Los hitos espaciales más importantes de cara a 2018.
El año que estamos a punto de inaugurar no estará falto de momento transcendentales en este terreno. En realidad viviremos uno de las etapas más activas y llena de noticias de los últimos tiempos,incluso teniendo en cuenta que el lanzamiento del James Webb se retrasó para 2019. El calendario, como podremos ver, está llena de fechas a tener en cuenta, todo un cambio de tendencia después de un 2017 relativamente tranquilo en este aspecto. Veamos un pequeño resumen de las numerosos acontecimientos que viviremos a lo largo de 2018.
- SpaceX Falcon Heavy: Enero será testigo, de no haber aplazamientos de por medio, la inauguración del mayor cohete lanzador del mundo, capaz de enviar 70 toneladas a una órbita baja, 27 a una órbita geoestacionaria o 16 en una trayectoria de escape interplanetaria. Muy por encima de cualquier otro actualmente en activo. Un primer vuelo de prueba que, de lograrse, dará lugar al espectacular aterrizaje posterior de las tres etapas Falcon 9 de las que se compone, y enviará una curiosa carga en dirección a Marte.
- El fin de Tiangong-1: China inició el camino para construir su propia estación con el lanzamiento en 2011 de este laboratorio orbital, auténtico campo de pruebas para adquirir toda la experiencia y conocimientos necesarios para hacerla realidad, incluidas 6 maniobras de atraque y partida por parte de las 3 naves que han viajado hasta ella (Shenzhou-8, Shenzhou-9 y Shenzhou-10). A mediados de 2016 se perdió el control sobre ella y se espera que se desintegre en la atmósfera a finales de Enero, en un punto aún por especificar.
- Cazador de mundos: Con el Kepler aún operativo pero ya superando su esperanza de vida, en Marzo de 2018 llegará el que se puede considerar su sucesor, el observatorio TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), que realizará la misma actividad, monitorizando hasta un total de 200.000 estrellas para intentar detectar en ellas cualquier fluctuación en su luminosidad que pudiera delatar la presencia de planteas. Se centrará en estrellas situadas a pocos cientos de años-luz de la Tierra.
- Regreso a la Luna: Una década después de la Chandrayaan, su primera misión lunar, La India dará de nuevo un salto adelante en nuestro satélite lanzando en Marzo la Chandrayaan-2, mucho más ambiciosa, incluyendo una sonda orbital, un módulo de alunizaje y un pequeño rover.
- En el fin del principio: Aunque su entrada en órbita se produjo en Octubre de 2016, ExoMars lleva desde entonces realizando unas lentas y cuidadosa inmersiones en la atmósfera marciana para ir frenando y ajustando su órbita definitiva, mucho más cercana y circular. Es lo que se llama técnica de aerofrenado. A principio de 2018 este largo camino llegará a su conclusión, y con ello se iniciará su auténtica misión, incluyendo la búsqueda del esquivo metano marciano.
- Tocando la roja superficie: Mars InSight debería haber llegado en 2016, pero un problema en uno de sus instrumentos clave que no se pudo corregir a tiempo hizo tomar la decisión de aplazar el lanzamiento hasta Marzo de 2018. Ahora todo parece listo, y después de esta agónica espera de dos años, finalmente iniciará su camino hacia el planeta rojo, al que alcanzará en Noviembre de este mismo año. Una vez aterrice iniciará la exploración del inferior del planeta, registrando tanto su actividad sísmica como el flujo de calor que llega de su núcleo.
- Viaje al Sol: El 31 de Julio se inicia quizás unas de las aventuras más extraordinarias de la historia reciente de la exploración espacial. Y es que la sonda Parker Solar llegará mucho más cerca del Sol que cualquier otro objeto humano, sobrevolando en diversas ocasiones nuestra estrella a tan solo 6.2 millones de Kilómetros de distancia, adentrándose directamente en la Corono Solar. Sobreviviendo a condiciones extremas, con temperaturas que superarán los 1.300 Cº y un nivel de radiación solar inconcebible. No es extraño que sea la sonda dotada de los sistemas de protección y refrigeración más avanzados y potentes que existen.
- Llegada a Bennu: 2018 significará nuestro regreso a la exploración de los asteroides. La OSIRIS-REx, después de dos años de paciente viaje, sobrevuelo de la Tierra incluido) llegará a las inmediaciones a Bennu, iniciando una intensa campaña de estudio de este pequeño cuerpo celeste, preparando el momento clave, cuando se aproximará lo suficiente para recoger muestras de material. Una vez concluida esta operación iniciará su camino de regreso a nuestro planeta, al que llegará en 2023.
- Llegada a Ryugu: la sonda japonesa Hayabusa 2, lanzada a finales de 2014, afrontará este año que ahora empieza su propio encuentro con un asteroide, en este caso Ryugu, el cual orbitará, estudiará en profundidad, depositará varios pequeños vehículos en superficie y tomará muestras para llevar a la Tierra. Se espera que la cápsula con el preciado material llegue en Diciembre de 2020.
- Viaje al otro lado: China, por su lado, dará un nuevo paso en la exploración lunar con el lanzamiento de la Chang'e 4 a finales de año, que intentará lo que nunca se había intentado antes, alunizar en la cara oculta. Se espera que a mediados de 2018 se lance otra sonda, que se situará en el punto de Lagrange 2 y ofrecerá cobertura para la Chang'e 4, que de otra forma no podría comunicarse con la Tierra.
- Camino a Mercurio: En Octubre Europa y Japón iniciarán su propia aventura a Mercurio con la misión conjunta BepiColombo, bajo cuyo nombre se esconde dos sondas distintas, una europea y otra japonesa que viajarán a bordo del Mercury Transfer Module (MTM), que les ofrecerá la energía que necesiten durante los largos 7 años que les esperan por delante, y que incluye varios encuentros con la Tierra y Venus. Una vez lleguen al planeta más interior del Sistema Solar, se separarán y iniciarán cada una su propia misión independiente.
- Más cazadores de mundos: La búsqueda de otros planetas en otras estrellas recibirá un nuevo refuerzo con el observatorio europeo CHEOPS (CHaracterising ExOPlanet Satellite). Situado en órbita terrestre y utilizando la técnica de la fotometría, centrará su atención en las estrellas donde ya se conoce que existen planeta, con el objetivo de ampliar lo que sabemos de ellos, descubrir de nuevos y preparar el camino para los futuros observatorios que serán capaces de detectar y analizar sus atmósferas.
- Cuando se apaga una luz: Llevo la luz al poco explorado Cinturón de Asteroides, y actualmente sigue explorando el mayor de ellos, Ceres, en realidad clasificado como planeta enano. A lo largo de 2018 se aproximará más que nunca a su superficie, por lo que podemos esperar nuevos y decisivos descubrimientos. Pero también, en algún momento durante la segunda mitad de año, su combustible se agotará, y con el se cerrarán las puertas a su extraordinaria misión. La sonda, ya en silencio, permanecerá de forma indefinida en órbita, como una nueva y metálica luna de Ceres.
Tenemos por delante un año bien surtido de acontecimientos. Y espero que sigamos todos aquí para seguirlos y comentarlos. Feliz 2018!!!
La llegada de nuevo coloso de Space X, el Falcon Heavy.
Tiangong-1, el primero laboratorio orbital chino, llega al final de su existencia y se desintegrará en la atmósfera terrestre. Su misión está ya cumplida.
