La Luna es el cuerpo planetario más cercano a nosotros, a una distancia que se mueve entre los 360 y los 400.000 Kilómetros según el momento. Y como resultado podemos verla en todo su esplendor, con un tamaño aparente suficientemente grande que la convierte en el único mundo del que podemos apreciar a simple vista detalles de la superficie, como los llamados mares lunares, esa oscuras zonas cubiertas por antiguas coladas de magma y que al principio, hasta que los telescopios no desvelaron su auténtica naturaleza, se pensaba que eran grandes extensiones de agua marina iguales que las de La Tierra (de ahí el nombre que aún conservan, "mares").
Pero como veríamos a otros integrantes del Sistema Solar si se encontraran a una distancia parecida? El video superior recrea esta situación con cuatro de ellos: Marte, La Tierra (una pequeñá concesión sentimental), Neptuno y Júpiter.
El primero no resultaría especialmente espectacular, pues el planeta rojo apenas es el doble que grande que nuestro satélite (lo que, por otro lado, deja en evidencia hasta que punto es excepcionalmente grande este último), pero sin duda su variada y cambiante superficie proporcionaría a los astrónomos un objeto de observación sin igual.
Neptuno cubriría una buena parte de la bóveda celeste, un espectáculo maravilloso pero que palidecería en comparación si el vecino fuera Júpiter, el mayor de todos los planetas...como un monstruo cósmico, practicamente ocuparía la mitad del cielo nocturno, con su violenta y turbulenta atmósfera flotando amenazadoramente sobre nuestras cabezas, recordando paisajes que más de una vez hemos visto en películas de ciencia ficción.
Y finalmente La Tierra. Aunque en este punto la recreación deja de lado el realismo, si que podemos darle un lugar si cambiamos el punto de observación desde nuestro planeta hasta la superficie selenita. Y es que desde ella, como pudieron ver con sus propios ojos los tripulantes de los Apolo, el planeta azul tiene un tamaño aparente 4 veces mayor que la Luna, con el añadido de que, al mostrar siempre esta la misma cara hacia nuestro planeta, este siempre se encuentra en el mismo punto, aparentemente tan fijo en la bóveda celeste como las estrellas.
Opportunity alcanza su posición final donde permanecerá hasta el final de la conjunción solar. Sigue la cuenta atrás para las sondas y vehículos exploradores marcianos antes de que las comunicaciones con La Tierra queden bloqueadas por el Sol, que hasta principios de Mayo se situará entre ambos mundos, una situación que hace recomensable, incluso cuando la ocultación no es total, suspender el envío de nuevos comandos, ya que podrían llegar tan alterados y corrompidos que significarían un peligro para sus sistemas. Unas semanas en que todos ellos deberán vivir de forma autónoma, continuando la recogida de datos que, almacenados, serán posteriormente enviados.
Opportunity, al igual que su compañero de aventura Curiosity, también se prepara para afrontar un nuevo tiempo de silencio, el 5º desde su llegada a Marte, ya que estas conjunciones, con mayor o menor intensidad, se repiten una vez cada 26 meses terrestres, y lo hará en la zona de Matijevic Hill conocida como Big Nickel, a la que llegó, después de completara un desplazamiento de casi 30 metros de Kirkwood, la última zona investigada, el pasado 23 de Marzo. Por delante, y estacionado hasta principios de Mayo, estudiará un punto conocido como Esperance, obteniendo imágenes con la cámara MI (Microscopic Imager) e integrando posteriormente el APXS (Alpha Particle X-ray Spectrometer) para analizar su composición química. En este tiempo, al igual que Curiosity, no se enviarán imágenes a La Tierra.
Big Nickel será el último lugar estudiado en Cape York, ya que cuando se recuperen las comunicaciones normales Opportunity abandonará la zona e iniciará su, hasta ahora aplazado, viaje hacia el sur, en dirección a Cape Tribulation. De momento, pero, le llega la hora de tomarse un merecido descanso.
