domingo, octubre 20, 2013

Post Vintage (69): Sueños a propulsión

Jet Propulsion Laboratory o, de forma abreviada, JPL...un nombre que sonara bastante a todos aquellos que sigan, aunque solo sea de forma puntual, la exploración espacial. Galileo, Pathfinder, Opportunity, Curiosity o Cassini son solo unos pocos ejemplos de vehículos que han sido construidos y controlados no en las instalaciones de la NASA, sino en el JPL, situado cerca de Los Angeles, en una población llamada La Cañada Flintridge.

¿Es parte de la NASA o una institución independiente? La respuesta es que el JPL nació mucho antes, siendo esta última quién construyó y lanzó el Explorer 1, el primer satélite estadounidense y respuesta al Sputnik Soviético. No sería hasta finales de 1958 cuando se decidió incorporarlo a la recién creada Agencia Espacial por petición del propio director del JPL, William Pickering, al considerar que si querían llevar adelante los proyectos que tenían en mente, necesitaban unos recursos económicos y técnicos de los que ellos, por si solos, no podían disponer.

Asi nació un matrimonio que hasta día de hoy tanto a dado al programa espacial norteamericano, si bien el JPL, aunque recibe financianción federal, es administrado y operado por el Caltech (Instituto Tecnologico de California), por lo que puede considerarse una entidad independiente bajo contrato con la NASA.

Los primeros pasos hacia el nacimiento del JPL se dieron en 1936, con los primeros trabajos de un grupo de jóvenes soñadores apodados "rocket boys". En una época donde las ideas y propuestas sobre cohetes capaces de volar hasta el espacio era visto por los norteamericanos como algo de pura ciencia ficción, y un pioneero en este campo como Robert Goddard era ridiculizado en público por su trabajo, estos estudiantes decidieron poner en juego su reputación dando un contenido de ingeniería real a lo que era visto como poco menos que una fantasía.

Compuesto por Frank Malina (del Guggenheim Aeronautical Laboratory, perteneciente al Caltech) Jack Parsons, y Ed Forman, consiguieron reunir las piezas mecanicas necesarias y se dirijeron, el 31 de octubre de 1936, a una zona desierta en Arroyo Seco, al pie de las Montañas de San Gabriel, allí donde llevaron los considerados historicamente como los primeros experimentos con cohetes del JPL, aunque no sería hasta el 15 de Noviembre de 1936 cuando tuvieron el primer exito.

Tras ellos recibieron el apoyo firme de profesor del Caltech Theodore von Karman, que les consiguió un espacio dentro del campus del instituto.

Sin embargo sería esta una estancia breve. Los ensayos con los nuevos motores eran demasiados ruidosos y peligrosos, y en 1940 se decidió construir unas nuevas instalaciones en las estribaciones de Pasadena, compuesta por unas pocos edificios, y que en Noviembre de 1943 recibieron su nombre oficial: Jet Propulsion Laboratory. Theodore von Karman sería el primer director de esta naciente empresa, destinada a convertirse, junto con la NASA, en la piedra angular del esfuerzo aeroespacial estadounidense.

Como en muchos otros campos de la tecnología, sería el desarrollo militar quién impulsaria su crecimiento y expansion. El ejercito del aire se interesó por los cohetes como metido para facilitar el despegue de aviones pesados, y un grupo de técnicos del JPL liderado por Frank Malina se puso manos a la obra: En Agosto de 1941 se equipó un aeroplano Ercoupe con cohetes, y en las pruebas demostro que era capaz de levantar el vuelo en la mitad del terren.

A partir de aqui y con la entrada de los EEUU en la 2ª Guerra Mundial, la colaboración entre el ejercito y el JPL aumento, ya que este primero cada vez estaba más interesado en este campo tecnologico. Así, en 1944, se empezó a desarrollar lo que serían los primeros cohetes con sistema de dirección, que permitieran dirigirlo hacia un objetivo concreto, trabajo que se vería culminado el 11 de Octubre de 1945 con el exitoso vuelo del WAC Corporal, que alcanzó los 70 kilómetros de altura. En los años posteriores se consiguió simplificar el diseño, hasta desarrollar el llamado the Sergeant, que pasaría sus primeros ensayos en White Sands, Nuevo Mexico, en Enero de 1956. En 1959 el ejercito del Aire transfirió el proyecto a una empresa privada, la Sperry Corporation, aunque el JPL continuó ligado a el como consultora durante bastantes años.

Su destino, pero, ya había cambiado de forma decisiva en 1957. En Octubre la URSS sorprendió a los EEUU con el lanzamiento del Sputnik 1, un logro que todos creían que alcanzarían primero los tecnologicamente avanzados estadounidenses y no los Soviéticos, a los que se consideraba  más atrasados en este aspecto y por ello incapaces de acometer una empresa de tal magnitud. La sorpresa fue total y se intentó responder rapidamente (apenas dos meses después) con el Vanguard 1, cuyo vuelo que terminó en desastre al fallar el cohete impulsor.

Y fue entonces, con la credibilidad del país bajo mínimos, cuando el JPL, junto con la Army's Ballistic Missile Agency, vino al rescate: En solo 80 días completaron el montaje de un cohete impulsor de 4 etapas y a finales de Enero de 1958 se lanzó con éxito el Explorer 1, el primer satélite estadounidense: Habia empezado la carrera espacial.

Fue esta una página de oro en su historia, y al mismo tiempo el fin de una etapa. Con este éxito y la vista puesta en la exploración del espacio, el JPL y la NASA se dieron la mano y empezaron un camino conjunto que prosigue hoy día, siendo esta colaboración una parte vital en el esfuerzo aeroespacial de los EEUU. Las Vikings, que aterrizaron en Marte, las Voyager, que siguen su camino hacia las estrellas, La Galileo y la Magallanes, que orbitaron Jupiter y Venus respectivamente, la Pathfinder, que llevó el primer rover a la superficie marciana, la Mars Global Surveyor, Mars Odyssey y Mars Reconaissannce Orbiter, que nos han dado más conocimientos sobre el planeta Rojo que ninguna otra sonda anterior, la Cassini, que sigue hoy día en órbita alrededor de Saturno, las infatigables Spirit y Opportunity, el gran rover Curiosity, ect..

Todas ellas nacieron en el seno del JPL y son un ejemplo de como lo que era el simple sueño de unos jovenes estudiantes, casi un siglo después, se ha convertido en una fábrica de sueños para toda la Humanidad.

Jet Propulsion Laboratory, uno de los pilares fundamentales de la NASA, aunque manteniendo una independecia que le permitió, aunque dependiendo de sus propios recursos económicos, mantener la actividad de todas las misiones interplanetarias a pesar del cierre del gobierno de los EEUU, que implicó la reducción al mínimo de las actividades de la agencia espacial.

El JPL, escenario de algunos de los momentos más intensos de los últimos años, como es la llegada de Curiosity a Marte.

Aproximar al gran público el programa de exploración interplanetaria liderada por los EEUU, uno de los objetivos del JPL.  

Jet Propulsion Laboratory

JPL History 

Storybus Tours: Close Encounters at NASA JPL

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