Con dos años de retraso, la Mars InSight dará su esperado salto al planeta rojo.
China buscará alunizar en la cara oculta, precedido de una sonda en el punto de Lagrange 2 del sistema Tierra-Luna que le sirva de cobertura y pueda así comunicarse.
Europa y Japón iniciarán su viaje conjunto hacia Mercurio con la BepiColombo.
Después de un largo proceso de frenado, en 2018 la ExoMars se pondrá finalmente a trabajar.
10 años después de su primera sonda lunar, La India regresará con una Chandrayaan-2 mucho más compleja que su predecesora, con la que realizará su primer intento de alunizaje.
La OSIRIS-Rex llegará en 2018 a su meta. Explorar a fondo este fragmento de la formación del Sistema Solar y traer muestras a la Tierra su meta final.
Japón no quiere quedarse atrás, y la Hayabusa 2 afrontará su propio encuentro con un asteroide, con objetivos muy parecidos a las de OSIRIS.
Comienza la primera misión que casi tocará el Sol. Adentrándose en la Corona Solar y llegar allí donde se origina el viento solar, espera dar nueva luz sobre los complejos mecanismos que rigen el comportamiento de nuestra estrella.
TESS y CHEOPS, los dos nuevos cazadores de planetas.
La extraordinaria misión de Dawn llega a su fin.
The Most Exciting Space Missions to Watch This Year
domingo, diciembre 31, 2017
sábado, diciembre 30, 2017
La llegada de un peso pesado
2018 tendrá una apretada agenda de acontecimientos espacial, entre ellos el lanzamiento de diversas sondas interplanetarias, otras llegarán a su objetivo, dos nuevas misiones lunares se pondrán en marcha y veremos el despegue de diversos telescopios orbitales. Tiempo habrá para hablar de todo ello. Pero otro actor se prepara para entrar en escena de una forma espectacular. Su creador es Space X y está llamado a ser el cohete lanzadera más potente que exista, superando ampliamente a cualquier otro competidor. Al menos hasta la llegada del SLS de la NASA. Pero este último aún no existe, mientras que el protagonista de esta historia ya es una realidad.
Y una bien visible, ya que el pasado 28 de Diciembre el primer Falcon Heavy era colocado en la rampa de lanzamiento 39A del Kennedy Space Center. No para un lanzamiento inmediato, previsto para algún momento a principios de 2018, pero si para someterse a varias previas, el último paso antes de intentar su primer vuelo, que el propio Elon Musk reconoce que tiene "buenas posibilidades" de no salir bien. No es extraño, porque hablamos de un auténtico monstruo formado por tres impulsores Falcon 9, cada uno de los cuales contiene nueve motores Merlin. 27 motores total. Tan complejo que se irán encendido de forma progresiva para no dañar el propio cohete con semejante fuerza impuslora.
Y eso solo será el principio. Si despega correctamente, asistiremos a un espectáculo único, el regreso y aterrizaje de forma sucesiva de los dos impulsores laterales en las dos plataformas Z-1 de la Base de Cabo Cañaveral, seguido poco después por la primera etapa del impulsor centrar, que lo hará en una de las barcazas situadas en el océano Atlántico, la Of Course I Still Love You. El escenario no puede ser más espectacular. Si todo resulta bien, por supuesto, pero con Space X hay que dar siempre un voto de confianza. No son infalibles, pero han demostrado ser capaces de superar sus límites una y otra vez. Su éxito abriría nuevas puertas para la compañía, entre ellos abaratar los lanzamientos de satélites pesados a una órbita geoestacionaria, que hasta ahora requerían el "sacrificio" del Falcon 9 por completo para darle el impulso necesario, así como a futuras aspiraciones lunares y marcianas.
Y para marciano el cargamento de este primer vuelo. Dejemos que sea el propio Musk el que lo explique:
Payload will be my midnight cherry Tesla Roadster playing Space Oddity. Destination is Mars orbit. Will be in deep space for a billion years or so if it doesn’t blow up on ascent.— Elon Musk (@elonmusk) 2 de desembre de 2017
Así que todos listo para el primer vuelo del coloso. El espectáculo promete ser digno de verse y en más de un sentido. Y sin necesidad de sacarse en carnet de conducir. De momento.
El Falcon Haavy en la plataforma 39A, que en su momento acogió a los transbordadores espaciales.
Una visión cercana del coloso.
A Marte y sin peaje.
El supercohete Falcon Heavy, en la plataforma de lanzamiento
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viernes, diciembre 29, 2017
El rojo camino
Una mirada a las futuras misiones chinas a Marte.
Su paso en firme y decidido, y las estrellas su última frontera. El gigante asiático entró relativamente tarde en la carrera espacial, y muchos, quizás arrastrando los perjuicios que pudieran existir sobre una nación inmensa pero hasta hace no tanto considerada en vías de desarrollo, no se tomaron muy en serio dicho propósito. Pero año a año han ido acelerando el paso, recuperando el tiempo perdido, y lo que es más importante, con la sensación de que tiene un plan marcado, un camino planificado con antelación, lejos de los cambios de rumbo que suele vivir la NASA y otras agencias, sujetas a una voluntad política igual de voluble. La Luna es su objetivo prioritario, junto con la construcción de una estación orbital. Pero su mirada ya apunta más lejos.
Y entre ellos Marte. Ya lo intentó una vez, en una misión conjunta con Rusia que terminó en fracaso. Eso marcó la determinación de lograrlo por si mismos, sin tener que depender de otros, y con este objetivo se empezó a planificar lo que a partir de la próxima década será su llegada al planeta rojo. Y las apuestas son altas. Nada de prueba tecnológica, como fue la Mangalyaan india. En este caso hablamos de un proyecto masivo, con un primer paso que implica una sonda orbital, un módulo de aterrizaje y un rover de superficie, seguida de una aún más ambiciosa misión para traer muestras a la Tierra. Uno de los grandes sueños de los astrobiólogos, que sigue siendo un proyecto en el limbo por parte de la NASA y otras agencias, y que daría a China un enorme prestigio en caso de ser ella quién lo lograra en primer lugar.
El camino comenzará en 2020, cuando mediante un cohete Long March 5 se lanzará esta primera y ambiciosa misión, sonda-módulo-rover, con unos objetivos amplios, incluyendo la investigación de las características del suelo, la búsqueda de hielo de agua, la evaluación de la habitabilidad, el estudio de la atmósfera y el seguimiento del clima. Se considera la inclusión, tanto en esta como en la posterior, de instrumentos relacionados con la búsqueda de vida, aunque aún está en evaluación.
El módulo de aterrizaje tiene ahora mismo dos posibles objetivos, Chryse Planitia cerca de donde se encuentran la Viking 1 y la Pathfinder, y la otra incluye Isidis Basin y una sección de Utopia Basin. Por su lado el orbitador llevará una cámara de alta resolución comparable en capacidad a la de HiRISE de la Mars Reconnaissance Orbiter, y servirá para preparar el camino para la misión de extracción de muestras posterior, ayudando en la selección de mejor lugar para intentarlo. Una misión que aún debe aprobarse formalmente, pero cuyos detalles ya se discuten abiertamente entre altos estamentos, y que encaja con lo señalado en el 2016 space white paper, que indicaba que China debe "realizar más estudios e investigación tecnológica clave" sobre cómo traer muestras del planeta rojo.
