 4 bloques de impulsión de la primera etapa se separaba, algo fue mal, rematadamente mal, como se aprecia en las imágenes tomadas desde tierra, y que sugiere que el sistema pirotécnico que provoca dicha separación hizo una mala jugada. Sea como sea, y que las investigaciones deberán esclarecer, la tripulación activó el conocido como sistema de emergencia SAS y la cápsula se separó del cohete, iniciando un regreso a tierra en trayectoria balística.
Algo que no fue un paseo para ambos hombres, ya que afrontaron, además de un viaje turbulento y con la tensión de estar luchando por sobrevivir, una desaceleración de unos 7g, nada para lo que no estén entrenados y algo superior a la habitual en una reentrada, pero no por ello menos dura.Tocarían tierra a unos 380 Kilómetros de Baikonur, no muy lejos de la localidad de Zhezkazgan, donde los encontrarían los equipos de rescate enviados, con una buena paliza sobre sus espaldas pero de una pieza. Los exámenes médicos posteriores despejaron cualquier temor sobre su salud. Tanto ellos como sus familiares, que asistieron horrorizados a lo que estaba ocurriendo, pudieron respirar tranquilos.
Un final feliz a lo que puedo ser una tragedia, pero que deja varios temas preocupantes sobre la mesa. Por un lado demuestra nuevamente que algo no funciona del todo bien en Roscosmos, y otro plantea que ocurrirá con la ISS, que podría verse abocada a quedarse sin tripulación a principios de año, fecha límite que tiene sus tres habitantes actuales para regresar, ya que es cuando expira el tiempo de vida útil de la Soyuz MS-09 actualmente atracada en ella. Con la inevitable suspensión de los lanzamientos (tripulados) mientras se investiga las causas y con las naves privadas, como la Dragon 2 de Space X, que solo podrían entrar en servicio como muy pronto bien avanzado 2019, las cosas están complicadas. Habrá que estar atentos a como evoluciona la situación.
Pero todo esto de debe hacernos olvidar lo importante, y es que ante una situación potencialmente letal los dos tripulantes salvaron su vida. Otros no tuvieron esa suerte.
La imagen delatora. Arriba la separación de los 4 cohetes de la primera etapa cuando todo ocurre con normalidad. Abajo, lo que se vio en el vuelo de Soyuz MS-10. Algo malo ocurrió ahí.
Los compañeros que nunca llegaron. Alexander Gerst, desde la ISS, captó el abortado viaje de la Soyuz.
Reencuentro entre los dos tripulantes y sus familias. Sin lugar a dudas lo más importante
Fallo en el lanzamiento de la Soyuz MS-10 y regreso de emergencia de la tripulación
Here's What the Failed Soyuz Rocket Launch Looked Like to an Astronaut in Space
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