sábado, agosto 31, 2019

El pequeño polizón

Instalando el futuro helicóptero marciano.

El nuevo rover de la NASA, en cierta forma el hermano mayor de Curiosity, va tomando forma lentamente pero de forma segura. Muchos son los pasos que ya se han completado, pero recientemente fuimos testigos de una transcendental, quizás no tanto por su aportación a la capacidad científica de esta misión, sino por las inmensas posibilidades futuras que se abrirán su cumple su cometido. Volar por los cielos de Marte para ir alcanzando diversos lugares es un sueño para todo explorador.

Y es que en la "panza" del rover habita ya un pequeño pasajero, el primer helicóptero que deberá surcar la tenue atmósfera del planeta rojo. Pequeño, alimentado por energía solar, y sin ningún instrumento científico aparte de una cámara, ya que por encima de todo es una prueba, un vehículo que quiere demostrar su viabilidad, pensado en un futuro de infinitas posibilidades. Tendrá un papel en esta misión, ya que adelantará al rover en su viaje y, desde la perspectiva más amplia que ofrecerá la altura, ayudará en la planificación de su ruta, pero por encima de todo será un éxito si tan solo es capaz de saltar de un lado a otro, aunque solo sea una vez. Lo demás será algo extra.

"Nuestro trabajo es demostrar que el vuelo controlado y autónomo se puede ejecutar en la delgada atmósfera marciana", explica MiMi Aung, gerente del proyecto."Dado que está diseñado como una prueba de vuelo de tecnología experimental, no tiene instrumentos Pero si demostramos que puede funcionar, esperamos con ansias el día en que los helicópteros puedan desempeñar un papel importante en futuras exploraciones del Planeta Rojo". Y si así ocurre, si estamos al principio de algo mucho más grande, sabremos que todo empezó con este pequeño polizón.

El futuro helicóptero marciano, que deberá demostrar la viabilidad de esta tecnología.

El nacimiento de un nuevo explorador.

NASA's Mars Helicopter Attached to Mars 2020 Rover

jueves, agosto 29, 2019

Unicos y especiales

Descubierto el exoplaneta con la órbita más extraña.

Desde que se nos abrió la puerta al mar de mundos que se escondían entre las estrellas, apenas hace unas décadas, la larga lista de descubrimientos no ha dejado de crecer, y con ello la sensación de que cualquier cosa es posible, que si imaginamos un planeta, por exótico que sea, tarde o temprano lo encontraremos. Allí fuera, literalmente, podemos hallar casi cualquier cosa, desde lugares familiares a otros que no se parecen en nada a lo que conocemos en el Sistema Solar.

El último ejemplo de eso llega de un Sol situado a 100 años luz de la Tierra. Se le conoce como HR 5183 b y es un planeta varias veces mayor que Júpiter. Pero lo que lo hace extraño es su sorprendente órbita, tan elíptica que de estar situado en nuestro Sistema Solar, esta lo llevaría más cerca del Sol que Júpiter y más lejos que Neptuno, lo que es algo extremo, incluso para mundos pequeños como Plutón. Solo asteroides y especialmente cometas siguen caminos parecidos, pero aquí hablamos de un mundo gigantesco.

"Este planeta es diferente a los de nuestro Sistema Solar, pero más que eso, es diferente a cualquier otro exoplaneta que hayamos descubierto hasta ahora", explica Sarah Blunt, autora principal de un nuevo estudio que confirma la existencia de HR 5183 b."Otros detectados lejos de sus estrellas tienden a tener excentricidades muy bajas, lo que significa que sus órbitas son más circulares. El hecho de que este tenga una excentricidad tan alta habla de alguna diferencia en como se formó o evolucionó en relación con los otros planetas".

