Las despedidas siempre son tristes, y cuando llegan de forma inesperada estas aun resultan más duras de afrontar...desde 600.000 Kilómetros de distancia y mientras se dirigía nuevamente hacia el espacio profundo Akastuki miró el ya lejano planeta que debía haberse convertido en su nuevo hogar, y que la mala fortuna, encarnada en un fallo técnico en el sistema de impulsión, impidió cruelmente. Las fotografías son tan hermosas como tristes, recordandonos lo que pudo ser y no fue.
Estas tiene un lado positivo, y es que muestran que las diversas cámaras de la sonda funcionan perfectamente, y que Akatsuki puede seguir trabajando y ofreciendo datos científicos interesantes en estudios científicos alternativos, pero, claro está, la que era su misión principal y más esperada está perdida definitivamente...o quizás no: A finales de 2016 volverá a pasar cerca de Venus, y si para entonces sigue funcionando se intentará que finalmente, y con 7 años de retraso, pueda alcanzar su meta. Dificil, pero no imposible, y el único consuelo que les queda a todos los que participan en esta misión.
Mientras tanto siguen las investigaciones para encontrar las causas del fracaso en la inserción orbital, y ahora todo parece apuntar a una caida en la presión interna del tanque de combustible, lo que implico un suministro insuficiente al impulsor en el momento que debía proceder a frenar a la sonda para que esta fuera atrapada por la gravedad venusiana, lo que implico que la fuerza generada por estos fue mucho mas debil de lo normal, resultando por ello que Akatsuki no redujo su velocidad lo suficiente, ademas de perder su estabilidad y empezar a girar sobre si misma.
El origen último de todos los problemas parece ser el tanque de Helio, que tenía como proposito genrar presión en el interior del tanque de combustible para facilitar el desplazamientode de este...sin embargo la inyección de este gas no ocurrió o lo hizo menos de lo necesario, quizás por algun fallo en tuberías y válvulas que lo regulaban, lo que llevó a una caida de la presión interna y con ella a una insuficiente llegada de combustible al impulsor. También se especula que este puede haber sufrido daños, lo que pondría muchas dudas sobre la posiblidad de que dentro de siete años se pueda intentar entrar en órbita venusiana.
De momento la única realidad definitiva es que Akatsuki se aleja ya del planeta, observandolo en la distancia como un triste consuelo de lo que debería haber sido un hermoso viaje de exploración...solo el tiempo dirá si algún día podrá conseguir lo que ahora la fortuna le negó. Es una debil esperanza, tanto por los siete años que le esperan por delante hasta que llegue el momento, como por el estado de su impulsor, el mismo que le falló justo cuando más lo necesitava, pero como dice el refrán, la esperanza es lo último que se pierde...por ello no diremos hasta nunca a Venus, sino hasta pronto. Nos volveremos a encontrar.
Un fallo en el impulsor de la sonda (Orbital maneuvering Engine) parece estar detras del fracaso en la entrada en orbita, al no generar suficiente potencia para frenar a Akatsuki y permitir su captura.
En rojo, el momento en que debía haberse procedido al encencido del motor y frenado de la sonda...al no ocurrir esta siguió su camino tras sobrevolar el planeta.
Akatsuki permanecerá en órbita solar hasta que, a finales de 2016, su camino y el de Venus vuelvan a cruzarse.
"A mal tiempo, buena cara" dice el refrán...
Come back, Venus.....
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