Estamos a una década vista, y por tanto aún hay muchos otros factores que aún no se han decidido, incluido el tamaño de las muestras, los métodos de recolección y las medidas para proteger tanto a las muestras de la contaminación terrestre como a nuestro planeta de posibles organismos marcianos. La misión de retorno de la muestra volaría en un Long March 9 (cuyo estreno está previsto para 2025), permitiendo que todo se pueda realizar con un solo lanzamiento, en contraste con la más compilada propuesta de la NASA, que lo divide en dos, primero el rover de 2020 recogería muestras, para ser recolectadas por una sonda posterior, aunque aún no se sabe ni como ni cuando.
Otro elemento clave es la sonda lunar Chang'e 5, que se lanzará en 2019, y cuyos objetivos no se alejan mucho de la futura misión marciana, ya que ella también tiene como meta la extracción de muestras para su transporte a la Tierra. Será un campo de pruebas importante, especialmente en temas tecnológicos como es el acoplamiento de dos vehículos en órbita alrededor de otro mundo, que posiblemente será necesaria para hacer algo parecido en el planeta rojo. Por no hablar de misiones tripuladas, aunque eso ya es otra historia.
A partir de 2020 seremos testimonios de una actividad exploradora creciente, liderada tanto las potencias "clásicas" como por los recién llegados al panorama espacial. China lidera a estos últimos, y quizás con el tiempo será la principal impulsora de esta renovada carrera por Marte.
2020 verá, de no fracasar, la primera misión china a Marte, una ambiciosa a todos los niveles, y que además preparará el camino para que, a finales de la década de los 20, llegue otra sonda, esta vez con el objetivo de llevar muestras a la Tierra.
La Chang'e 5, que despegará en 2019, intentará traer muestras lunares utilizando un sistema que bien pondría adelantar como será la que intentará llevar adelante en Marte.
A closer look at China's audacious Mars sample return plans
Su paso en firme y decidido, y las estrellas su última frontera. El gigante asiático entró relativamente tarde en la carrera espacial, y muchos, quizás arrastrando los perjuicios que pudieran existir sobre una nación inmensa pero hasta hace no tanto considerada en vías de desarrollo, no se tomaron muy en serio dicho propósito. Pero año a año han ido acelerando el paso, recuperando el tiempo perdido, y lo que es más importante, con la sensación de que tiene un plan marcado, un camino planificado con antelación, lejos de los cambios de rumbo que suele vivir la NASA y otras agencias, sujetas a una voluntad política igual de voluble. La Luna es su objetivo prioritario, junto con la construcción de una estación orbital. Pero su mirada ya apunta más lejos.
Y entre ellos Marte. Ya lo intentó una vez, en una misión conjunta con Rusia que terminó en fracaso. Eso marcó la determinación de lograrlo por si mismos, sin tener que depender de otros, y con este objetivo se empezó a planificar lo que a partir de la próxima década será su llegada al planeta rojo. Y las apuestas son altas. Nada de prueba tecnológica, como fue la Mangalyaan india. En este caso hablamos de un proyecto masivo, con un primer paso que implica una sonda orbital, un módulo de aterrizaje y un rover de superficie, seguida de una aún más ambiciosa misión para traer muestras a la Tierra. Uno de los grandes sueños de los astrobiólogos, que sigue siendo un proyecto en el limbo por parte de la NASA y otras agencias, y que daría a China un enorme prestigio en caso de ser ella quién lo lograra en primer lugar.
El camino comenzará en 2020, cuando mediante un cohete Long March 5 se lanzará esta primera y ambiciosa misión, sonda-módulo-rover, con unos objetivos amplios, incluyendo la investigación de las características del suelo, la búsqueda de hielo de agua, la evaluación de la habitabilidad, el estudio de la atmósfera y el seguimiento del clima. Se considera la inclusión, tanto en esta como en la posterior, de instrumentos relacionados con la búsqueda de vida, aunque aún está en evaluación.
El módulo de aterrizaje tiene ahora mismo dos posibles objetivos, Chryse Planitia cerca de donde se encuentran la Viking 1 y la Pathfinder, y la otra incluye Isidis Basin y una sección de Utopia Basin. Por su lado el orbitador llevará una cámara de alta resolución comparable en capacidad a la de HiRISE de la Mars Reconnaissance Orbiter, y servirá para preparar el camino para la misión de extracción de muestras posterior, ayudando en la selección de mejor lugar para intentarlo. Una misión que aún debe aprobarse formalmente, pero cuyos detalles ya se discuten abiertamente entre altos estamentos, y que encaja con lo señalado en el 2016 space white paper, que indicaba que China debe "realizar más estudios e investigación tecnológica clave" sobre cómo traer muestras del planeta rojo.
Estamos a una década vista, y por tanto aún hay muchos otros factores que aún no se han decidido, incluido el tamaño de las muestras, los métodos de recolección y las medidas para proteger tanto a las muestras de la contaminación terrestre como a nuestro planeta de posibles organismos marcianos. La misión de retorno de la muestra volaría en un Long March 9 (cuyo estreno está previsto para 2025), permitiendo que todo se pueda realizar con un solo lanzamiento, en contraste con la más compilada propuesta de la NASA, que lo divide en dos, primero el rover de 2020 recogería muestras, para ser recolectadas por una sonda posterior, aunque aún no se sabe ni como ni cuando.
Otro elemento clave es la sonda lunar Chang'e 5, que se lanzará en 2019, y cuyos objetivos no se alejan mucho de la futura misión marciana, ya que ella también tiene como meta la extracción de muestras para su transporte a la Tierra. Será un campo de pruebas importante, especialmente en temas tecnológicos como es el acoplamiento de dos vehículos en órbita alrededor de otro mundo, que posiblemente será necesaria para hacer algo parecido en el planeta rojo. Por no hablar de misiones tripuladas, aunque eso ya es otra historia.
A partir de 2020 seremos testimonios de una actividad exploradora creciente, liderada tanto las potencias "clásicas" como por los recién llegados al panorama espacial. China lidera a estos últimos, y quizás con el tiempo será la principal impulsora de esta renovada carrera por Marte.
2020 verá, de no fracasar, la primera misión china a Marte, una ambiciosa a todos los niveles, y que además preparará el camino para que, a finales de la década de los 20, llegue otra sonda, esta vez con el objetivo de llevar muestras a la Tierra.
La Chang'e 5, que despegará en 2019, intentará traer muestras lunares utilizando un sistema que bien pondría adelantar como será la que intentará llevar adelante en Marte.
A closer look at China's audacious Mars sample return plans
jueves, diciembre 28, 2017
Exoplanetas 2017
Una pequeña visita a los más extraños, interesantes y potencialmente habitables descubiertos a lo largo del año.
Desde que se abrieron las puertas a la detección de otros mundos la lista no hace más que ascender, a velocidades que aumentan al mismo ritmo al que lo hacen nuestra capacidad tecnológica para captar las tenues señales de su existencia. Hoy día, casi dos décadas después del primero, conocemos miles de ellos, suficientes para ser conscientes de su inmensa diversidad. Terrestres, gaseosos, ardientes, gélidos, nacientes, agonizantes, potencialmente habitables...de todo encontramos, enviando un mensaje claro: Nuestra galaxia esta poblada de un número casi infinito de mundos, quizás más que de estrellas. Y eso mismo seguramente es aplicable al resto del Universo. Las posibilidades, como vemos, son ilimitadas.
