Y llegó el momento de la verdad. Alcanzó su meta 19 de Octubre y realizó una inserción orbital impecable, pero ya sabíamos que eso solo era un paso más, de los más importantes pero no definitivo, para que esta sonda alcanzara la posición perfecta para lograr sus objetivos, básicamente una exploración en profundidad de la atmósfera marciana, especialmente de sus componentes más minoritarios, entre ellos, por encima de todo, del famoso y esquivo Metano, del que intentará dilucidar su origen último.¿Geológico o biológico? Esperemos tener pronto una respuesta.
Pero antes, el 5 y el 7 d Marzo los instrumentos de ExoMars estuvieron tomando datos del Marte, como parte de la fase de preparación de cara a la campaña científica propiamente dicha, y que deberá empezar en 2018. Y aunque toda información es valiosa, sobretodo es la oportunidad de validad que todos ellos funcionan correctamente y permitir a sus respectivos equipos adquirir experiencia en su maneja lo que aportaron esta última y corta fase de actividad antes de iniciar el aerofrenado."Gracias a estos ensayos generales, nuestros científicos pueden perfeccionar sus técnicas de adquisición de datos, incluyendo los comandos de orientación y eliminando cualquier problema de software, y van a acostumbrándose a trabajar con los datos mucho antes de que la misión principal comience el año que viene. Lo que hemos visto hasta ahora resulta muy prometedor para nuestros fines científicos". Ahora todo está en manos del equipo de navegación.
A principios de la semana pasada se cargaron los primeros comandos para el aerofrenado, que comenzaron a ser ejecutados el 15 de Marzo. A lo largo de las próximas semanas se realizarán siete encendidos del motor para ajustar su órbita, dentro del periodo previo al aerofrenado principal. Así la sonda irá bajando su punto más bajo de su órbita hasta solo 113 km de altura, es decir entrando ya directamente en las capas altas de la atmósfera de Marte. La ligera fricción generada deberá frenarlo lo suficiente para ir ajustandola, desde la elíptica inicial de 200 x 33.000 km hasta una circular de 400 Kilómetros, la ideal para sus instrumentos, pero también para ser punto de enlace con los vehículos de superficie, especialmente el rover ExoMars, que deberá llegar en 2020.
"No es la primera vez que la ESA lleva a cabo maniobras de aerofrenado, pero sí es la primera vez que empleamos esta técnica para alcanzar una órbita científica prevista, repitiéndola durante tanto tiempo", explica el director de vuelos Michel Denis."Los controladores de la misión han trabajado codo con codo con nuestros expertos en dinámica de vuelo para prepararse para esta complicada fase: estamos listos para el aerofrenado. Vigilaremos de cerca la temperatura de los paneles solares y la aceleración de la nave, no solo durante las primeras pasadas a través de la atmósfera, sino durante el resto de 2017, ajustando la trayectoria según las necesidades".
Se inicia por tanto el último y definitivo viaje de ExoMars, el que debe marcar el éxito definitivo de esta misión, adentrándose en los cielos marcianos. Una maniobra tan delicada como potencialmente peligrosa, aunque con enormes ganancias si se completa correctamente.Solo queda desear la mejor de las suertes a su equipo de navegación. Ahora todo está ya en sus manos.
Sobrevolando el cráter Mellis, en ese momento en la frontera entre el día y la noche marciana, en una imagen tomada el 5 de Marzo.
Las observaciones científicas realizadas durante las órbita del 5 al 6, y del 6 al 7 de Marzo respectivamente. Las últimas antes de zambullirse en las capas altas de la atmósfera.
El aerofrenado es una maniobra delicada, pero permite colocar una sonda en su órbita buscada con el ahorro de su preciado combustible. Por eso es bastante utilizada en el caso de Marte, donde ExoMars no será la primera en ejecutarlo. La Mars Reconnaissance Orbiter.
Tras los ensayos científicos de ExoMars comienza el aerofrenado
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