La posición de Opportunity, la última etapa en el largo camino de descubrimintos realizados en Matijevic Hill.
A la espera de tiempos mejores al máximo de energía. Los últimos episodios de viento ocurridos en esta zona de Endeavour han limpiado los paneles solares, que cuya producción energética es ahora de 590 Vatios-hora, una de las mayores de los últimos años.
El lugar de descanso temporal de Opportunity. A la lejanía Cape Tribulation, hacia donde se dirigirá una vez concluida la conjunción solar.
La Soyuz TMA-08M alcanza la ISS en un tiempo récord. Apenas 5 horas y 45 minutos de vuelo, con una espera de aproximadamente 1 hora antes de poder abrir las escotillas...puede parecer un viaje de duración importante, pero la mayoría de aviones intercontinentales actuales suelen necesitar el mismo tiempo o incluso más para llegar a su punto de destino, y eso sin afrontar las dificultades propias de un lanzamiento espacial, a la que se le suma el tener que alcanzar y acoplarse con precisión a la ISS, poco más que un punto diminuto en la inmensidad de la órbita terrestre. La Soyuz TMA-08M despegó a las 20:43 UTC desde el Cosmódromo de Baikonur, apenas 5 minutos después de que la ISS pasara sobre la zona, lo que permitió al vehículo aproximarse a ella rápidamente, en apenas 4 órbitas en lugar de las 34 que se necesitaban hasta ahora, acoplándose al módulo Poisk de la estación a las 02:28 GMT. Una nueva estrategia de lanzamiento que hasta ahora ya se habían utilizando en las naves automáticas Progress, y que ahora se aplica por primera vez en una nave tripulada, que pueden así afrontar viajes más ágiles y soportables, al no tener que permanecer 48 horas recluidos en el estrecho espacio que ofrecen estas naves. Para Chris Cassidy, Alexander Misurkin y Pavel Vinogrado, los 3 tripulantes de la
Soyuz TMA-08M, la llegada y posterior entrada en la ISS (una vez disipadas las vibraciones generadas y asegurados todos los sistemas) es el final de un largo y acelerado día, durante el cual han pasado de La Tierra a la ISS, de estar rodeado de la gente de Baikonur a sus nuevos compañeros de la estación, Chris Hadfield, Tom Marshburn, Roman Romanenko, que deberán regresar el próximo mes de Mayo. Sin duda una de las 24 Horas más agitadas de sus vidas.
Los viajes "express", que reducen la duración del vuelo de 48 horas a poco menos de 6 sin un gasto extra de combustible. Para los tripulantes implica menos tiempo recluidos en estos poco espaciosos vehículos.
Preparación y despegue desde el Cosmódromo de Baikonur.
Una fotografía para la historia: El despegue de la Soyuz TMA-08M fotografiado desde la ISS, que había pasado por su vertical solo 5 minutos antes.
El final de un intenso y corto viaje: La Soyuz TMA-08M llega a la ISS.
Curiosity regresa a la actividad científica. Justo a tiempo para afrontar con garantías la conjunción solar y después de superar la auténtica "travesía del desierto" que significó sus recientes problemas informáticos, el gran rover está de regreso, enviando de nuevo imágenes, reiniciando las mediciones atmosféricas y activando su corazón científico, SAM (Sample Analysis at Mars), que pudo así proseguir los análisis de roca pulverizada, cuyos resultados iniciales ya fueron presentados hace varias semanas. Este material procede de la primera perforación realizada en terreno marciano antes incluso de que aparecieran dichos problemas, ya que SAM, que tiene la capacidad de realizar diferentes tipos de análisis, lo almacena y distribuye, permitiendo que partes de una misma muestra pueda afrontar procesos diferentes y ofrecer resultados desde otros prespectivas. Durante la pausa obligada dicho material permaneció en el interior del complejo laboratorio, a la espera de que la situación volviera a la normalidad. Con el paso del ordenador A al B los técnicos han tenido que ir paso a paso, asegurándose de que este cambio de sistemas no genera ningún problema, en especial con las llamadas camaras de ingeniería (Navcams, Front Hazcams y Rear Hazcams), ya que a diferencia del resto de instrumentos, que pueden ser gestionados con ambos, estas están duplicadas y ligadas cada una de ella a un ordenador concreto. Así, existen 6 cámaras (que funcionan en pareja, para permitir trabajar en estereo) con el A, que son las que nos han ofrecido imágenes desde la llegada al planeta, y 6 con el B, que hasta ahora habían permanecido desconectadas y desde ahora se encargarán de dicha tarea. "Este fue el primer uso de las cámaras de ingeniería de B desde abril de 2012, durante el vuelo hacia Marte. Ahora las hemos usado en Marte por primera vez, y todas ellas han dado el OK".