2017 no es una excepción. Muchos son los descubrimientos y demasiados para nombrarlos a todos. Por eso visitaremos los más extraños e intrigantes de todos ellos, aquellos que por su condiciones extremas, o por justo lo contrario, estar tentadoramente cerca de lo que podemos considerar lo ideal para la vida, han llamado más la atención. Vamos allá:
1) Entre las llamas: KELT-9b no sería un lugar ideal para irse de vacaciones, a menos de disponer de un traje de protección con un sistema de refrigeración extremadamente eficiente. Y es que vivir tan cerca de su estrella, que además es más grande y caliente que el Sol, tiene sus consecuencias. Más exactamente unos agradables 4.300 Cº, apenas 1000 grados más frío que la superficie de nuestra estrella. El destino final de este Júpiter ardiente no está claro, pero posiblemente se evaporará por completo, o quedando solo, de tenerlo, un núcleo rocoso expuesto, que tampoco tendría un futuro mejor.
2) Un hogar cerca del hogar: Ross 128b, situado a unos 11 años-luz de la Tierra, es uno de esos lugares donde las opciones de que la vida haya hecho acto de presencia es digna de tenerse en cuenta. Tiene una masa parecida a la de la Tierra, orbita alrededor de una enana roja relativamente tranquila, sin las grandes llamaradas propias de las de su clase, y aunque está muy cerca de su estrella, de disponer de una atmósfera con una notable cobertura nubosa, podría disponer de temperaturas aptas para la vida. Un lugar a tener en cuenta.
3) Un concentrado Sistema Solar: 2017 despojó a nuestro hogar del título de sistema estelar con un mayor número de planeta. Kepler-90 estaba cerca, con siete de ellos, pero a finales de este año se anunció el descubrimiento de un 8º planeta, en este caso un mundo rocoso. Con ello igualaba al Sistema Solar, al menos de momento. El hipotético 9º planeta sigue siendo buscado, y de encontrarse recuperaría esta simbólica posición, aunque no hay que hacerse ilusiones. Allí fuera, en algún lugar, seguro que encontraremos cosas parecidas tarde o temprano.
4) Amigos a distancia: GJ 273b, situado a 12 años-luz, forma parte de esos intrigantes mundos donde las condiciones, al menos aquellas que podemos saber, indican que existen opciones para la vida. Tanto que científicos y artistas llevaron a cabo el proyecto "Sónar Calling GJ 273b", en que se envió un mensaje hacia este lejano mundo, formado por 33 pequeñas piezas musicales de artistas relacionados con el festival Sonar. De existir respuesta, esta no llegaría hasta dentro de 25 años.
5) Una Tierra helada: El conocido con la poco manejable denominación OGLE-2016-BLG-1195Lb lo tenía todo para ser como nuestro planeta. Tiene su mismo tamaño y orbita su estrella a la misma distancia. ¿Que la faltó? Un Sol como el nuestro, no una tenue enana roja A esa distancia, lo que para nosotros es ideal, para esta Tierra fallida es la condena a permanecer para siempre congelada, débilmente iluminada por una estrella que apenas es capaz de iluminarla.
6) Los mundos desaparecidos: La estrella Kronos hace honor a su nombre. Si la deidad griega devoraba a sus hijos, ella parece haber devorado a sus hijos planetarios. Actualmente no parece disponer de compañeros planetarios, pero su composición química cuenta una historia diferente: Los investigadores encontraron magnesio, aluminio, silicio, hierro, cromo e itrio en sus capas externas, pero mucho menos compuestos volátiles como oxígeno, carbono, nitrógeno y potasio que generalmente se encuentran en forma de gas. Las estrellas ricas en metales suelen tener grandes cantidades de todos ellos, lo que sugiere que Kronos puede haber obtenido sus metales al tragarse planetas rocosos. Si así es, debería haber consumido el equivalente de 15 tierras.
7) La gran familia: TRAPPIST-1 está destinado a atraer la atención de los futuros cazadores de vida. Y no es para menos, ya que en 2017 se descubrió que su sistema está compuesto de 7 planetas de tamaño terrestre, 3 de los cuales con posibilidades desde un punto de vista biológico. Más importante aún, que este pequeña enana roja haya sido capaz de generar "Tierras" abre las puertas a que la Galaxia esté llena de ellas. Otros "punto de luz azul pálido", como la llamaba Carl Sagan, podrían estar esperando que las encontremos.
Y muchos más que están por llegar. Conocemos varios miles, pero esto es solo el principio. En realidad apenas estamos dando los primeros pasos, y el futuro nos promete un cielo lleno de mundos.
TRAPPIST-1, un sistema solar en miniatura, con todos son mundos terrestres en un espacio menor que el de la órbita de Mercurio. Su Sol es tan tenue que esta cercanía permite que alguno de ellos pudieran, de cumplirse otras condiciones, disponer de temperaturas adecuadas para sostener agua líquida en la superficie.
KELT-9b, un mundo ardiente abrazado a una estrella mayor que el Sol.
Ross 128b, el planeta potencialmente habitable con un masa más parecida al nuestro, que gira alrededor de una enana roja inusualmente tranquila, y a la distancia justa para tener temperaturas agradables.
Sistema Solar 8 - Kepler 8.
GJ 273b es uno de los dos planetas que conforman en sistema GJ 273, y está situado en la zona adecuada para poder desarrollar condiciones ambientales propicias. Es aquí hacia donde un mensaje de la Tierra, con 33 pequeñas piezas musicales, viaja en estos momentos.
OGLE-2016-BLG-1195Lb, una denominación que te deja frío para un planeta que podía haber sido como el nuestro de tener como Sol a una estrella más brillante. Una Tierra fallida por circunstancias externas.
Kronos, el devorador de mundos.
Desde que se abrieron las puertas a la detección de otros mundos la lista no hace más que ascender, a velocidades que aumentan al mismo ritmo al que lo hacen nuestra capacidad tecnológica para captar las tenues señales de su existencia. Hoy día, casi dos décadas después del primero, conocemos miles de ellos, suficientes para ser conscientes de su inmensa diversidad. Terrestres, gaseosos, ardientes, gélidos, nacientes, agonizantes, potencialmente habitables...de todo encontramos, enviando un mensaje claro: Nuestra galaxia esta poblada de un número casi infinito de mundos, quizás más que de estrellas. Y eso mismo seguramente es aplicable al resto del Universo. Las posibilidades, como vemos, son ilimitadas.
2017 no es una excepción. Muchos son los descubrimientos y demasiados para nombrarlos a todos. Por eso visitaremos los más extraños e intrigantes de todos ellos, aquellos que por su condiciones extremas, o por justo lo contrario, estar tentadoramente cerca de lo que podemos considerar lo ideal para la vida, han llamado más la atención. Vamos allá:
1) Entre las llamas: KELT-9b no sería un lugar ideal para irse de vacaciones, a menos de disponer de un traje de protección con un sistema de refrigeración extremadamente eficiente. Y es que vivir tan cerca de su estrella, que además es más grande y caliente que el Sol, tiene sus consecuencias. Más exactamente unos agradables 4.300 Cº, apenas 1000 grados más frío que la superficie de nuestra estrella. El destino final de este Júpiter ardiente no está claro, pero posiblemente se evaporará por completo, o quedando solo, de tenerlo, un núcleo rocoso expuesto, que tampoco tendría un futuro mejor.
