Es siempre una buena idea tener una cámara a mano, pues lo inesperado puede ir a tu encuentro en cualquier momento...como bién pudo pensar John Derr cuando, en 1992, y mientras grababa imágenes del partido escolar de futbol americano que se celebraba en Johnstown, Pennsylvania, un inesperado visitante cruzó por delante de su campo de visión.
Era el que posteriormente se conoció como el meteorito Peekskill, que terminó, tras proporcionar 40 gloriosos segundos de luz en los cielos del estado de New York, chocando y dejando medio destrozado un coche, a cuyo propietario, podemos asumir con bastante seguridad, todo esto no le debió parecer tan maravillo como al resto. Todo un recordatorio de que el espacio, con todos sus visitantes inoportunos, se encuentra apenas unos Kilómetros por encima de nuestras cabezas.
En total 16 videocámaras registraron la llegada de esta roca de otro mundo, nada mal para una epoca donda aun se estaba lejos de la multiplicación de potenciales observadores que han supuesto, entre otros motivos, la popularización de los móviles con camara incorporada, lo que dice mucho de la espectacularidad de este meteoro. Un fenómeno que pueden surgir en cualquier momento y lugar...por lo que no está nunca de más tener una cámara a mano.
El meteoro Peekskill junto a su "pista de aterrizaje".
Peekskill Fireball Video: Johnstown
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