Con Curiosity de nuevo en plena forma los próximos pasos de los técnicos de la misión en prepararlo para la ya inminente conjunción solar, que implicará una pausa en las comunicaciones con La Tierra que se extenderán desde el 4 de Abril hasta el 1 de Mayo, y durante el cual el rover, aunque sin desplazarse, seguirá adelante con los análisis y la toma de datos de forma autónoma, al igual que su compañero de aventuras Opportunity.
Algunas de las primeras imágenes de Curiosity después de superar sus problemas informáticos. Los próximos días dejaremos de recibirlos, aunque en este caso será por la conjunción solar, no por fallos del rover, que seguirá en activo de forma autónoma.
Las Navcams, que son las dos parejas de pequeñas cámaras que vemos a cada lado del "rostro" de Curiosity. En realidad solo 2 de ellas estan en funcionamiento, mientras que las otras 2 permanecen desconectadas, ya que cada pareja esta conectada solo a uno de los 2 ordenadores, A o B.
Las Hazcams delanteras. Como en el caso anterior podemos ver que estan duplicadas, formado dos parejas independientes.
Durante la década de los años 60 el enfrentamiento entre las 2 grandes superpotencias, EEUU y la URSS, tuvo como consecuencia una carrera espacial meteórica, donde la guerra no declarada entre ambos implicó una competición sin cuartel para alcanzar logros cada vez más espectaculares en este terreno, en alcanzar una victoria simbólica que demostrara su superioridad tecnológica (y por extensión, ideológica) con respecto al gran adversario. No sería exagerado decir que alcanzamos Marte, Venus y La Luna mucho antes de lo previsto, tan pocos años después del lanzamiento del primer Sputnik, gracias a esta época única, amenazante y llena de temor por el futuro, pero a pesar de ello, o quizás precisamente por eso mismo, el motor que nos impulsó hacia las estrellas con una fuerza nunca igualada. La máxima expresión de esta lucha espacial sería la carrera por La Luna, donde los Apolo marcarían la victoria de los EEUU. Pero la URSS, aunque el total fracaso del proyecto N1 le impediría lograr nada parecido, desplegó una intensa actividad de exploración lunar, con una serie de misiones automáticas que lograron traer a La Tierra muestras de material lunar y, por encima de todo ello, el exitoso envío de los 2 Lunokhod, rovers que recorrieron La Luna, adelantándose varias décadas al primer rover estadounidense en otro mundo, el pequeño Sojourner marciano. A lo largo de casi 1 hora este documental se adentra en la historia de las Lunokhod y el extraordinario trabajo de los ingenieros de la Unión Soviética durante esos años increíbles, mostrando los logros lunares que ocurrieron detrás del telón de acero, la lucha de gente que, al igual que sus rivales occidentales, soñaban en alcanzar a nuestra compañera celeste, y que vivieron esta carrera espacial con la misma intensidad y pasión que ellos. Es la otra historia de la Luna, la que nunca, oculta por el resplandor del éxito de los EEUU, nunca valoramos en su justa medida.
Ocultos detrás del resplandor de los Apolo, las Lunokhod marcaron un hito en la exploración espacial nunca del todo reconocido y que no sería igualado hasta la Sojourner en 1996. Y para aquellos que participaron en estos proyectos, unos momentos inolvidables.