2) Un hogar cerca del hogar: Ross 128b, situado a unos 11 años-luz de la Tierra, es uno de esos lugares donde las opciones de que la vida haya hecho acto de presencia es digna de tenerse en cuenta. Tiene una masa parecida a la de la Tierra, orbita alrededor de una enana roja relativamente tranquila, sin las grandes llamaradas propias de las de su clase, y aunque está muy cerca de su estrella, de disponer de una atmósfera con una notable cobertura nubosa, podría disponer de temperaturas aptas para la vida. Un lugar a tener en cuenta.
3) Un concentrado Sistema Solar: 2017 despojó a nuestro hogar del título de sistema estelar con un mayor número de planeta. Kepler-90 estaba cerca, con siete de ellos, pero a finales de este año se anunció el descubrimiento de un 8º planeta, en este caso un mundo rocoso. Con ello igualaba al Sistema Solar, al menos de momento. El hipotético 9º planeta sigue siendo buscado, y de encontrarse recuperaría esta simbólica posición, aunque no hay que hacerse ilusiones. Allí fuera, en algún lugar, seguro que encontraremos cosas parecidas tarde o temprano.
4) Amigos a distancia: GJ 273b, situado a 12 años-luz, forma parte de esos intrigantes mundos donde las condiciones, al menos aquellas que podemos saber, indican que existen opciones para la vida. Tanto que científicos y artistas llevaron a cabo el proyecto "Sónar Calling GJ 273b", en que se envió un mensaje hacia este lejano mundo, formado por 33 pequeñas piezas musicales de artistas relacionados con el festival Sonar. De existir respuesta, esta no llegaría hasta dentro de 25 años.
5) Una Tierra helada: El conocido con la poco manejable denominación OGLE-2016-BLG-1195Lb lo tenía todo para ser como nuestro planeta. Tiene su mismo tamaño y orbita su estrella a la misma distancia. ¿Que la faltó? Un Sol como el nuestro, no una tenue enana roja A esa distancia, lo que para nosotros es ideal, para esta Tierra fallida es la condena a permanecer para siempre congelada, débilmente iluminada por una estrella que apenas es capaz de iluminarla.
6) Los mundos desaparecidos: La estrella Kronos hace honor a su nombre. Si la deidad griega devoraba a sus hijos, ella parece haber devorado a sus hijos planetarios. Actualmente no parece disponer de compañeros planetarios, pero su composición química cuenta una historia diferente: Los investigadores encontraron magnesio, aluminio, silicio, hierro, cromo e itrio en sus capas externas, pero mucho menos compuestos volátiles como oxígeno, carbono, nitrógeno y potasio que generalmente se encuentran en forma de gas. Las estrellas ricas en metales suelen tener grandes cantidades de todos ellos, lo que sugiere que Kronos puede haber obtenido sus metales al tragarse planetas rocosos. Si así es, debería haber consumido el equivalente de 15 tierras.
7) La gran familia: TRAPPIST-1 está destinado a atraer la atención de los futuros cazadores de vida. Y no es para menos, ya que en 2017 se descubrió que su sistema está compuesto de 7 planetas de tamaño terrestre, 3 de los cuales con posibilidades desde un punto de vista biológico. Más importante aún, que este pequeña enana roja haya sido capaz de generar "Tierras" abre las puertas a que la Galaxia esté llena de ellas. Otros "punto de luz azul pálido", como la llamaba Carl Sagan, podrían estar esperando que las encontremos.
Y muchos más que están por llegar. Conocemos varios miles, pero esto es solo el principio. En realidad apenas estamos dando los primeros pasos, y el futuro nos promete un cielo lleno de mundos.
TRAPPIST-1, un sistema solar en miniatura, con todos son mundos terrestres en un espacio menor que el de la órbita de Mercurio. Su Sol es tan tenue que esta cercanía permite que alguno de ellos pudieran, de cumplirse otras condiciones, disponer de temperaturas adecuadas para sostener agua líquida en la superficie.
KELT-9b, un mundo ardiente abrazado a una estrella mayor que el Sol.
Ross 128b, el planeta potencialmente habitable con un masa más parecida al nuestro, que gira alrededor de una enana roja inusualmente tranquila, y a la distancia justa para tener temperaturas agradables.
Sistema Solar 8 - Kepler 8.
GJ 273b es uno de los dos planetas que conforman en sistema GJ 273, y está situado en la zona adecuada para poder desarrollar condiciones ambientales propicias. Es aquí hacia donde un mensaje de la Tierra, con 33 pequeñas piezas musicales, viaja en estos momentos.
OGLE-2016-BLG-1195Lb, una denominación que te deja frío para un planeta que podía haber sido como el nuestro de tener como Sol a una estrella más brillante. Una Tierra fallida por circunstancias externas.
Kronos, el devorador de mundos.
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Planetas exosolares
miércoles, diciembre 27, 2017
Sumario 2017
Los momentos espaciales más destacados del año que estamos a punto de dejar atrás.
Como es ya tradición en estas fechas, es la hora de hacer un pequeño repaso a todo lo ocurrido a lo largo de los pasados meses, tanto en lo que respecta a los descubrimientos realizados, y que nos han hecho dar un paso más en el interminable camino para entender el Universo en que vivimos, como por los acontecimientos protagonizados por la actual flota de sondas interplanetarias. ¿Todos listos? Vamos allá:
1) Cuando las estrellas chocan: El recientemente abierto campo de las ondas gravitatorias tuvo, en este año que nos deja, uno de sus momentos más brillantes. Y lo de brillante se puede entender con el más amplio sentido de la palabra, ya que después de diversas detecciones relacionas con la fusión de agujeros negros, el 17 de Agosto se realizaba la primera detección relacionada con un acontecimiento luminoso, una fuente de luz que se hizo presente justo después de que las ondas generadas alcanzaran la Tierra. Una fusión de Estrellas de Neutrones, un fenómeno, teorizado como fuente de elementos pesados como el Oro, y ahora confirmado, fue la protagonista de este momento para la historia.
2) 7 Tierras: Aunque la expresión se refiere a su masa y tamaño, y no a sus condiciones ambientes, que son desconocidas más allá del terreno de la especulación, la realidad es que alrededor de la estrella TRAPPIST-1 se confirmaron la presencia de 7 mundos de tipo rocoso, en el sentido terrestre de la palabra. Esto abre un campo de posibilidades inmenso, ya que demuestra que planetas como el nuestro, son, al menos en ester aspecto, comunes en la Galaxia. Y que hicieran acto de presencia en una pequeña enana roja, el tipo más común de estrella, aumenta esas opciones de forma exponencial.
3) Un océano lleno de posibilidades: Encélado, una vez desaparecida Cassini, ya queda lejos de nosotros. Algún día tendremos que regresar a ella, pero de momento debemos conformarnos con el inmenso caudal de datos científicos reunido por esta sonda a la largo de los años. Y entre ellas los reunidos durante los diversos pasos a través de las tenues plumas de vapor que emanan de su polo sur, y que pudieron ser analizadas directamente. Eso permitió anunciar, en Abril, que se había detectado hidrógeno molecular, que puede servir como fuente de energía para posibles formas de vida, además de confirmar la presencia de fuentes hidrotermales en el fondo oceánico.
