Nuevas pistas sobre la composición de los mundos de TRAPPIST-1.
Son un de los sistemas planetarios más destacables e interesantes descubiertos, una familia de 7 planetas de tamaño terrestre girando alrededor de una pequeña enana roja, situada a unos 40 años luz de La Tierra, y cuya existencia fue desvelada por el Telescopio TRAPPIST-sur, del cual recibe el nombre con el que lo conocemos. Fue en 2016, y desde entonces no han cesado los esfuerzos de conocerlo un poco mejor, avanzar un paso más. La llegada de colosos como el James Webb nos dará el impulso definitivo, pero hasta que llegue el momento nadie tiene la paciencia de esperar. Dato a dato, llevando al límite a los observatorios actuales, estamos dibujando un cuadro de lo que podríamos encontrar en esa no tan lejana estrella.
El último esfuerzo, estuvo protagonizado por telescopios basados en tierra, incluyendo la instalación SPECULOOS, casi completa, en el Observatorio Paranal de ESO, y de los telescopios espaciales Spitzer y el Kepler, cuyos datos fueron tratado por equipo de científicos, liderado por Simon Grimm, de la Universidad
de Berna (Suiza), aplicando métodos de modelado informático muy
complejos a los datos disponibles y ha determinado las densidades de los
planetas con mucha más precisión. Los resultados ofrecidos muestran que estamos ante mundos rocosos, y que algunos de ellos podrían tener hasta un 5% de su masa en forma de material volátil, posiblemente agua, lo que representa 250 veces más que los océanos terrestres.
Esta información se pudo sacar a la luz gracias a que "los planetas de TRAPPIST-1 están tan juntos que interfieren
entre sí gravitatoriamente, por lo que, cuando pasan frente a la
estrella, hay un ligero cambio en los tiempos. Estos cambios dependen de
las masas de los planetas, sus distancias y otros parámetros orbitales.
Con un modelo informático simulamos las órbitas de los planetas hasta
que los tránsitos calculados concuerdan con los valores observados y de
ahí derivamos las masas planetarias", tal como explica Grimm.
Los resultados son ciertamente intrigantes. TRAPPIST-1b y c,
los planetas más interiores, parecen tener núcleos rocosos y estar
rodeados de atmósferas muy densas, mientras que d
es el más ligero de los planetas, con un 30 por ciento de la masa terrestre. Los científicos no están seguros de si tiene una gran
atmósfera, un océano o una capa de hielo.
Un resultado sorprendente es que e sea el único un poco más denso que La Tierra, lo
que sugiere que puede tener un núcleo más denso de hierro y que no
necesariamente tiene una atmósfera espesa, un océano o una capa de
hielo. Resulta igualmente misterioso que parezca tener una composición
mucho más rocosa que el resto de sus compañeros planetarios. En términos de tamaño,
densidad y de la cantidad de radiación que recibe de su estrella, es sin lugar a dudas el más cercano a nuestro mundo.
En el futuro llegarán el ELT (Extremely Large Telescope) de ESO y, en 2019, el Telescopio Espacial James Webb. TRAPPIST-1 será sin lugar a dudas uno de sus objetivos prioritarios. Si las conclusiones extraídas por Simon Grimm y su equipo son correctas, las posibilidades de un descubrimiento transcendental son lo suficientemente altas como para esperar el momento con emoción y esperanza.
Ilustración con el posible aspecto de los planetas de TRAPPIST-1.
Comparando los tamaños, masas y temperaturas estimadas de los planetas de
TRAPPIST-1 con los de planetas del Sistema Solar. Los colores indican
las temperaturas y la línea negra coincide con la densidad y la
composición de los planetas terrestres del Sistema Solar. Los que están por encima de la línea son menos densos y por debajo son más densos.
Las principales características de los siete planetas de TRAPPIST-1,
junto con los cuatro planetas más interiores del Sistema Solar a la
misma escala.
TRAPPIST-1 es una estrella diminuta, mucho más pequeña y fría que el Sol. Y su sistema planeta está igualmente concentrado a distancias mucho menores que la que separa a Mercurio del Sol.
La energía térmica que reciben los mundos de TRAPPIST-1. Los planetas D y E son los que se aproximan más a la luz y calor de La Tierra, y de ellos E, por su tamaño, el potencialmente con más opciones de tener condiciones habitables.
Es probable que los planetas de TRAPPIST-1 tengan agua en abundancia
2 comentarios:
Hola, donde dice...
Resulta misterioso parezca tener una composición mucho más rocosa que el resto de sus compañeros planetarios. En términos de tamaño, densidad y de la cantidad de radiación que recibe de su estrella, es sin lugar a dudas el más cercano a lo nuestro mundo.
Debería decir...
Resulta misterioso "que" parezca tener una composición mucho más rocosa que el resto de sus compañeros planetarios. En términos de tamaño, densidad y de la cantidad de radiación que recibe de su estrella, es sin lugar a dudas el más cercano a * nuestro mundo.
Saludos.
Coreegido. Gracias por el aviso ;)
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