Por ello, en especial en el caso de Curiosity, con su capacidad de tomar imágenes en color, y para ayudar a los científicos a reconocer los materiales rocosos en base a su experiencia terrestre, se les suele aplicar cambios de luminosidad que permita observar el terreno tal como lo veríamos bajo las condiciones de luz de La Tierra. Los resultados pueden ser espectaculares, como es el caso de estas 2 panorámicas de Aeolis Mons, en realidad es la misma, aplicando, en el caso de la primera, filtros de luz que le dan una apariencia terrestre, extrapolando al mismo tiempo el color del cielo.
La segunda imagen es tal y como se ve realmente, como lo observa Curiosity y como lo captaría la cámara de un smart-phone de gama media. Realmente la diferencia es notable. Marte sin duda es un planeta con paisajes excepcionales, que ofrecerá a los futuros exploradores lugares destinados a quedar en el recuerdo por su espectacularidad, desde el Valles Marineris hasta las alturas de Tharsis, pasando por los hielos polares o las grandes cráteres de impacto que pueblan las zonas más antiguas...sin embargo todos ellos estarán rodeados de ese halo de tenue oscuridad que les recordará continuamente el hecho de que estamos en otro mundo, un lugar más lejos del Sol y más cerca de la oscuridad.
La misma panorámica en versión completa, bajo luz terrestre y bajo la más tenue y polvorienta luz marciana, y compuesta por decenas de fotografías tomadas por la MastCam 100 el 20 de Septiembre de 2012.
Los futuros humanos en Marte afrontarán un ambiente más oscuro y polvoriento que en La Tierra, con una belleza única pero que posiblemente hará sentir cierta nostalgia a los primeros exploradores.
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