4) Cassini "Grand Finale": El 15 de Septiembre se ponía punto final a una de las misiones interplanetarias más grandiosas de la historia. Con sus reservas de combustible casi agotadas y con el objetivo de impedir que en el futuro terminara impactando en Encélado o Titán, la sonda Cassini emprendió un viaje sin retorno hacia las profundidades de Saturno. Una lucha de 91 segundos, hasta que los propulsores no pudieron compensar la creciente fricción atmosférica. Y con ello llegó el silencio después de 13 años maravilloso, dejando tras de sí un legado que jamás, por maravillosas palabras que dediquemos a ello, podrá ser valorarlo en su justa medida.
5) Un visitante de las estrellas: Oumuamua, como se le conoció después, parecía un asteroide/cometa más que se aproximaba al Sol. Sin embargo pronto su trayectoria diría algo más. Estaba completamente desligado de la gravedad solar, llegaba del espacio interestelar y se dirigía de regreso a el para no volver jamás. Ante nosotros había parecido el primer visitante conocido llegado de otra estrella, de la cual rompió lazos hace tiempo, y con el la primera oportunidad para intentar estudiar un asteroide (o quizás cometa, como señalan recientes estudios) nacido en otro sistema planetario. Actualmente se aleja de nuevo, y aunque existen propuestas de sondas que podrían alcanzarlo antes de que sea demasiado tarde, lo más probable es que no se hagan realidad. Deberemos esperar nuevas visitas, que actualmente se estiman en una o dos al año, aunque hasta Oumuamua habían pasado sin ser detectados.
6) El pequeño gran Ceres: El mayor habitante del Cinturón de Asteroides, actualmente explorado con la sonda Dawn, no dejó de dar sorpresas y nuevas noticias. Entre ellos la presencia de moléculas orgánicas, evidencias de un océano subterráneo y señales de actividad geológica reciente, cuando no aún en activo. Un planeta enano que aún promete nuevas sorpresas a lo largo del 2018 que ya llama a las puertas, con Dawn descendiendo hasta poco más de 30 Kilómetros por encima de la superficie.
7) Aire en el cielo: Uno de los grandes objetivos en el estudio de los exoplanetas es ser capaces de detectar y analizar atmósferas en mundos del tamaño de la Tierra, buscando el ellas señales químicas de la vida. Eso está reservado a los futuros colosos por llegar, como el James Webb, pero incluso con la tecnología actual se siguen haciendo progresos notables, hasta el punto de que GJ 1132b, con una masa 1.4 terrestres, se convirtió en 2017 en el primer de esta clase cuya atmósfera fue detectada de forma clara y de la cual se pudo extraer algunos datos, como que era muy gruesa y caliente, más cerca de Venus que a la Tierra en esta aspecto.
8) Regresando a casa: OSIRIS-REx se encuentra de camino al encuentro del asteroide Bennu, y en ese esfuerzo, el 22 de Septiembre se encontró de nuevo con la Tierra. El objetivo, adquirir la velocidad y trayectoria necesaria utilizando el campo gravitatorio terrestre como impulso, una técnica relativamente habitual en la navegación interplanetaria, así como poner a prueba sus instrumentos científicos tomando datos de nuestro planeta, para así compararlos con los disponibles de otras fuentes y asegurar así que están en buen estado. Ambas cosas se lograron plenamente.
9) El camino de China: El gigante asiático tiene como meta la construcción de su propia estación orbital a mediados de la próxima década. Y para poder hacerlo sin depender de nadie necesitaba desarrollar sus propios cargueros espaciales no tripulados, que puedan en el futuro asegurar las líneas de abastecimiento entre ella y la Tierra, al estilo de las Progress rusas. Y el 20 de Abril este objetivo se convertía en realidad con el lanzamiento de la Tianzhou 1, la primera de su clase. Dos días después llegaba al laboratorio orbital Tiangong-2, iniciando ambas una serie de pruebas tecnológicas y ejercicios de acoplamiento que se alargaron 5 meses, y que serán claves para la futura estación.
10) Un sueño de 40 años: En 1977 salían de la Tierra las Voyager 1 y 2, iniciando un camino que aún hoy sigue adelante, llegando realmente donde nadie más había llegado antes, incluso para sus propios constructores, que ni en sus previsiones más optimistas imaginaba que 4 décadas después siguieran ambas y enviando información desde los límites mismos del Sistema Solar, y mucho menos que la primera de ellas alcanzaría el espacio interestelar. Actualmente la Voyager 1 es la sonda en activo más lejana que existe, y la Voyager 2 la más antigua, ya que a pesar de su numeración, despegó antes que su hermana.
Evidentemente no son estas todas las noticias espacies surgidas a lo largo de 2017, solo aquellos que pueden considerarse las más importantes. Al menos desde el punto de vista de este blog. Y 2018 promete igualmente grandes momentos.
El choque de dos estrellas de neutrones representó un momento clave en la naciente historia de la astronomía de ondas gravitatorias, al ser por primera vez capaces de relacionar una fuente de estas ondas con un acontecimiento de luz visible.
Oumuamua, el visitante de las estrellas.
Las Voyager celebraron en 2017 su 40 aniversario.
La Tianzhou 1, el primer carguero espacial chino y pieza clave para su futura estación orbital.
Las siete "tierras de TRAPPIST-1, una pequeña enana roja.
Agua, calor, compuestos químicos clave para la vida y potencial alimento para ella. Encélado terminó de desvelarse en los meses finales de Cassini como el lugar más prometedor del Sistema Solar desde el punto de vista biológico.
El final de una era: Cassini desintegrándose en la atmósfera de Saturno.
Como es ya tradición en estas fechas, es la hora de hacer un pequeño repaso a todo lo ocurrido a lo largo de los pasados meses, tanto en lo que respecta a los descubrimientos realizados, y que nos han hecho dar un paso más en el interminable camino para entender el Universo en que vivimos, como por los acontecimientos protagonizados por la actual flota de sondas interplanetarias. ¿Todos listos? Vamos allá:
1) Cuando las estrellas chocan: El recientemente abierto campo de las ondas gravitatorias tuvo, en este año que nos deja, uno de sus momentos más brillantes. Y lo de brillante se puede entender con el más amplio sentido de la palabra, ya que después de diversas detecciones relacionas con la fusión de agujeros negros, el 17 de Agosto se realizaba la primera detección relacionada con un acontecimiento luminoso, una fuente de luz que se hizo presente justo después de que las ondas generadas alcanzaran la Tierra. Una fusión de Estrellas de Neutrones, un fenómeno, teorizado como fuente de elementos pesados como el Oro, y ahora confirmado, fue la protagonista de este momento para la historia.
2) 7 Tierras: Aunque la expresión se refiere a su masa y tamaño, y no a sus condiciones ambientes, que son desconocidas más allá del terreno de la especulación, la realidad es que alrededor de la estrella TRAPPIST-1 se confirmaron la presencia de 7 mundos de tipo rocoso, en el sentido terrestre de la palabra. Esto abre un campo de posibilidades inmenso, ya que demuestra que planetas como el nuestro, son, al menos en ester aspecto, comunes en la Galaxia. Y que hicieran acto de presencia en una pequeña enana roja, el tipo más común de estrella, aumenta esas opciones de forma exponencial.
