P/2013P5, el asteroide que se partió en dos y se convirtieron en cometas.
Hubo un tiempo en que creíamos tener muy clara la diferencia entre ambos tipos de cuerpos. La distinción era muy clara, unos eran enormes rocas, sólidas y resecas, y los otros bolas "de nieve sucia", en una definición que aún podíamos encontrar en los libros de astronomía no hace tanto tiempo. No era más que una ilusión, una distinción demasiado clara que la exploración espacial poco a poco a ido borrando. Ni los unos son tan secos (bien al contrario, contienen grandes cantidades de substancias volátiles, agua incluida) ni los otros son depósitos de hielo flotante (vistos de cerca resultan tener un aspecto bastante cercano a los asteroides típicos). En realidad son habitantes de un mismo mundo.
¿Entonces porque unos generan esas espectaculares colas y los otros no? Uno de los principales motivos por la cual los asteroides no se comportan como cometas es el lugar donde se encuentran. Localizados predominantemente en el Cinturón Principal, tienen órbitas relativamente circulares alrededor del Sol y no experimentan, por tanto, las enormes variaciones de temperatura que rigen la actividad de los primeros. Todo lo que puedo sublimarse ya lo hizo, y lo que no nunca podrá recibir el calor necesario para poder hacerlo.
Sin embargo siempre hay excepciones, habitantes del Sistema Solar que desafían lo que creemos sabes. Este es el caso del asteroide P/2016 J1. O mejor dicho, de este "par de asteroides", apelativo que reciben aquellos que un día formaron uno solo, se fragmentaron por algún motivo y aunque no están ligados gravitatoriamente conservan aún una órbita similar.Y son un "par" reciente, como explica Fernando Moreno, investigador del
Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) "Los resultados derivados de la evolución orbital demuestran que el
asteroide se fragmentó hace aproximadamente seis años, por lo que el
sistema constituye el par de asteroides más joven del Sistema Solar
encontrado hasta la fecha".
Pero si algo hace inusual a P/2016 J1 es la actividad que presentaban cuando fueron descubiertos, en 2016. Nada de "rocas en el espacio" muertas y silenciosas, sino que "los dos fragmentos se
hallan activados, es decir, muestran estructuras de polvo similares a
las de los cometas. Es la primera vez que observamos un par de
asteroides con actividad simultánea", señala Fernando Moreno. El análisis ha permitido conocer que los asteroides "despertaron"
cerca del perihelio ,entre finales de 2015 y principios de 2016, y que permanecieron
activos por un periodo de entre seis y nueve meses."Con toda probabilidad la actividad de emisión de polvo se debe a la
sublimación de hielos que quedaron expuestos desde el momento de su
fragmentación".
No es el primer asteroide, o asteroides en este caso, que nos recuerda lo tenue de una diferencia que en buena parte solo existía en nuestras ideas preconcebidas. Y seguramente no será el último. El Sistema Solar es un lugar sorprendente.
Ambos cuerpos celeste, vistos el 15 de Mayo de 2016. Se aprecia a ambos asteroides, así como la cola de partículas.
P/2016 J1: el asteroide que se rompió y cuyos fragmentos, años después, desarrollaron colas
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