El descubrimiento se realizó con el método de la velocidad radial, o lo que es lo mismo, midiendo el tirón gravitatorio que un gran planeta ejerce sobre su estrella a medida que gira alrededor de ella, lo que permite detectar mundo por otro lado no visibles por métodos ópticos o que no realizan tránsitos por delante de ella vistos desde la Tierra."Este planeta pasa la mayor parte del tiempo merodeando en la parte externa de su sistema planetario. Luego, comienza a acelerar y hace una honda alrededor de su sol", explica Andrew Howard, profesor de astronomía en Caltech."Detectamos este movimiento de tirachinas. Vimos entrar al planeta y ahora está saliendo. Eso crea una firma tan distintiva que podemos estar seguros de que este es real, a pesar de que no hemos visto una órbita completa".

Poco sabemos de el, aparte de una masa estimada de 3 veces la de Júpiter. Seguramente comenzó su vida en una órbita circular, pero luego fue alterada drásticamente por un encuentro gravitacional, probablemente con un mundo vecino de tamaño similar.

Durante mucho tiempo creíamos que nuestro mundo era el centro del Universo, después colocamos al Sol y sus planetas en ese puesto, como algo único, y posteriormente como un ejemplo de lo que podríamos encontrar en otras estrellas. Hoy día sabemos que casi nada de ello era cierto. Lo único que queda como real, y solo hasta cierto punto, es la idea de ser "únicos". Porque ciertamente nuestro Sistema Solar lo es, pero como también lo son todos los demás. Vivimos rodeados de lugares extraños, especiales cada uno de ellos a su manera.

El excéntrico viaje de  HR 5183 b.

This Newfound Alien Planet Has a Truly Bizarre Looping Orbit

miércoles, agosto 28, 2019

La Luna de la India

Chandrayaan-2 envía las primeras imágenes después de su entrada en órbita.

La aventura ya ha comenzado. Lentamente y mediante una serie de maniobras de frenado, la segunda misión a La Luna del gigante asiático está ajustando su órbita, con la meta puesta en lograr una circular que le lleve a sobrevolar de forma periódica los polos y sus reservas de agua helada, y más concretamente el polo sur, donde su módulo de aterrizaje intentará añadir el nombre de su país a la selecta lista de naciones que lo han logrado. Un colosal salto adelante con respecto a su predecesora, y con la cual se pondrá, de tener éxito, al mismo nivel que China, su gran rival regional. Al menos de momento.

Aún quedan días para el momento histórico del alunizaje, y del posterior despliegue del rover que transporte del módulo. Cuando llegue el momento acapararán la total atención de los medios, cosa comprensible. Pero nunca se debe olvidar que la parte principal de esta misión, y la que esperemos permanecerá algunos años en activo trabajando sin descanso en reunir, entre otras cosas, nuevas evidencias de la presencia de agua en los polos lunares, es la sonda Chandrayaan-2. Y para recordarlo nos envía ahora las primeras imágenes tomadas después de su llegada, y más concretamente del lado oculto, ahora ya no tanto gracias a esta nueva ola de exploradores.

Aunque tomadas desde una distancia notable, muy superior a la que estará una vez situada en su posición definitiva, su claridad y definición nos promete un futuro brillante para este segundo asalto indio a La Luna, así como para reafirmar una evidencia, y que son naciones relativamente nuevas en el escenario espacial, y no las antiguas potencias, lo que lo están liderando. Mucho tendrá que esforzarse la NASA para recuperar el terreno perdido, si es que lo recupera en algún momento. Por ahora nuestra compañera de viaje es el terreno de juego de nuevos invitados, China, India y, en menor medida, Japón. Y eso es una gran noticia.

Los cráteres Jackson, Mach, Mitra y Korolev, todos ellos en la cara oculta, donde los "mares", tan características de la cara visible, están casi ausentes.

Sommerfeld es un gran cráter de impacto ubicado en las latitudes más lejanas del norte de la Luna (169 Km). Tiene un interior relativamente plano rodeado por un anillo de montañas y varios cráteres más pequeños. Lleva el nombre del Dr. Arnold Sommerfeld, un físico alemán pionero en el campo de la física atómica y cuántica. Al noreste de este cráter se encuentra Kirkwood que lleva el nombre del astrónomo estadounidense Daniel Kirkwood, de aproximadamente 68 km de diámetro.

