ALMA detecta intensas llamaradas en Próxima Centauri.
Las enanas rojas son las estrellas más pequeñas y frías que existen, apenas con masa suficiente como para mantener las reacciones de fusión en sus núcleos. Pero al mismo tiempo son capaces de tener tremendos "ataques de furia", de desencadenar enormes llamaras, en comparación a las cuales las del Sol (por suerte para nosotros) son poca cosa. Es una curiosa combinación entre debilidad general y fuerza puntual. Curiosa y al mismo tiempo potencialmente letal, ya que cualquier sistema planetario que exista en torno a ellas vive siempre bajo la mortal amenazada de una llamarada que arrase sus superficies, cortando de raíz cualquier opción de mantener condiciones adecuadas para la vida.
Posiblemente esta es la dura historia de Próxima b, el exoplaneta situado más cerca de la Tierra. Seguramente ya ha sufrido en numerosas ocasiones la devastadora furia de su estrella, Proxima Centauri, pero para nosotros, habitantes de un mundo bañado por la luz de un Sol mucho más grande y luminoso, pero paradójicamente mucho más tranquilo, es la primera vez que lo presenciamos. Gracias al observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) hemos tenido la oportunidad de ser testigos de lo que realmente fue un mal día para el pequeño planeta terrestre.
"Es probable que Próxima b haya recibido intensos golpes de radiación durante esta llamarada", explica MacGregor, y agrega que ya se sabía que Próxima Centauri experimentaba regularmente llamaradas de rayos X, aunque más pequeñas."Durante los miles de millones de años que transcurrieron desde que se formó Próxima b, estas pudieron haber evaporado cualquier atmósfera u océano y esterilizado la superficie, lo cual significa que las condiciones de habitabilidad pueden depender de más factores que la simple distancia entre el planeta y su estrella y la presencia de agua líquida".
A no ser que Próxima b disponga de una densa atmósfera y un potente campo magnético resulta improbable que haya podido generar condiciones habitable. Cualquier movimiento en esa dirección posiblemente fue abortada desde los mismos inicios por su pequeño y violento Sol. Los sueños de un mundo habitable a las puertas de casa quizás son solo eso, y nuestra búsqueda deberá mirar hacia metas más lejanas.
El brillo de Próxima Centauri observado por ALMA durante los dos minutos que duró el evento del 24 de marzo de 2017. La gran erupción estelar se muestra en rojo, con una erupción más pequeña en naranja. En el punto más alto la estrella aumentó su brillo en mil veces, Las zonas coloreadas por encima y por debajo de la línea representan el margen de incertidumbre.
Las enanas rojas, pequeñas, casi eternas, muy frías, pero en ocasiones capaces de desatar una furia mucho más devastadora que sus hermanas mayores.
Así son las enanas rojas, pequeñas pero matonas.
ALMA detecta intensas llamaradas en estrella Próxima Centauri