288P no es un nombre muy impresionante. En realidad no deja de ser una denominación técnica a falta de un nombre como tal, y hasta hace poco no era nada destacable, aparentemente solo un habitante más del cinturón de asteroides que se extiende entre las órbitas de Marte y Júpiter. Pero en el Sistema Solar nunca podemos dar nunca nada por sentado, ya que suele sorprendernos siempre con algo diferente a lo esperado, como ocurrió en Plutón, y eso se aplica también al protagonista de esta historia. Como bien descubrieron los astrónomos que, en Septiembre de 2016, decidieron aprovechar un momento de especial cercanía a la Tierra para estudiarlo en detalle.
Y es que lo que encontraron no dejó de ser una sorpresa, ya que 288P no era un único asteroide, sino en realidad dos del mismo tamaño y masa orbitando uno alrededor del otro a una distancia de unos 100 Kilómetros. Y aunque esto no es extraño, si lo fue que detectaron en ambos una fuerte actividad."Detectamos indicaciones fuertes de la sublimación del hielo de agua, debido al aumento de la radiación solar, similar a cómo se crea la cola de un cometa", explica Jessica Agarwal, del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, Alemania. Un cometa doble, una increíble maravilla de la naturaleza.
288P tiene un interés extra, y es que forma parte de una pequeña y enigmática familia, los llamados cometas del cinturón principal, asteroides que presentan cierta actividad cometaria, de los que se conocen muy pocos ejemplares."El hielo superficial no puede sobrevivir en el cinturón de asteroides para la edad del Sistema Solar, pero puede ser protegido durante miles de millones de años por un manto de polvo refractario", explica Agarwal. Se les considera clave para entender de la formación y evolución de todo el Sistema Solar, y preguntas como el origen último del agua que cubre buena parte de la superficie terrestre. Son extraños, únicos, y 288P lo es más que ningún otro. Como cometa lo es, pero también como asteroide, ya que es un ejemplar doble también único, tanto por sus tamaños y massa parecidas, así como por la distancia que separa a ambos.
Y si todo esto parece poco, un punto extra de singularidad: El equipo liderado por Agarwal llegó a la conclusión de que 288P ha existido como un sistema binario por sólo unos 5000 años."El escenario de formación más probable es una ruptura debido a la rotación rápida. Después de eso, los dos fragmentos pueden haber sido movidos más lejos por la actividad de sublimación". Bienvenidos a una nueva maravilla del Sistema Solar. Es nuestro hogar, y como podemos ver y una vez, aún estamos lejos de conocerlo en todo su esplendor.
Hubble discovers a unique type of object in the Solar System
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