3) Un océano lleno de posibilidades: Encélado, una vez desaparecida Cassini, ya queda lejos de nosotros. Algún día tendremos que regresar a ella, pero de momento debemos conformarnos con el inmenso caudal de datos científicos reunido por esta sonda a la largo de los años. Y entre ellas los reunidos durante los diversos pasos a través de las tenues plumas de vapor que emanan de su polo sur, y que pudieron ser analizadas directamente. Eso permitió anunciar, en Abril, que se había detectado hidrógeno molecular, que puede servir como fuente de energía para posibles formas de vida, además de confirmar la presencia de fuentes hidrotermales en el fondo oceánico.
4) Cassini "Grand Finale": El 15 de Septiembre se ponía punto final a una de las misiones interplanetarias más grandiosas de la historia. Con sus reservas de combustible casi agotadas y con el objetivo de impedir que en el futuro terminara impactando en Encélado o Titán, la sonda Cassini emprendió un viaje sin retorno hacia las profundidades de Saturno. Una lucha de 91 segundos, hasta que los propulsores no pudieron compensar la creciente fricción atmosférica. Y con ello llegó el silencio después de 13 años maravilloso, dejando tras de sí un legado que jamás, por maravillosas palabras que dediquemos a ello, podrá ser valorarlo en su justa medida.
5) Un visitante de las estrellas: Oumuamua, como se le conoció después, parecía un asteroide/cometa más que se aproximaba al Sol. Sin embargo pronto su trayectoria diría algo más. Estaba completamente desligado de la gravedad solar, llegaba del espacio interestelar y se dirigía de regreso a el para no volver jamás. Ante nosotros había parecido el primer visitante conocido llegado de otra estrella, de la cual rompió lazos hace tiempo, y con el la primera oportunidad para intentar estudiar un asteroide (o quizás cometa, como señalan recientes estudios) nacido en otro sistema planetario. Actualmente se aleja de nuevo, y aunque existen propuestas de sondas que podrían alcanzarlo antes de que sea demasiado tarde, lo más probable es que no se hagan realidad. Deberemos esperar nuevas visitas, que actualmente se estiman en una o dos al año, aunque hasta Oumuamua habían pasado sin ser detectados.
6) El pequeño gran Ceres: El mayor habitante del Cinturón de Asteroides, actualmente explorado con la sonda Dawn, no dejó de dar sorpresas y nuevas noticias. Entre ellos la presencia de moléculas orgánicas, evidencias de un océano subterráneo y señales de actividad geológica reciente, cuando no aún en activo. Un planeta enano que aún promete nuevas sorpresas a lo largo del 2018 que ya llama a las puertas, con Dawn descendiendo hasta poco más de 30 Kilómetros por encima de la superficie.
7) Aire en el cielo: Uno de los grandes objetivos en el estudio de los exoplanetas es ser capaces de detectar y analizar atmósferas en mundos del tamaño de la Tierra, buscando el ellas señales químicas de la vida. Eso está reservado a los futuros colosos por llegar, como el James Webb, pero incluso con la tecnología actual se siguen haciendo progresos notables, hasta el punto de que GJ 1132b, con una masa 1.4 terrestres, se convirtió en 2017 en el primer de esta clase cuya atmósfera fue detectada de forma clara y de la cual se pudo extraer algunos datos, como que era muy gruesa y caliente, más cerca de Venus que a la Tierra en esta aspecto.
8) Regresando a casa: OSIRIS-REx se encuentra de camino al encuentro del asteroide Bennu, y en ese esfuerzo, el 22 de Septiembre se encontró de nuevo con la Tierra. El objetivo, adquirir la velocidad y trayectoria necesaria utilizando el campo gravitatorio terrestre como impulso, una técnica relativamente habitual en la navegación interplanetaria, así como poner a prueba sus instrumentos científicos tomando datos de nuestro planeta, para así compararlos con los disponibles de otras fuentes y asegurar así que están en buen estado. Ambas cosas se lograron plenamente.
9) El camino de China: El gigante asiático tiene como meta la construcción de su propia estación orbital a mediados de la próxima década. Y para poder hacerlo sin depender de nadie necesitaba desarrollar sus propios cargueros espaciales no tripulados, que puedan en el futuro asegurar las líneas de abastecimiento entre ella y la Tierra, al estilo de las Progress rusas. Y el 20 de Abril este objetivo se convertía en realidad con el lanzamiento de la Tianzhou 1, la primera de su clase. Dos días después llegaba al laboratorio orbital Tiangong-2, iniciando ambas una serie de pruebas tecnológicas y ejercicios de acoplamiento que se alargaron 5 meses, y que serán claves para la futura estación.
10) Un sueño de 40 años: En 1977 salían de la Tierra las Voyager 1 y 2, iniciando un camino que aún hoy sigue adelante, llegando realmente donde nadie más había llegado antes, incluso para sus propios constructores, que ni en sus previsiones más optimistas imaginaba que 4 décadas después siguieran ambas y enviando información desde los límites mismos del Sistema Solar, y mucho menos que la primera de ellas alcanzaría el espacio interestelar. Actualmente la Voyager 1 es la sonda en activo más lejana que existe, y la Voyager 2 la más antigua, ya que a pesar de su numeración, despegó antes que su hermana.
Evidentemente no son estas todas las noticias espacies surgidas a lo largo de 2017, solo aquellos que pueden considerarse las más importantes. Al menos desde el punto de vista de este blog. Y 2018 promete igualmente grandes momentos.
El choque de dos estrellas de neutrones representó un momento clave en la naciente historia de la astronomía de ondas gravitatorias, al ser por primera vez capaces de relacionar una fuente de estas ondas con un acontecimiento de luz visible.
Oumuamua, el visitante de las estrellas.
Las Voyager celebraron en 2017 su 40 aniversario.
La Tianzhou 1, el primer carguero espacial chino y pieza clave para su futura estación orbital.
Las siete "tierras de TRAPPIST-1, una pequeña enana roja.
Agua, calor, compuestos químicos clave para la vida y potencial alimento para ella. Encélado terminó de desvelarse en los meses finales de Cassini como el lugar más prometedor del Sistema Solar desde el punto de vista biológico.
El final de una era: Cassini desintegrándose en la atmósfera de Saturno.
domingo, diciembre 24, 2017
Post Vintage (251): El fin del mundo de 1910
Un 19 de Mayo de ese año nuestro planeta atravesaba la cola del cometa Halley
"Durante la noche del 18/19 de Mayo, cuando la Tierra pasó a través de ella, algunas personas tomaron precauciones mediante el sellado de chimeneas, ventanas y puertas de sus casas. Otros confesaron crímenes que habían cometido, ya que no esperaban sobrevivir a la noche, y algunos, presas del pánico, llegaron al suicidio. Comerciantes emprendedores vendían las llamadas píldoras del cometa (para evitar el envenenamiento) y botellas de oxígeno, se llevaron a cabo servicios religiosos con una afluencia masiva, y la gente en el campo se escondieron en sus refugios para tormentas. Un estado de ánimo extrañamente frívolo causó que miles de personas se reunieron en restaurantes, cafés, parques, y tejados de los edificios de apartamentos esperando su destino en compañía de otros seres humanos".
Puede parecer la escena de un relato o película de ciencia ficción. Y por encima de todo parece ambientada en tiempos actuales, donde las supuestas advertencias sobre el inminente final de la Tierra se secunden de una forma ya rutinaria.
