Un meteorito marciano viajará a Marte a bordo del rover Mars2020.
Hay fragmentos del planeta rojo en La Tierra, meteoritos que en tiempos pasados formaron parte de ese mundo, pero que eventos cataclísmicos, posiblemente grandes impactos de asteroides, lanzaron al espacio, con suficiente rapidez para superar la relativamente débil gravedad marciana y convertirse en viajeros interplanetarios. Y algunos han llegado hasta nosotros. Son fuentes de información en extremo valiosa, aunque no sirven para determinar de forma definitiva si existió o no algún tipo de actividad biológica. Su misma violento origen, su largo viaje expuesto al vacío y la radiación solar, y el hecho de haber permanecido en nuestro planeta durante largo tiempo, que puede implicar contaminación, hace que en este punto sean interesante, pero no determinantes. De ahí la necesidad de enviar una sonda a la superficie, sea para sea realizar análisis directo o para enviar muestras seleccionada a nuestro mundo.
Es por eso que se está desarrollando un coloso como el rover Mars 2020, que junto al europeo ExoMars, se espera que pueda darnos una respuesta, si no definitiva, si al menos que apunta ya hacia una posible respuesta. Para ello estará dotado de una serie de delicados y precisos instrumentos científicos, entre ellos el más importante quizás es el llamado SHERLOC
(Scanning Habitable Environments with Raman and Luminescence for Organics and
Chemicals), dotado de un láser diseñado para iluminar las características rocosas tan finas como un cabello humano. Para asegurarse de que siempre se encuentra ajustado de forma perfecta, necesitará un objetivo de calibración, una referencia que permita a los técnicos ajustarlo de forma perfecta. No es algo nuevo, ya que otros rovers, como Opportunity, también transportan algo parecido para sus instrumentos o cámaras. Pero en el caso que nos ocupa tendremos uno bien curioso: Un trozo del propio Marte.
Se tratará del meteorito Sayh al Uhaymir SaU008, encontrado en Omán en 1999 y se cree que fue expulsado del planta rojo hace millones de años, permaneciendo en órbita solar hasta que se encontró con nuestro mundo. Dividido en dos fragmentos, uno que se quedará en la Tierra y servirá para testear el láser de SHERLOC antes del lanzamiento y el otro viajará a la superficie de Marte, donde servirá de medida de calibración.
Este será el primer instrumento enviado a Marte en utilizar las espectroscopías Raman y de fluorescencia, técnicas científicas familiares para los expertos forenses. Cada vez que una luz ultravioleta brilla sobre ciertos elementos químicos con base de carbono, emiten el mismo brillo característico.
Los científicos podrán usar dicho brillo para detectar sustancias químicas que se forman en presencia de la vida. Además fotografiará las rocas estudiadas, mapeando los químicos que se detecten en ellas. Eso agregará un contexto a los datos recopilados.
Así se cerrará el largo viaje de Sayh al Uhaymir SaU008. Hace tiempo fue expulsado de su mundo, y ahora, de la mano de los habitantes de esa misma estrella azulada que resplandecía en su rojizo cielo, volverá a casa. No será el primero que lo haga, ya que la desaparecida Mars Global Surveyor,
aun en órbita pero fuera de servicio, lleva en su interior otro de estos viajeros, pero si el primero que regrese a la superficie
millones de años después de su partida. Una historia curiosa de destierro y redención.
Sayh al Uhaymir SaU008, el meteorito marciano que regresará a su mundo de origen.
A Piece of Mars is Going Home
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