Las Lunokhod, un prodigio de la tecnología que no tendría una réplica de parecido nivel hasta Spirit y Opportunity. Los soviéticos en la Luna: Lunokhod
Descubierto el mayor meteorito en la Antártida en los últimos 25 años. Es, a todos sus efectos, un desierto árido, tanto como lo pueda ser el Sahara, con la diferencia que es un frío extremo, y no un calor sofocante, el que domina la vida de la escasa fauna animal y aún más insignificante presencia humana, limitada a una serie de bases permanentes y adaptadas para ofrecer refugio y protección cuando el Sol desaparece durante meses detrás del horizonte y la interminable noche polar, con temperaturas extremas que pueden llegar hasta los -80Cº, se hace dueña absoluta del continente. En definitiva, un lugar hostil, que no nos quiere, pero al mismo tiempo rodeado de un halo de fascinación, ya que es una de las últimas tierras emergidas del planeta que apenas está alterada por la mano humana. Y para todos aquellos que buscan fragmentos de otros mundos en La Tierra este continente remoto es una tierra de promisión, uno de los mejores lugares, por no decir el mejor, para encontrar meteoritos. Es en la Antártida donde podemos encontrar una mayor cantidad de ellos, hasta el punto de que de forma periódica y aprovechando los interminable días del Verano, cuando la luz solar brilla las 24 horas, se organizan amplias campañas de búsqueda de estos visitantes celestes. Y el pasado 28 de enero de 2013 un equipo de científicos, comandado por la geóloga belga Vinciane Debaille, encontró un auténtico "primer premio" con el hallazgo de un meteorito condrita carbonácea (el tipo más común de los que llegan a La Tierra) de 18 Kilogramos de peso, todo un coloso si se tiene en cuenta de que la inmensa mayoría de los aproximadamente 100 que se encuentran cada año se mueven entre los 100 gramos y el Kilogramo. Es el mayor escontrado en la Antártida en los últimos 25 años, y para el equipo belga-japonés del proyecto SAMBA una auténtica recompensa para sus esfuerzo, ya que durante la campaña 2012-13 han recorrido cada día
entre 15 y 30 km en motos de nieve, empleando entre 4 a 6 horas en
la búsqueda. De hecho se puede considerar el broche de oro a un intenso trabajo que significó el hallazgo de 425 meteoritos, con un peso total de 45 Kilogramos.
¿Que convierte al contiente antártico en un lugar tan excepcional para la búsqueda de meteoritos? Primero, es relativamente fácil verlos, ya que su color oscuro contrastre con el blanco casi perfecto del entorno. Segundo, ese mismo ambiente gélido hace que se conserven mucho mejor que en otros lugares del planeta. Y finalmente el movimiento de las masas de hielo concentran los meteoritos en áreas concretas, auténticos puntos de reunión para centenares de viajeros celestes y un paraiso para todos aquellos que los buscan.
Con la llegada del Otoño y de noches cada vez más largas, que culminarán, con el paso al Invierno, a la oscuridad y la llegada de temperaturas extremas, la campaña anual de búsqueda de meteoritos llega su final, y no será hasta finales de 2013 cuando los cazadores de meteoritos regresarán junto con la luz del Sol. Mientras tanto, en la fría oscuridad, los testimonios del pasado, trozos de nuestra historia, dormirán en este inmenso desierto blanco,esperando que a la próxima ocasión alguien se de cuenta de su presencia.
Tratando con cuidado estas joyas interplanetaria, antes de su trasladado a un laboratorio japonés, donde se sometarán a análisis especiales sobre su composición.
Puntos en la nieve: La búsqueda en la interminable y gélida llanura antártica de objetos ocuros que contrasten con el blanco entorno. Las duras condiciones ambientales y la gran altura sobre el nivel del mar (2.900 Metros) son un gran obstáculo para estos buscadores de meteoritos, aunque las ventajas que ofrece este lugar hace que el esfuerzo merezca la pena.