Pero en realidad se trata de un relato de algo ocurrido hace más de un siglo, un 19 de Mayo de 1910, el día en que la Tierra, durante unas horas, se adentro en la cola del Halley. Nada que no hubiera ocurrido anteriormente (Tan solo 49 años antes, en 1861, hizo una "zambullida" aún más profunda en otro cometa sin mayores problemas), pero eso no evitó que el anuncio, por parte del astrónomo Sir William Huggins, de la detección, entre las moléculas orgánicas que se encuentran en los cometas, de cianógeno, un elemento relacionado con el cianuro, se convirtiera pronto en la profecía de una catástrofe inminente. Alimentada, eso si, por la hipótesis lanzada por el astrónomo francés Camille Flammarion,que creía que "el gas cianógeno podría impregnar el ambiente y posiblemente apagar toda la vida en el planeta", según explico a The New York Times.
¿Y el resto de astrónomos y científicos del mundo, que no compartían en absoluto la idea de su colega? No avisaron de que realmente no existía riesgo alguno, de que la densidad de una cola cometaria es tan baja que solo destaca porque es solo algo menos vacía que el vacío que la rodea? Que ya había ocurrido antes? Que la alarma era injustificada? Evidentemente, y así se reflejaba en medios más serios, pero pocos escucharon y muchos les acusaron de estar "escondiendo la verdad" y estar al servicio de los gobiernos del mundo. Menos Flammarion, evidentemente. A muchos todo esto les sonará familiar. Y lo es
Hoy es el aniversario de este acontecimiento astronómico de primer orden, un maravilloso encuentro con el más famoso de los cometas, que dejó, incluso en la comparativamente rudimentaria tecnología de la época, imágenes para el recuerdo, y una oportunidad de estudiar este tipo de cuerpos celestes en una época en que viajar al espacio era visto aún como una fantasía, o el el mejor de los casos, algo aún muy lejano. El Halley llegó y se fue, iniciando su largo camino hacia más allá de Neptuno, sin que la Tierra, como ya se había dicho infinidad de veces sin éxito, sufriera daño alguno. Y la gente olvidó rápidamente la parte oscura de lo sucedido, ya que en el fondo nadie se lo había creía realmente, decían.
Excepto para los que perdieron sus ahorros en todo tipo de productos, y en algunos casos sus vidas, arrastrados por la marea del miedo. En este aspecto el "fin del mundo" de 1910 una lección, pero de la que nunca quisimos aprender realmente lo que quería enseñarnos.
Un paso tan cercano del Halley, uno de los más espectaculares conocidos de este cometa, dejó imágenes para la historia, captada por la aún rudimentaria tecnología fotográfica de la época.
La otra cara del 19 de Mayo de 1910. Paranoia del fin del mundo y no poca gente dispuesta a sacarle hasta el último céntimo a los que se dejaban arrastrar por ellas. Las pastillas anti-cometa, como las llamadas Hope, fueron casi el ejemplo más inofensivo. Mascaras anti gas, refugios, seguros anti-cometa y hasta suicidios, no que fueron tanto.
Camille Flammarion, el astrónomo francés que alimento involuntariamente esta ola de miedo. Posiblemente solo comentaba una posibilidad, pero los medios más sensacionalistas lo tomaron como una afirmación.
"End of the World!": The Day the Earth Passed Through Halleys' Comet 24-Million-Mile Tail
"Durante la noche del 18/19 de Mayo, cuando la Tierra pasó a través de ella, algunas personas tomaron precauciones mediante el sellado de chimeneas, ventanas y puertas de sus casas. Otros confesaron crímenes que habían cometido, ya que no esperaban sobrevivir a la noche, y algunos, presas del pánico, llegaron al suicidio. Comerciantes emprendedores vendían las llamadas píldoras del cometa (para evitar el envenenamiento) y botellas de oxígeno, se llevaron a cabo servicios religiosos con una afluencia masiva, y la gente en el campo se escondieron en sus refugios para tormentas. Un estado de ánimo extrañamente frívolo causó que miles de personas se reunieron en restaurantes, cafés, parques, y tejados de los edificios de apartamentos esperando su destino en compañía de otros seres humanos".
Puede parecer la escena de un relato o película de ciencia ficción. Y por encima de todo parece ambientada en tiempos actuales, donde las supuestas advertencias sobre el inminente final de la Tierra se secunden de una forma ya rutinaria.
Pero en realidad se trata de un relato de algo ocurrido hace más de un siglo, un 19 de Mayo de 1910, el día en que la Tierra, durante unas horas, se adentro en la cola del Halley. Nada que no hubiera ocurrido anteriormente (Tan solo 49 años antes, en 1861, hizo una "zambullida" aún más profunda en otro cometa sin mayores problemas), pero eso no evitó que el anuncio, por parte del astrónomo Sir William Huggins, de la detección, entre las moléculas orgánicas que se encuentran en los cometas, de cianógeno, un elemento relacionado con el cianuro, se convirtiera pronto en la profecía de una catástrofe inminente. Alimentada, eso si, por la hipótesis lanzada por el astrónomo francés Camille Flammarion,que creía que "el gas cianógeno podría impregnar el ambiente y posiblemente apagar toda la vida en el planeta", según explico a The New York Times.
¿Y el resto de astrónomos y científicos del mundo, que no compartían en absoluto la idea de su colega? No avisaron de que realmente no existía riesgo alguno, de que la densidad de una cola cometaria es tan baja que solo destaca porque es solo algo menos vacía que el vacío que la rodea? Que ya había ocurrido antes? Que la alarma era injustificada? Evidentemente, y así se reflejaba en medios más serios, pero pocos escucharon y muchos les acusaron de estar "escondiendo la verdad" y estar al servicio de los gobiernos del mundo. Menos Flammarion, evidentemente. A muchos todo esto les sonará familiar. Y lo es
Hoy es el aniversario de este acontecimiento astronómico de primer orden, un maravilloso encuentro con el más famoso de los cometas, que dejó, incluso en la comparativamente rudimentaria tecnología de la época, imágenes para el recuerdo, y una oportunidad de estudiar este tipo de cuerpos celestes en una época en que viajar al espacio era visto aún como una fantasía, o el el mejor de los casos, algo aún muy lejano. El Halley llegó y se fue, iniciando su largo camino hacia más allá de Neptuno, sin que la Tierra, como ya se había dicho infinidad de veces sin éxito, sufriera daño alguno. Y la gente olvidó rápidamente la parte oscura de lo sucedido, ya que en el fondo nadie se lo había creía realmente, decían.
Excepto para los que perdieron sus ahorros en todo tipo de productos, y en algunos casos sus vidas, arrastrados por la marea del miedo. En este aspecto el "fin del mundo" de 1910 una lección, pero de la que nunca quisimos aprender realmente lo que quería enseñarnos.
Un paso tan cercano del Halley, uno de los más espectaculares conocidos de este cometa, dejó imágenes para la historia, captada por la aún rudimentaria tecnología fotográfica de la época.
Camille Flammarion, el astrónomo francés que alimento involuntariamente esta ola de miedo. Posiblemente solo comentaba una posibilidad, pero los medios más sensacionalistas lo tomaron como una afirmación.
"End of the World!": The Day the Earth Passed Through Halleys' Comet 24-Million-Mile Tail
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