Región del polo norte lunar. Muestra cráteres de impacto como Plaskett (109 km), Rozhdestvenskiy (177 km) y Hermite (104 km), uno de los más fríos manchas en el sistema solar. 

Images of Lunar Surface captured by Terrain Mapping Camera -2 (TMC-2) of Chandrayaan 2

sábado, agosto 24, 2019

Command moratorium

Llega la conjunción solar con Marte y la interrupción de las comunicaciones.

Dos años después el silencio caen otra vez, y en lo que es una situación extraña desde hace tanto tiempo, no recibiremos ninguna comunicación o transmisión de datos desde el planeta rojo. Nada les ocurre con la flota de vehículos en órbita y en superficie, solo que se ven abocadas a unas semanas de soledad, de trabajar por si mismas sin recibir ninguna instrucción desde las antenas terrestres ni poder enviar toda la ciencia reunida. El culpable, la mecánica orbital, que está llevando de nuevo a ambos mundos, Marte y la Tierra, a situarse justo al otro lado del Sol desde el punto de vista del otro. Nuestra estrella es un muro difícil de superar.

Conocida como conjunción solar, esta situación representa un peligro para los comunicaciones. No porque el Sol oculte Marte de la vista directamente, cosa que ocurre pocas veces, sino porque, visto desde la Tierra, este último se sitúa muy cerca, tanto que el gas ionizado y extremadamente caliente de la Corona Solar puede obstaculizar las comunicaciones, o lo que es peor, puede distorsionarlas hasta el punto de que podrían generar errores fatales en los comandos enviados. Por ello, y como precaución, estas se interrumpen de forma temporal.

Nada de esto es inesperado, y por ello todos los equipos en tierra a cargo de las diversas misiones ya estaban preparados. Las siguientes semanas las sondas en órbita seguirán trabajando de forma autónoma, que se almacenará a la espera de que la situación mejores, mientras que Curiosity y Insight detendrán todos sus movimientos, desplazamientos por parte del primero y movimientos del brazo robótico parte del segundo. Inoportuno esto último, ya que eso significa detener los esfuerzos por salvar el sensor térmico, que de momento son infructuosos.

Esta suspensión de actividades, o "command moratorium", como lo llama la NASA, se prolongará hasta este próximo 7 de Septiembre, momento en que se reiniciarán las comunicaciones. Será el momento de coger de nuevo velocidad de crucero en la exploración de Marte.

La conjunción solar y lo que esto significa para nuestras actividades en Marte.

Hasta dentro de varias semanas, exploradoras.

What's Mars Solar Conjunction, and Why Does It Matter?

viernes, agosto 23, 2019

Bajo la luz gamma

Observando la Luna a través del telescopio espacial Fermi.

Nuestros ojos solo captan una muy, muy pequeña parte del espectro electromagnético, lo que llamamos, de forma muy conveniente, el espectro visible. Pero mucho más allá se extiende un mundo desconocido, que solo la tecnología puede abrir, de ahí los no pocos telescopios que se despliegan en tierra y en órbita, ya que cada uno de ellos tiene su propio mundo para explorar. Lejos de competir entre ellos, en general se complementa unos a otros, permitiendo levantar un cuadro general de la realidad que nos rodea, la visible y la invisible.

Uno de ellos es el telescopio Fermi, que tiene en su objetivo la parte más energética de la luz, los rayos gamma, ya que es una forma de acercarnos a los fenómenos más poderosos y destructivos del Universo, como supernovas o los estallidos que generan la caída de materia en agujeros negros, y cazar su huella más clara, lo que llamamos rayos cósmicos, partículas muy energéticas que nos llegan desde todos lados y tiene en estos lugares turbulentos su lugar de origen más habitual. Son como señales de eventos ocurridos en las profundidades del espacio y tiempo.