La base Princesa Isabel, en la Antártida, es el centro de operaciones del proyecto SAMBA, que se nutre tanto de energía eólica como solar para mantenerse en activo. Su forma aerodinámica esta pensada para resistir mejor los fuertes vientos, que en los momentos más duros de la noche antártica pueden llegar a rachas de hasta 300 Kilómetros/Hora.
El movimiento de los glaciares antárticos tiene a concentrar en zonas concretas los meteoritos caidos en otras zonas, haciendo emerger a mucho que, de otra forma, habrían quedado enterrados para siempre. Esto convierte algunas zonas del continente en auténticos paraisos para los científicos que buscan este tipo de objetos, auténticos fósiles de las primeras eras del Sistema Solar.
Júpiter es gigantesco, Saturno y su sistema de anillos y lunas, un enorme reino lleno de sorpresas, y hasta la Tierra, vista de forma aislada, se nos muestra un mundo enorme con sus océanos y continentes, cordilleras y llanuras, desiertos y grandes superficie de hielo...pero, como muchas otras cosas, todo depende de la perspectiva con la que se valoran las cosas, de hacerlo de forma individual o como parte de un conjunto. Y es precisamente esto último lo que hace Roberto Ziche con esta nueva y hermosa infografía sobre las escalas del Sistema Solar. Evidentemente existen muchas otras, pero esta resulta especialmente bonita, con el Sol y sus planetas, incluida La Tierra, depositadas sobre una inmensa e imaginaria superficie, con algunas concesiones con respecto a la realidad (Júpiterno es tan esférico y los anillos no son sólidos), pero necesarias para crear dicho efecto.
El resultado, como vemos, es realmente hermoso, además de instructivo. Los gigantes gaseosos ya no parecen tan grandes, y La Tierra,que durante tanto tiempo vimos como el centro alrededor de la cual giraban todos los demás planetas y el propio Sol, es ahora un punto casi a la sombra de sus compañeros. Sigue siendo un planeta maravilloso, único conocido donde la vida nació y se desarrolló hasta tal nivel de complejidad, nuestro hogar. Es un auténtico diamante celeste, pero como todas las joyas, no destaca especialmente por su tamaño.
Si La Tierra no es demasiado visible en la primera imagen, en esta es un poco más fácil localizarla.
Lunar Recconaissance Orbiter nos lleva, de forma cíclica, al encuentro de un pasado tan glorioso como fugaz, que en esta ocasión tiene como protagonista el lugar de alunizaje del Apolo 14, el tercer éxito (y el primero tras el accidentado Apolo 13) del programa de vuelos tripulados a la Luna que EEUU protagonizó a finales de los 60 y principios de los 70.
No es la primera vez que la LRO puede observar esta zona, pero en esta ocasión, gracias a que el ángulo con que el Sol iluminaba el escenario era más bajo, los detalles destacan mucho más. Así, es posible no solo observar con bastante detalle no solo el módulo que quedó atrás sinó los diversos caminos que los astronautas dejaron impresos con sus propias huellas y las del MET (Mobile Equipment Transporter), asi como el "pack" de instrumentos científicos (ALSEP) que estos instalaron en la superficie.
El Apolo 14 permaneció 33 Horas en La Luna, y sus ocupantes protagonizaron dos EVAs o paseos por la superficie, con una duración, respectivamente, de 4,8 y 4,6 Horas, recogiendo unos 43 Kilográmos de rocas y polvo para su futuro análisis en la Tierra. Igulamente se hizo impactar la tercera fase del cohete Saturno con el objetivo de que los diversosSismógrafo dejados allí por las anteriores misiones Apolo captaran las ondas sísmicas orginadas, lo que sirvió para conocer mejor la estructura interna de nuestro satélite.
