Las comunicaciones entre La Tierra y Marte entran en pausa, al situarse este último al otro lado del Sol.
2 semanas de casi silencio. Eso es que deberán afrontar cada uno de los equipos a cargo de cada una de las misiones actualmente en activo en el planeta rojo, una larga espera para aquellos que están acostumbrados a comunicaciones sino diarias si relativamente constantes. Pero el Sol, nuestra estrella, dicta aquí su ley, y como todos saben cuando ocurre solo podemos esperar a que pase el momento. Llega una nueva conjunción solar.
Cada 26 meses, siguiendo cada uno su camino orbital, la Tierra y Marte se sitúan cada uno en lado del Sol visto desde sus respectivos puntos de vista, quedando este último situado entre ambos. Esta configuración representa un problema para las comunicaciones con las sondas situadas en el planeta rojo, no tanto porque sea imposible comunicarse con ellas, como el peligro potencial que ese representa de hacerlo: Las interferencias solares podrían corromper los datos de los precisos comandos que se les envían desde la Tierra, lo que podría generar problemas informáticos, comportamientos erráticos
o incluso daños permanentes.
Por eso, como forma de evitar que nada malo les ocurra a las sondas marcianas, siempre que se alcanza una nueva conjunción solar las comunicaciones se van reduciendo hasta quedar competentemente cortadas durante los días en que esta alineación planetaria llega a su momento culminante Y así será ahora desde este próximo 7 al 21 de Junio, en que los equipos de las 3 sondas y 2 rovers actualmente en activo de la NASA (y es de supone que también los de la Mars Express y Mangalyaan) se abstendrán de enviar comandos a sus respectivos vehículos. En realidad será el punto culminante de un proceso que ya se inició hace días con la progresiva disminución de las comunicaciones, tanto en cantidad como en velocidad, a medida que Marte se situaba cada vez más cerca del Sol visto desde la Tierra. A partir del día 7, con el planeta rojo apenas separado 2º del disco solar (el equivalente a 4 Lunas Llenas) el silencio será completo, al menos en lo que respecta al envío de comandos.
La llegada de la conjunción solar no implica que las sondas dejen de trabajar, ya que han recibido por adelantado el plan de actividades para estas 2 semanas, aunque evidentemente no al mismo ritmo de siempre. Especialmente en el caso de Curiosity y Opportunity, que se mantendrán en sus posiciones actuales hasta que la situación regrese a la normalidad para enviar todo lo que hayan podido reunir. MAVEN también guardará todos los datos que reúna en este tiempo para su posterior transmisión, mientras que Mars Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter seguirán enviado información a la Tierra, aunque se espera que no toda pueda alcanzar nuestros planeta.
Es una situación conocida y prevista, y en el caso de las sondas más veteranas simplemente una conjunción más de las no pocas que ya han afrontado. Así es el caso de Opportunity, que ya lleva vividas 5, al igual que la Mars Express. Para el equipo de MAVEN y Curiosity, sin embargo, sea la primera vez que lo experimenten. Pero no será la última. Dentro de otros 26 meses, a principios de 2018, ambos mundos y el Sol se reunirán de nuevo.
Cada 26 meses ambos mundos se sitúan cada uno en un lado del Sol. Eso dificulta las comunicaciones, y puede ser peligroso enviar ordenes a las sondas marcianas. Son días de espera.
La Tierra desde Marte y Marte desde La Tierra. Llega la hora de la conjunción.
Mars Missions to Pause Commanding in June, Due to Sun
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