¿Y que veríamos si nuestros ojos fueran capaces de captar esa parte del espectro y eleváramos nuestro mirada al firmamento? Que sería lo más brillante? Podríamos pensar en el Sol como respuesta obvia, pero curiosamente no es así, como nos muestra ahora Fermi. En su lugar es la Luna la que veríamos como el objetivo más resplandeciente, y de forma continuada. En el espectro gamma, con excepción de la parte más energética dentro de ese espectro, nuestra compañera de viaje brillaría de forma continua y espectacular, sin las fases que conocemos habitualmente. Una curiosa inversión de papeles.

La causa de todo ello están en que estas partículas tienen carga eléctrica, por lo que se ven fuertemente afectadas por los campos magnéticos, del que carece la Luna. Como resultado, incluso los rayos cósmicos de baja energía pueden alcanzar la superficie, convirtiéndola en lo que podríamos considerar casi un como gigantesco detector natural en el espacio. Cuando estos interactúan con el regolito lunar, producen emisiones de rayos gamma, que es lo que la hace brillar de forma tan intensa. Y lo hace con los ecos de fenómenos ocurridos, en algunos casos, incluso antes de que naciera nuestro mundo.

Estas imágenes muestran la mejora constante de la vista del brillo de rayos gamma de la Luna desde el telescopio espacial Fermi. Cada imagen está centrada en la Luna y muestra rayos gamma con energías decenas de millones de veces más que la luz visible. A estas energías, la Luna es realmente más brillante que el Sol. Los colores más brillantes indican un mayor número de rayos gamma.

Fermi, a la caza de los fenómenos más energéticos del Universo.

Moon Glows Brighter Than Sun in Images From NASA's Fermi 

miércoles, agosto 21, 2019

La llamada de la Luna

Chandrayaan 2, en órbita lunar.

El primer y más largo paso, el que implicaba desde su lanzamiento hasta su llegada a las cercanías de nuestro satélite, que se alargo durante semanas al no seguir una trayectoria directa, sino mediante una serie de órbitas alrededor de la Tierra que la fueron alejando lentamente de nuestro planeta hasta lograr dar el "salto" a la esfera de influencia lunar, es queda atrás, y la agencia espacial de la India afronta ya su encuentro con la historia, la de dejar su huella sobre la superficie selenita, quizás un primer paso hacia metas más ambiciosas.

Fue el pasado 20 de Agosto cuando la Chandrayaan 2 inició su maniobra de inserción orbital, un encendido de 1738 segundos que la frenó la suficiente para ser atrapada por el campo gravitatorio lunar, quedando en una orbita elíptica de 140x18.072 Kilómetros. Una posición transitoria, que irá cambiando a medida que se vayan realizando más maniobras de ajuste y que terminará en una órbita circular de solo 100 kilómetros de altura, mientras, de forma paralela, el módulo de aterrizaje se desprenderá y entrará en su propia órbita lunar (100x30 Kilómetros), a partir de la cual avanzará hacia el momento clave de esta misión: El aterrizaje (o alunizaje) en el Polo Sur.

Si todo sigue el plan previsto, esto debería ocurrir el próximo 7 de Septiembre, tras lo cual llegará el despliegue del pequeño rover que viaja en su interior, Pragyan. Se iniciará así de forma definitiva lo que podemos llamar una misión triple, ya que cada una de las partes dispone de su propio instrumental científico, aunque es la sonda en órbita, como el lógico, la que se espera se mantenga en activo durante más tiempo. Por el contrario tanto el módulo como el rover  se espera que trabajen por más de 14 días terrestres, es decir, un día lunar, ya que no está claro que sobrevivían a la larga noche. Están programados para que "se duerman" cuando la luz solar desaparezca, como forma de ahorrar energía, pero que eso sea suficiente para sobrevivir solo se sabrá cuando llegue el siguiente día.