Varias son las anécdota que rodearon esta viaje, entre ellas una tan curiosa como el hecho de que el astronauta Alan Shepard transportó, sin conocimiento de los técnicos de la misión, un palo de golf y varias bolas, que utilizó para, ante la sorpresa de medio mundo, hacer un par de golpes. Pero sin duda la más importente, tanto por su simbolismo como por su interés científico, serían las 450 semillas de distinas especies de árboles que el Servicio Forestal de los Estados Unidos entregó a Stuart A. Roosa, con el objetivo de plantarlas posteriormente en la Tierra y observar si crecían normalmente después de haber estado expuestas al espacio y la microgravedad. Cosa que así hicieron.
Conocidos como Árboles de la Luna, o Moon Trees, actualmente la mayoría se encuentran repartidos en diversas instituciones de los EEUU, desde hospitales y parques públicos hasta Universidades, aunque algunos fueron regalados a otros paises, como Brasil, Suiza o Japón, este último como regalo al emperador Hirohito.Poner una mano sobre cualquiera de ellos es como tocar, aunque solo sea de forma indirecta, esa misma Luna que nos ilumina las noches, una conexión directa con la historia misma de la carrera espacial.
Una panorámica de las tierras de Fra Mauro, donde alunizó el Apolo 13, realizada con diversas fotografías tomadas desde el módulo Antares por Ed Mitchell...dentro del pequeño cráter que se observa en el centro puede verse (si se amplía la imagen) una de las bolas de golf de Alan Shepard.
Los árboles de la Luna o Moon Tree, resultado de un experimento que demostró que las semillas pueden aguantar un viaje espacial sin ver disminuida su capacidad de germinar y crecer.
El observatorio espacial Planck nos presenta el nuevo rostro del Universo primigenio. Sería lanzado el 14 de Marzo de 2009 junto al observatorio Herschel y posteriormente se siatuaría en punto Lagrange L2 del sistema Tierra-Sol con el objetivo de captar la luz más antigua del Cosmos, el llamado Fondo de Microondas o CBM, que según los modelos actuales es el eco lejano de la luz emitida 380.000 años después del nacimiento de Universo, cuando, al enfriarse y permitir la combinación de partículas elementales en átomos, la niebla de protones, electrones y fotones que la bloqueaba se disipó. Hoy día, desplazada hacia las longitudes de onda de las microondas, nos llega desde todos lados, a una temperatura de 2,7 grados por encima del cero
absoluto. El CBM no es homogeno, ya que presenta pequeñas fluctuaciones en la temperatura que se corresponden con
regiones con una densidad ligeramente diferente durante en los
primeros instantes de la historia del Universo. Conocidas como anisotropías, se consideran las semillas a partir de las cuales se formaron de todas
las estructuras cósmicas que vemos hoy en día, ya que sin ellas, sin diferencias por mínima que fueran, no habrían podido existir y el Universo sería un lugar vacío. Mediarlas con una precisión nunca alcanzada hasta ahora era preciamente el objetivo de Planck. El resultado de los primeros 15 meses de observación es su primer mapa completo de la Bóveda Celeste y el fondo de microondas, observado ahora con una precisión nunca antes alcanzada, gracias tanto al potencial del propio del propio telescopio como al gran trabajo de los científicos de la misión al retirar la "contaminación"originada por el material
interestelar de nuestra Galaxia y de otras fuentes extragalácticas. El rostro del joven Universo se desvela con todos sus detalles. Y con sorpresas. Lo observado encaja con el modelo estándar a escalas pequeñas
y medias, pero a grandes escalas la cosa cambia, desvelando una serie de características inexplicable por ahora, como la existencia de una zona del CMB