Pero eso ya forma parte de lo que está por venir, y siempre partiendo de que las operaciones anteriores se sucedan de forma exitosa, cosa no tan sencilla como parece, y menos cuando, para la India, es terreno inexplorado. La aventura justo acaba de comenzar.

Chandrayaan 2 llega a la Luna.

Como sucesora de la primera Chandrayaan, la segunda de la serie toma su legado y lo lleva mucho más allá, en una misión tremendamente ambiciosa. 

La misión india Chandrayaan-2 se inserta en órbita lunar 

viernes, agosto 16, 2019

Una luna cometaria

La inesperada compañera del cometa Churyumov-Gerasimenko.

Se cumplen 5 años de la llegada de la sonda Rosetta a su ansiado objetivo, al que acompañó después en su travesía por las cercanías del Sol, testimonio directo de la espectacular transformación a medida que despertaba de su largo sueño. Inmensas erupciones de polvo sacudieron a este viajero estelar, y una inmensa nube de partículas lo rodeo, formando lo que desde la distancia vemos como la brillante "cabeza" del cometa, la Coma. Los instrumentos de la sonda literalmente se saturaron de la cantidad de partículas presentes, y en una sola imagen de la cámara OSIRIS llegaron a captar cientos y cientos de ellas, algunas diminutas, otras no tanto. Y en ocasiones fragmentos mayores.

Tal es la cantidad de información reunida que incluso hoy se sigue analizando, y en parte con la ayuda de aficionados de todo el mundo, que sigue estudiando con pasión las imágenes puestas a su disposición en los archivos de la misión, buscando detalles que, por la misma inmensidad de los datos acumulados, se les haya pasado a los expertos. Y eso es lo que hizo hace unos meses por el astrofotógrafo Jacint Roger, detectando en imágenes tomadas el 21 de Octubre de 2015 la presencia de algo que estaba moviéndose junto con el cometa, girando a su alrededor como una pequeña luna.

Una última definición no muy alejada de la realidad, porque eso es precisamente lo que los científicos de la ESA creen que estamos viendo ahora, un pequeño fragmento, de unos 4 metros de diámetro, en órbita alrededor del cometa, posiblemente expulsado por la creciente actividad del momento y que, lejos de perderse en el espacio, quedó anclado temporalmente a su tenue abrazo gravitatorio. No es extraído que la investigadora Julia Marín-Yaseli de la Parra lo bautizara como "Churymoon".

Al explorar más imágenes de Rosetta se ha visto que este objeto pasó las primeras 12 horas tras su expulsión en un trayecto orbital alrededor de 67P/C-G a una distancia de entre 2,4 y 3,9 km del centro del cometa. Después, el fragmento atravesó una parte de la coma, lo que dificultó el seguimiento preciso de su recorrido. No obstante, observaciones posteriores al otro lado de la coma confirman una detección coherente con la órbita del fragmento, lo que indica que su desplazamiento alrededor del cometa duró como mínimo hasta el 23 de octubre de 2015.

Han pasado 5 años desde que se iniciara esa corta pero intensa aventura, ofreciendo imágenes que ya tienen un lugar en la historia. Rosetta (y Philae) nos dejó un legado inmenso, tanto que aún hoy seguimos explorando ese cofre del tesoro que nos envió desde las estrellas, uno del que parece que aún no hemos extraído todo lo que contiene.

Rosetta, la sonda que nos mostró las maravillas de un cometa como nunca podríamos haber soñado.

Una compañera inesperada

jueves, agosto 15, 2019

Las cuatro puertas de Osiris

Así son los candidatos finales para la toma de muestras de la superficie de Bennu.

Con Hayabusa 2 en su momento culminante, habiendo logrado todos y cada uno de sus objetivos, la misión de la otra gran misión a un asteroide actualmente en curso a quedado un poco a la sombra, algo sin duda curioso siendo la OSIRIS-Rex una sonda de la NASA, con su habitual capacidad para dar publicidad a todos sus proyectos. Sin embargo, aunque parezca lo contrario, no ha dejado de trabajar intensamente desde su llegada a la órbita de Bennu, especialmente mapeando todo su superficie en busca de lugares adecuados para la siempre delicada maniobra de tocar la superficie y tomar muestras. Su momento se aproxima.

Sin embargo nada es sencillo en el mundo de la exploración espacial, y más cuando hablamos de literalmente aterrizar, aunque sea un instante, en un mundo totalmente desconocido. Y si este resulta inesperadamente rocoso, con apenas zonas suaves y sin grandes rocas, la cosa se complica aún más. Por ello programa original de la misión incluyó intencionalmente más de 300 días de tiempo extra de estancia cerca del asteroide para abordar tales desafíos inesperados, teniendo así una flexibilidad operacional en respuesta a las posibles sorpresas de Bennu, como es el caso.

Por ello, y ante la imposibilidad de encontrar zonas que encajaran con los requerimientos iniciales (planas y de unos 25 metros de diámetro), se descartó seleccionar los dos sitios finales este mismo Verano, como estaba previsto. En un cambio de planes, pasará cuatro meses adicionales estudiando cuatro sitios candidatos en detalle, con un enfoque particular en la identificación de regiones de material de grano fino. Se les conoce como Nightingale, Kingfisher, Osprey, y Sandpiper, y uno de ellos será donde la OSIRIS-Rex afronte el momento más crítico.

Nightingale: Es el situado más al norte, a 56 grados de latitud. Hay varias regiones de muestreo posibles, que se encuentra en un pequeño cráter situado dentro de un cráter más grande (140 m). El lugar contiene principalmente material oscuro de grano fino y tiene el albedo y la temperatura más bajos de los cuatro.

Kingfisher: Dentro de un pequeño cráter cerca del ecuador. Tiene un diámetro de 8 m y está rodeado de rocas, aunque el sitio en sí está libre de ellas. Tiene la firma espectral más fuerte para minerales hidratados de los cuatro.

Osprey: En un pequeño cráter de 20 m de diámetro, también en la región ecuatorial. Hay varias regiones potencialmente interesantes en su interior. La diversidad de tipos de rocas en el área circundante sugiere que el regolito dentro de Osprey también puede ser diverso. Tiene la firma espectral más fuerte de material rico en carbono entre los cuatro sitios.

Sandpiper: Se encuentra en el hemisferio sur. El sitio está en un área relativamente plana en la pared de un gran cráter de 63 m de diámetro. Los minerales hidratados también están presentes, lo que indica que puede contener material rico en agua sin modificar.

Uno de ellos será, si no hay nuevos cambios de planes, el lugar donde la OSIRIS-Rex afronte su encuentro con el destino. Esperemos que con tanta fortuna y éxito como la de su "hermana" japonesa.

Los cuatro lugares finales. Uno de ello será el lugar donde la sonda tocará la superficie para tomar muestras.

Su posición en Bennu.

NASA Mission Selects Final Four Site Candidates for Asteroid Sample Return

martes, agosto 13, 2019

En las fuentes de la tormenta

El viento solar visto por la sonda Parker.

Vivimos envueltos por una corriente de partículas continua. Envueltos por nuestro doble escudo protector, atmósfera y campo magnético, casi no son damos cuenta de ello, excepto en los momentos en que esta adquiere la categoría de tormenta y casi desborda nuestras defensas. Es aquí cuando la realidad de vivir en un oasis planetario rodeado de un ambiente hostil a todos los niveles se hace más evidente, así como la necesidad de conocer su fuente de origen. De ahí la necesidad de aproximarnos a ella, es decir, a la estrella que conforma el corazón de nuestro sistema planetario: El Sol.