con una temperatura muy inferior a la media y, especialmente, la existencia del llamado "Eje del Mal" (Axis of Evil), que marca una asimetría en la temperatura media de los dos hemisferios celestes, lo que se opone la idea de que el Universo lejano debería ser similar en todas direcciones. En realidad ya habían sido observadas por una misión anterior, la WMAP, pero se había llegado a la conclusión que no formaba parte del CMB, siendo emisiones de objetos celestes en primer plano, en especial la propia Vía Láctea. El modelo estándar actual no parece, de momento, capaz de explicar estas anomalias. "Ahora que Planck ha detectado de nuevo estas anomalías con un gran nivel de detalle elimina cualquier duda sobre su existencia; ya no podemos decir que sean errores de medida. Son reales, y tenemos que buscar una teoría que explique su existencia", comenta Paolo Natoli de la Universidad de Ferrara, Italia. "Imagina que estás inspeccionando los cimientos de una casa y encuentras varios puntos débiles. Eres incapaz de determinar si van a provocar que la casa se derrumbe, pero lo más probable es que empieces a buscar una forma de reforzarlos lo antes posible", explica François Bouchet del Instituto de Astrofísica de París. "Desde la publicación de la primera imagen a cielo completo de Planck en el año 2010, hemos analizado y extraído cuidadosamente todas las interferencias que se interponían entre los sensores de Planck y la primera luz del Universo, desvelando el fondo cósmico de microondas con un nivel de detalle sin precedentes. Nuestro último objetivo sería elaborar un nuevo modelo cosmológico capaz de describir y relacionar estas anomalías. Pero todavía es pronto; de momento no sabemos si algo así sería posible, ni qué tipo de teorías físicas serían necesarias. Y esto es lo más emocionante", añade George Efstathiou de la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
Otro de los logros de Planck es haber redefindo los "ingredientes" cósmicos: 4,9% de material bariónica (la que forma las estrellas, los planetas y nuestros propios cuerpos) y 26,8% de materia oscura, mientras que la energía oscura, la fuerza misteriosa que sería la responsable de acelerar la expansión del Universo, constituye una fracción mucho menor de lo esperado, con un 68,3%.
También la edad del Universo cambia ligeramente, hasta los 13.820 millones de años, ya que los datos dseñalan un valor para la expansión del Universo actual, conocida como la constante de Hubblede 67,15 km/s/Mpc, bastante inferior al estándar utilizado en astronomía.
Planck se encuentra casi al final de su vida útil, ya que sus reservas de Helio líquido, necesario para mantener el HFI (High Frequency Instrument, que cubre el firmamento entre los 100-857 GHz) a –273,15°C, una décima de grado por encima del cero absoluto, se agotó a principios de año, por lo que quedó fuera de servicio, mientras que el LFI (Low Frequency Instrument, que cubre las frecuencias de 30 a 70 GHz), que funciona a 20º K seguirá tomandos datos hasta Septiembre u Octubre, aunque no es previsible que sus datos cambien de forma significativa estos resultados. A pesar de ello la cantidad de información reunida es tal que este mapa es solo el primer paso, ya que hay tantos datos deben ser analizados en profundidad que hasta 2014 no tendremos los resultados definitivos. Pero este primera mirada hacia la luz de los orígenes ya nos deja tantas cosas, tantos enigmas y desafíos por afrontar, que por si sola ya marca un antes y un después en la cosmología actual...y es que hoy estamos un poco más cerca de la luz del principio, de entender esos primeros instantes que dieron lugar, mucho después, a nuestra propia existencia.
La región fría (señalada con un círculo) y la llamada Axis of Evil, que marca una clara asimetríaentre hemisferios. Todo un desafío para el modelo estándar actual.
El espectro de potencias: Si representamos las fluctuaciones de temperatura del CMB en función de su tamaño angular (el área que ocupan en la Bóveda Celeste) obtenemos una gráfica reveladora, ya que nalizando las diferente alturas y disposición de los picos y valles podemos averiguar la edad del Universo, la velocidad de expansión y la cantidad de materia oscura, materia bariónica y energía oscura que lo forman.
La composición del Universo antes y después de Planck.
El salto cualitativo entre la misión WMAP y la misión Planck. La primera dejó entrever lo que ahora la segunda confirma.
Desde la primera misión de estudio del CMB, el COBE, lanzado en 1989, nuestra visión de esta luz primigenia del Universo no deja de mejorar, y con ello nuestra capacidad de "leer" la información que se esconde en ella.
Retrocediendo en el tiempo. El fondo de microondas es la luz emitida durante la llamada era de la recombinación.