Parker nació con ese objetivo. Quiere ir más allá, aproximarse más de lo que haya hecho nunca antes nadie, y adentrase en la Corona Solar, el lugar donde el viento solar inicia su camino hacía las profundidades del espacio. Un viaje peligro por razones evidentes, pero del que se espera dar un salto adelante espectacular en el conocimiento del Sol, y que ya lleva realizados diversos sobrevuelos, todos ellos ya más cerca que nadie, pero aún lejos de lo que será el momento culminante de su viaje.

Cuatro son los instrumentos de los que está equipada la sonda Parker, y de ellas son las cámaras WISPR las que más llaman nuestra atención. Al fin y la cabo nos permiten ver con nuestros ojos lo que significa adentrarse tanto en el reino del Sol, y aunque nunca lo miran directamente, ya que eso sería letal, su mirada indirecta es igualmente fascinante. Y como ejemplo tenemos el sobrevuelo realizado entre el 6 al 10 de noviembre de 2018, y del que ahora tenemos un nuevo video, que combina las tomas de las dos cámaras que conforman WISPR.

El equipo de la misión se encuentra actualmente en el proceso de analizar datos de las dos primeras órbitas."Los datos que estamos viendo de los instrumentos de la Parker nos muestran detalles sobre estructuras y procesos solares que nunca hemos visto antes", explica Nour Raouafi, científico del proyecto."Volar cerca del Sol, un entorno muy peligroso, es la única forma de obtener estos datos, y la sonda está funcionando con gran éxito". Y apenas hemos cruzado las puertas. Los próximos meses y años nos deparan cosas aún más espectaculares, un viaje hacia el lugar donde nacen las tormentas.

El viento solar en todo su esplendor, y más concretamente lo que se como "streamer", una corriente de partículas cargadas que se desplazan relativamente lentas y que se originan en el ecuador del Sol, que está oculto más allá del borde izquierdo. Igualmente se aprecia como cambia el ritmo en que la sonda recoge los datos, mayor cuanto más cerca, lo que hace que el vídeo se ralentice notablemente al tener más imágenes que utilizar. Al fondo se aprecia la Vía Láctea, y a la izquierda el pequeño Mercurio.

One Year, 2 Trips Around Sun for NASA's Parker Solar Probe

domingo, agosto 04, 2019

El camino a otros mundos

Un año del telescopio especial TESS.

Fue lanzado como el sucesor de Kiuper, que estaba ya cerca de su final. Y cuando este llegó, tomó definitivamente el papel del nuevo cazador de mundos, un liderazgo temporal, ya que otros están en camino, pero vital para mantener el alto ritmo de descubrimientos realizados. De todo esto hace ya un año, tiempo durante el cual no hemos oído hablar mucho de el, al menos fuera de los círculos profesionales, posiblemente porque su predecesor ya rompió el hielo, mostrando que la Galaxia rebosa de mundo. Al final, incluso lo más extraordinario pierde interés cuando se convierte en habitual.

Llega la hora, por tanto, de reivindicar a TESS. Y con merecimiento, ya que sin hacer mucho ruido, ya tiene en su lista de triunfos 24 exoplanetas confirmados, y hasta 993 candidatos, disminuciones cíclicas en la luz de algunas estrellas que encaja perfectamente con la idea de un planeta cruzando por delante vista desde la Tierra. No todos los candidatos se convierten en realidades, ya que son señales muy tenues, pero solo que un porcentaje relativamente pequeño lo sean, eso ya implica varios centenares de nuevos mundos. Eso ya excede y con mucho las previsiones, ofreciendo a futuros telescopios como el James Webb, objetivos claros.

Todo esto son resultados excelentes, pero obviamente, a estas alturas se buscan cosas más concretas. Es decir, planetas terrestres situados a distancias de sus respectivos soles que podrían, siempre hablando potencialmente, ser capaces de albergar vida. Y en esto TESS también está cumpliendo de sobra, especialmente con los hallazgos en sistemas planetarios como GJ 357 y TOI-270, muy prometedores en este aspecto. Incluso encontró, para alegría de los astrónomos, lo que se conoce como un sub-Neptuno, que con la mitad del tamaño del nuestro, podría ser el eslabón perdido entre los mundos terrestres y los gigantes helados.

En resumen, TESS se adentra en el camino abierto por Kuiper, al mismo tiempo que lo prepara para que los futuros colosos, como Webb, se adentren por el en busca de lo que se esconde más allá. Solo por eso se merece nuestra atención y agradecimiento.

TESS antes del lanzamiento, durante las pruebas finales. Podemos observar, cubiertas por los protectores, las 4 cámaras idénticas que con forman su sistema óptico.

La primer imagen tomada después del lanzamiento. Es una toma de prueba (la estrella brillante en la parte inferior izquierda es Beta Centauri), pero da una idea del ingente trabajo de TESS y para los equipos y sistemas que deben analizar los datos que envía para registrar cualquier disminución en la luminosidad de alguna de las estrellas observadas.

NASA's TESS Exoplanet Hunter Goes Above and Beyond in Mission's 1st Year 

viernes, agosto 02, 2019

Señales

Un asteroide nos visita por sorpresa.

Debemos aumentar los ojos que vigilen el cielo, y invertir en tecnologías que permitan afrontar este tipo de amenazas, siempre aparentemente lejana pero que han demostrado, una y otra vez, que pueden surgir casi de la nada. Y no porque aparezcan repentinamente, sino porque no tenemos suficiente capacidad de rastreo del espacio profundo para verlos a tiempo, no ya tanto los de tamaño kilométrico, que podemos considerar con bastante seguridad que los tenemos "cazados", sino aquellos del orden de los centenares de metros, suficiente pequeños para ser pasados por alto, y suficientemente grandes para provocar grandes daños en caso de impacto.

El pasado 25 de Julio vivimos otros de esos avisos. Ese día el asteroide 2019 OK, de un centenar de metros de diámetro, paso a solo 65.000 Kilómetros de distancia de La Tierra. Cerca, demasiado cerca, especialmente porque apenas se descubrió unos días antes. Es decir, que de haber llevado una trayectoria de colisión y ser más potencialmente mortífero, no habría tenido tiempo para nada. Un nuevo aviso.

Más indicativo de que debemos seguir desarrollando las tecnologías necesarias para aumentar nuestras capacidades de detección y identificación de estos pequeños asteroides, es que en realidad ya se había detectado semanas antes, pero nadie lo identifico como tal, dado lo diminuto de su brillo y la aparente poca velocidad a la que se movía con respecto a las estrellas de fondo. Una incapacidad a la hora de reconocer la amenaza del que se ha tomado buena nota y que se espera pueda desarrollarse nuevos software para los telescopios presentes y futuros dedicados a estas tareas.

La baja velocidad aparente camufló a 2019 OK, aunque no fue la única causa de su invisibilidad. Viaja en una órbita altamente elíptica, llevándola desde la órbita de Venus hasta más allá de la de Marte. Esto significa que el tiempo que pasa cerca de la Tierra y es detectable con las capacidades actuales es relativamente corto. Nuevamente una indicación de que debemos mejorar.

2019 OK ya es historia, y no pasará de nuevo cerca de nosotros hasta dentro de 200 años. No es una amenaza en un futuro previsible, pero el pequeño susto que significó detectarlo ya a las puertas de casa una roca de 100 metros de diámetro y las enseñanzas que extraigamos de ello quizás ayude que deje de serlo para siempre.

La órbita, ahora conocida de 2019OK.

El SONEAR (Southern Observatory for Near-Earth Asteroids Research), el primero en detectarlo de forma definitiva, unos días antes del encuentro.

La misión AIM y el telescopio Flyeye, alguna de las grandes apuestas para el futuro.

Asteroid´s surprise close approach illustrates need for more eyes on the sky